Cinco partidos laicos tratarán de formar una coalición en Túnez
Túnez, EP
Cinco partido laicos tratarán de conformar una coalición que pretende rivalizar el auge de la formación islamista Ennahda, que resultó vencedora en las primeras elecciones libres celebradas en Túnez el pasado año.
"Tenemos una oportunidad histórica para modificar el balance de poder y combatir en la batalla que decidirá el futuro de Túnez a medio y largo plazo", ha manifestado el líder del Partido Republicano, Yusef al Shahed.
Ennahda, que significa 'Renacimiento', ocupa más del 40 por ciento de los escaños en la nueva asamblea constitutiva que se estableció en octubre y ha emprendido el camino hacia la formación de un Gobierno de coalición con otros dos partidos laicos.
Ennahda estuvo prohibida durante la Presidencia de Zine al Abidine Ben Alí y ha encabezado el segmento político islamista. En los comicios, consolidó una amplia ventaja sobre el resto del espectro político tunecino, dividido en una multitud de partidos de izquierda y de corte laico.
No obstante, esta coalición partidista laica no lograría equipararse a Ennahda en términos de escaños en el seno de la asamblea constituyente tunecina, si bien fortalecería la disgregada oposición, en vistas a las elecciones parlamentarias que están prevista que se celebren el próximo año, para cuando se tendría que haber redactado una nueva Constitución.
El Parlamento resultante de tales elecciones sustituirá a la asamblea constituyente, cuyo principal cometido, precisamente, es la redacción de la Carta Magna.
LA NUEVA COALICIÓN
En el marco de esta nueva alianza política laica, el Partido Democrático Progresista (PDP) y el Afek Tunis se erigen como las principales formaciones de la coalición al aglutinar algo menos del diez por ciento de los escaños de la asamblea.
"Esta iniciativa reúne a partidos centristas moderados para crear un nuevo equilibrio de poder y prepararnos para un mejor futuro electoral", ha argüido el líder del PDP, Nejib Chebbi, en declaraciones a Reuters. "Sin embargo, que se junten el mayor número de fuerzas no es suficiente, puesto que necesitamos elaborar nuestro mensaje y que llegue a todos los grupos necesitados", ha matizado Chebbi.
Varios antiguos ministros y veteranos políticos del Gobierno interino han engrosado las filas del PDP y están tratando de incluir al partido de corte izquierdista y laico Ettajdid o al partido Renovación en la coalición.
La irrupción de Ennahda y su amplio despliegue de medios, favorecida por poseer una estructura definida trazada durante los años de clandestinidad, ayudó a cosechar una amplia victoria en los comicios del año pasado. Su cercanía a las clases más bajas, heredada del periodo de censura bajo el yugo de Ben Alí, propulsó su aparición en el nuevo escenario político y social en Túnez. Sin embargo, Occidente y las mujeres temen que este avance de los islamistas se traduzca en un retroceso de los derechos sociales mediante la imposición de la ley islámica o 'sharia'.
Cinco partido laicos tratarán de conformar una coalición que pretende rivalizar el auge de la formación islamista Ennahda, que resultó vencedora en las primeras elecciones libres celebradas en Túnez el pasado año.
"Tenemos una oportunidad histórica para modificar el balance de poder y combatir en la batalla que decidirá el futuro de Túnez a medio y largo plazo", ha manifestado el líder del Partido Republicano, Yusef al Shahed.
Ennahda, que significa 'Renacimiento', ocupa más del 40 por ciento de los escaños en la nueva asamblea constitutiva que se estableció en octubre y ha emprendido el camino hacia la formación de un Gobierno de coalición con otros dos partidos laicos.
Ennahda estuvo prohibida durante la Presidencia de Zine al Abidine Ben Alí y ha encabezado el segmento político islamista. En los comicios, consolidó una amplia ventaja sobre el resto del espectro político tunecino, dividido en una multitud de partidos de izquierda y de corte laico.
No obstante, esta coalición partidista laica no lograría equipararse a Ennahda en términos de escaños en el seno de la asamblea constituyente tunecina, si bien fortalecería la disgregada oposición, en vistas a las elecciones parlamentarias que están prevista que se celebren el próximo año, para cuando se tendría que haber redactado una nueva Constitución.
El Parlamento resultante de tales elecciones sustituirá a la asamblea constituyente, cuyo principal cometido, precisamente, es la redacción de la Carta Magna.
LA NUEVA COALICIÓN
En el marco de esta nueva alianza política laica, el Partido Democrático Progresista (PDP) y el Afek Tunis se erigen como las principales formaciones de la coalición al aglutinar algo menos del diez por ciento de los escaños de la asamblea.
"Esta iniciativa reúne a partidos centristas moderados para crear un nuevo equilibrio de poder y prepararnos para un mejor futuro electoral", ha argüido el líder del PDP, Nejib Chebbi, en declaraciones a Reuters. "Sin embargo, que se junten el mayor número de fuerzas no es suficiente, puesto que necesitamos elaborar nuestro mensaje y que llegue a todos los grupos necesitados", ha matizado Chebbi.
Varios antiguos ministros y veteranos políticos del Gobierno interino han engrosado las filas del PDP y están tratando de incluir al partido de corte izquierdista y laico Ettajdid o al partido Renovación en la coalición.
La irrupción de Ennahda y su amplio despliegue de medios, favorecida por poseer una estructura definida trazada durante los años de clandestinidad, ayudó a cosechar una amplia victoria en los comicios del año pasado. Su cercanía a las clases más bajas, heredada del periodo de censura bajo el yugo de Ben Alí, propulsó su aparición en el nuevo escenario político y social en Túnez. Sin embargo, Occidente y las mujeres temen que este avance de los islamistas se traduzca en un retroceso de los derechos sociales mediante la imposición de la ley islámica o 'sharia'.