China asegura que vetó la resolución de la ONU contra Siria para evitar más muertes

China, AFP
China se ha revuelto contra las críticas de la comunidad internacional y ha asegurado que el veto de Pekín y Moscú el sábado a la resolución de la ONU contra Siria pretende evitar más “turbulencia y muertes” en el país de Oriente Medio. En un comentario publicado hoy, la agencia oficial Xinhua afirma que el veto está “destinado a profundizar en la búsqueda de una solución pacífica a la crisis crónica siria y evitar posibles soluciones drásticas y arriesgadas”. Se trata de la segunda vez que ambos países bloquean una decisión de la ONU sobre Siria desde que comenzó la violencia hace un año. “Rusia y China creen que hace falta dar más tiempo y tener más paciencia para lograr una solución política a la crisis siria, lo que evitaría más turbulencia y muertes”, señala la agencia.

Pekín también afirma que son necesarias más consultas sobre el borrador de la resolución que ha sido rechazado. “Someter a votación (una resolución) cuando las partes están seriamente divididas sobre el asunto no ayudará a mantener la unidad y la autoridad del Consejo de Seguridad ni a resolver el problema”, ha declarado Li Baodong, representante chino en el organismo, según Xinhua.

Un total de 13 países respaldaron la resolución presentada por Marruecos en nombre de la Liga Árabe, cuyo objetivo era poner fin a la represión y facilitar la caída del presidente sirio, Bachar el Asad. El texto pedía el cese inmediato de la violencia, y no imponía sanciones ni autorizaba una intervención militar.

Pero China y Rusia –ambos, miembros permanentes del Consejo de Seguridad, y, por tanto, con derecho a veto- echaron abajo la iniciativa. Fueron los dos únicos países que votaron en contra. El embajador ruso en la ONU, Vitaly Churkin, justificó el rechazo diciendo que la propuesta no era equilibrada con ambas partes en conflicto en Siria y pretendía un “cambio de régimen”, mientras que Li se quejó de que no recogiera las “razonables” modificaciones planteadas por Rusia. Siria es un importante aliado de Moscú en Oriente Medio, gran comprador de armamento y alberga una base naval rusa.

China es contraria a interferir en los asuntos internos de otros países para no sentar precedentes que puedan afectarle directamente

La embajadora estadounidense en la ONU, Susan Rice, definió el bloqueo de “vergonzoso”, dijo que muestra cómo Rusia y China “han vendido al pueblo sirio y han escudado a un tirano cobarde” y dijo que “cualquier baño de sangre que se produzca a partir de ahora estará en sus manos (de Moscú y Pekín)”. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, afirmó que el riesgo de una guerra civil ha crecido tras el fracaso de la resolución.

China es tradicionalmente contraria a interferir en los asuntos internos de otros países, en gran parte porque no quiere sentar precedentes que un día pudieran afectarle directamente. Los levantamientos populares en el norte de África y los países árabes han provocado un gran nerviosismo en el Gobierno de Pekín, que desde hace un año tiene en marcha una dura campaña de represión contra activistas, abogados y disidentes, y ha incrementado la censura en Internet para evitar un posible contagio de las revueltas.

“Para impedir más baños de sangre y violencia, es necesario poner en marcha inmediatamente en Siria un proceso político global, y es el pueblo sirio en lugar de las fuerzas exteriores quien debe decidir su destino”, asegura Xinhua.

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