ACCIDENTE EN ARGENTINA: Dos días después, apareció en el tren el cuerpo del chico al que buscaban

Estaba entre el tercer y el cuarto vagón del tren accidentado. Había subido en la estación de San Antonio de Padua. Su familia realizaba una desesperada búsqueda desde el miércoles.

Buenos Aires, Clarín
A dos días del accidente de tren en Once, la búsqueda de Lucas Menghini Rey terminó. Durante 57 horas, su cuerpo estuvo adentro de uno de los vagones de la formación que se estrelló contra el andén el miércoles a las 8.32 de la mañana. A pesar de la enorme cantidad de personas que participaron del operativo de rescate y asistencia de las víctimas, nadie lo vio. Ni la Policía Federal, ni los Bomberos, ni Defensa Civil. Tampoco el SAME.

Esta tarde, se supo que el cuerpo del joven de 20 años apareció entre el tercero y cuarto vagón. Según le confirmaron a Clarín.com, la Policía Federal estaba revisando las cámaras de seguridad de la estación de trenes de San Antonio de Padua y vieron como Lucas se subía a la cabina del cuarto vagón. Ese pequeño espacio al frente en el que suelen ir los guardas. Hasta allí fueron hoy, más de dos días después del choque, y lo encontraron.

Los padres de Lucas vieron esos mismos videos y confirmaron que esa imagen, en la que se veía al joven de perfil, era la de su hijo. Pero María Luján, la mamá, tenía la esperanza de que su hijo se hubiese bajado en alguna otra estación. Sin embargo, las cámaras de seguridad de las otras paradas no lo registraron. Lucas estaba en el tren al momento del accidente.

Cuando llegaron al cuarto vagón, en realidad, los oficiales de la Policía buscaban la mochila del joven. La duda era si Lucas, en algún momento del viaje, se había quitado el buzo gris que llevaba puesto y lo había guardado allí. Si encontraban la mochila con esa prenda eso significaba que Lucas podría haber bajado en alguna estación vestido de otra manera y que por eso no lo reconocían. Lo que nunca imaginaron fue hallar al joven muerto.

Pasadas las 7 de la tarde, la Policía Federal confirmó que el cuerpo es el de Lucas basándose en que hallaron la mochila con sus documentos adentro.

Fuentes de la investigación, le confirmaron a Clarín que el joven estaba dentro de la cabina, aplastada por el impacto. También intentaron una excusa: los rescatistas no repararon antes en el cuerpo de Lucas porque ese vagón fue utilizado para colocar los muertos que iban sacando de entre la madeja de hierros del segundo vagón. El miércoles a los fallecidos los sacaron en bolsas negras y por la parte trasera del tren.

Ahora, queda esperar que sus restos sean llevados hasta la morgue judicial donde practicarán la autopsia para determinar el momento en que falleció. Ayer, el titular del SAME, Alberto Crescenti, había dicho que las víctimas del accidente fallecieron en el acto. Pero en el caso de Lucas, eso aún no se sabe.

La Policía Federal tuvo que desplegar un enorme operativo para reforzar el vallado de los andenes y permitir el trabajo de los Bomberos para retirar el cuerpo del lugar. Poco después, colocaron una vez más los inmensos carteles azules con las siglas PFA para tapar lo que estaba ocurriendo en el interior del tren.

Los pasajeros que estaban en la estación se enfurecieron cuando supieron que el cuerpo de Lucas había estado todo este tiempo en las narices de la Policía. En el hall increparon a los oficiales: “¡¡Por qué no buscaron bien, hijos de puta!!”. “Andate Schiavi la puta que te parió, por corrupto, hijo de puta y ladrón”, le gritaban al secretario de Transporte que estuvo al frente del operativo el miércoles de la tragedia.

Lucas era la única persona que aún estaba desaparecida desde que ocurrió el brutal accidente en el que murieron otras 50 personas y más de 700 terminaron heridas. Todas las ilusiones estaban puestas en que se repitiera la historia de Fernando Sánchez (22) y Javier Almaraz (41) que también estaban desaparecidos y que fueron hallados sanos y salvos.

Según se lo confirmó a Clarín.com prensa de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Ciudad, al parecer, tras el trágico choque del tren contra la barrera de contención, Javier Almaraz pudo retirarse por sus propios medios de la estación, sin heridas de gravedad, y posteriormente fue a trabajar.

Según indicaron, el hombre habría estado deambulando shockeado y recién regresó a su casa ayer a las 23, donde fue contactado por las autoridades porteñas. Almaraz había perdido su celular en el accidente y no se comunicó con su familia hasta su regreso.

Por otra parte, a Fernando Sánchez lo halló su padre en la clínica privada Mariano Moreno, de la localidad bonaerense del mismo nombre, internado con heridas leves y fuera de peligro. El joven también se fue de la estación por su propia cuenta.

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