Una turba de manifestantes asalta la sede del CNT en Benghazi
Benghazi, EP
Una multitud de manifestantes han irrumpido este sábado en la sede del Consejo Nacional de Transición (CNT) en Benghazi, según ha relatado un corresponsal de Reuters presente en el lugar.
La ciudad es desde hace semanas escenario de protestas para reivindicar más transparencia a las nuevas autoridades y la destitución de cargos públicos que han conservado sus puestos pese a la caída del régimen de Muamar Gadafi.
Cientos de jóvenes, muchos de ellos heridos durante la reciente guerra civil, se concentraron frente a la sede del CNT y cuando su presidente, Mustafa Abdul Jalil, salió para dirigirse a la multitud, algunos de ellos le lanzaron botellas de plástico vacías. Esto provocó la carga de las fuerzas de seguridad, que emplearon gases lacrimógenos.
"¡Fuera! ¡Fuera!", coreaban los jóvenes mientras Abdul Jalil intentaba dirigirse a ellos. Pronto la tensión sufrió una escalada y los manifestantes comenzaron a lanzar piedras y barras de metal contra el edificio. Rompieron varias ventanas y finalmente asaltaron el inmueble.
Muchos de los combatientes de la insurrección contra el régimen de Gadafi se quejan de la ausencia de las indemnizaciones prometidas y sostienen que no tiene para sobrevivir.
Una multitud de manifestantes han irrumpido este sábado en la sede del Consejo Nacional de Transición (CNT) en Benghazi, según ha relatado un corresponsal de Reuters presente en el lugar.
La ciudad es desde hace semanas escenario de protestas para reivindicar más transparencia a las nuevas autoridades y la destitución de cargos públicos que han conservado sus puestos pese a la caída del régimen de Muamar Gadafi.
Cientos de jóvenes, muchos de ellos heridos durante la reciente guerra civil, se concentraron frente a la sede del CNT y cuando su presidente, Mustafa Abdul Jalil, salió para dirigirse a la multitud, algunos de ellos le lanzaron botellas de plástico vacías. Esto provocó la carga de las fuerzas de seguridad, que emplearon gases lacrimógenos.
"¡Fuera! ¡Fuera!", coreaban los jóvenes mientras Abdul Jalil intentaba dirigirse a ellos. Pronto la tensión sufrió una escalada y los manifestantes comenzaron a lanzar piedras y barras de metal contra el edificio. Rompieron varias ventanas y finalmente asaltaron el inmueble.
Muchos de los combatientes de la insurrección contra el régimen de Gadafi se quejan de la ausencia de las indemnizaciones prometidas y sostienen que no tiene para sobrevivir.