Choques entre la policía y los opositores ante el primer aniversario de las revueltas en Baréin
Manama, EFE
Los manifestantes opositores bareiníes y las fuerzas de seguridad protagonizaron hoy violentos enfrentamientos en Manama y sus alrededores, la víspera del primer aniversario del inicio de la revuelta pro democracia.
La oposición bareiní convocó una marcha, bautizada como "El grito de una nación" en las afueras de la capital, a poco kilómetros de la plaza Lulu, epicentro de las protestas del año pasado.
Un grupo de cerca de 2.000 manifestantes decidió romper el itinerario trazado por los organizadores y se desvió hacia Lulu, según pudo constatar Efe.
Los choques estallaron en una carretera que conduce al centro de Manama, donde las fuerzas del orden dispararon gases lacrimógenos, bombas de sonido y balas de goma.
En estos enfrentamientos resultaron heridos varios policías y manifestantes, que a su vez lanzaron cócteles molotov.
Aunque los efectivos de seguridad se hicieron con el control de la citada carretera, los choques se extendieron a los suburbios de Manama y a otras zonas del país.
El jefe de la Seguridad Central de Baréin, general Hasan al Hasan, denunció en un comunicado que "un grupo grande de saboteadores realizó actos para instaurar el caos durante la marcha".
Al Hasan explicó que los participantes en la protesta lanzaron cócteles molotov y piedras y prendieron fuego a varias propiedades privadas.
Por su parte, varios grupos opositores, entre ellos el chií Al Wefaq, el mayor de la oposición, emitieron una nota en la que aseguraron que "el pueblo y las fuerzas políticas están determinadas a continuar con su lucha hasta lograr sus demandas legítimas".
Recordaron a los "mártires" en las protestas y criticaron las "prácticas medievales de la policía".
Los convocantes de la marcha de hoy reiteraron la "naturaleza pacífica del levantamiento popular" y rechazaron los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Insistieron en que su revuelta tiene el objetivo de pedir reformas políticas y constitucionales, y que no se trata de una crisis confesional.
Baréin, con una mayoría chií del 70 por ciento, ha sido escenario de una serie de protestas contra la minoría suní que gobierna el país, encabezada por el rey Hamad bin Isa al Jalifa.
La tensión ha aumentado en la ultima semana conforme se acerca el primer aniversario del inicio de las protestas, mañana, 14 de febrero.
Ayer, las autoridades bareiníes detuvieron a una destacada bloguera opositora y deportaron a dos activistas estadounidenses, que habían llegado días antes al país para mostrar su apoyo a las manifestaciones pro democracia.
Los manifestantes opositores bareiníes y las fuerzas de seguridad protagonizaron hoy violentos enfrentamientos en Manama y sus alrededores, la víspera del primer aniversario del inicio de la revuelta pro democracia.
La oposición bareiní convocó una marcha, bautizada como "El grito de una nación" en las afueras de la capital, a poco kilómetros de la plaza Lulu, epicentro de las protestas del año pasado.
Un grupo de cerca de 2.000 manifestantes decidió romper el itinerario trazado por los organizadores y se desvió hacia Lulu, según pudo constatar Efe.
Los choques estallaron en una carretera que conduce al centro de Manama, donde las fuerzas del orden dispararon gases lacrimógenos, bombas de sonido y balas de goma.
En estos enfrentamientos resultaron heridos varios policías y manifestantes, que a su vez lanzaron cócteles molotov.
Aunque los efectivos de seguridad se hicieron con el control de la citada carretera, los choques se extendieron a los suburbios de Manama y a otras zonas del país.
El jefe de la Seguridad Central de Baréin, general Hasan al Hasan, denunció en un comunicado que "un grupo grande de saboteadores realizó actos para instaurar el caos durante la marcha".
Al Hasan explicó que los participantes en la protesta lanzaron cócteles molotov y piedras y prendieron fuego a varias propiedades privadas.
Por su parte, varios grupos opositores, entre ellos el chií Al Wefaq, el mayor de la oposición, emitieron una nota en la que aseguraron que "el pueblo y las fuerzas políticas están determinadas a continuar con su lucha hasta lograr sus demandas legítimas".
Recordaron a los "mártires" en las protestas y criticaron las "prácticas medievales de la policía".
Los convocantes de la marcha de hoy reiteraron la "naturaleza pacífica del levantamiento popular" y rechazaron los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Insistieron en que su revuelta tiene el objetivo de pedir reformas políticas y constitucionales, y que no se trata de una crisis confesional.
Baréin, con una mayoría chií del 70 por ciento, ha sido escenario de una serie de protestas contra la minoría suní que gobierna el país, encabezada por el rey Hamad bin Isa al Jalifa.
La tensión ha aumentado en la ultima semana conforme se acerca el primer aniversario del inicio de las protestas, mañana, 14 de febrero.
Ayer, las autoridades bareiníes detuvieron a una destacada bloguera opositora y deportaron a dos activistas estadounidenses, que habían llegado días antes al país para mostrar su apoyo a las manifestaciones pro democracia.