Tropas sirias recuperan terreno en violentos combates cerca de Damasco
Siria, AFP
Las tropas gubernamentales sirias recuperaron terreno tras violentos combates cerca de Damasco, mientras árabes y europeos se aprestaban a defender el martes en el Consejo de Seguridad una resolución contra el cuestionado régimen de Bashar al Asad.
Según los militantes opositores, la violencia alcanzó en el fin de semana su mayor intensidad desde el comienzo de la movilización contra Asad, en marzo pasado.
Tras los 80 muertos registrados el domingo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña, asegura que los combates y las operaciones de las fuerzas de seguridad se reanudaron el lunes, dejando al menos 27 muertos, 21 de ellos civiles.
En Homs (centro), las fuerzas de seguridad mataron a 17 civiles y cuatro más murieron en choques en la provincia de Deraa (sur), dos bastiones de la movilización contra el régimen. Además, seis agentes de seguridad y cuatro civiles murieron en Hirak, una localidad de la provincia de Deraa, informó el OSDH.
La organización opositora asegura que las tropas gubernamentales ingresaron el lunes a la ciudad de Rankus, a unos 40 kilómetros al norte de Damasco, para retomar el control de una zona que mantuvieron rodeada durante seis días.
Militantes opositores denuncian que francotiradores "disparaban contra cualquier cosa que se moviera" en suburbios orientales de la capital.
Por otra parte, la agencia oficial Sana afirmó que un gasoducto fue saboteado el lunes por un "grupo terrorista armado" en la provincia de Homs, cerca de la frontera con Líbano.
La Liga Siria de Derechos Humanos (LSDH) anunció el lunes la ejecución del fundador de la primera unidad de militares disidentes del ejército sirio, el coronel Husein Harmush, por parte de las fuerzas de seguridad.
"Luego de un juicio, una brigada de los servicios secretos ejecutó la semana pasada al oficial Husein Harmush (...) Fue ultimado a balazos", indicó la LSDH en un comunicado.
La "Brigada de los Oficiales Libres" formada por Harmush no confirmó la información.
En junio del año pasado, en declaraciones a la AFP en el poblado turco de Guvecci, Harmush fue el primer oficial sirio que declaró públicamente su oposición al régimen de Asad.
Meses más tarde, la televisión siria divulgó "confesiones" de Harmush. Al parecer el oficial disidente había regresado a su hogar en circunstancias poco claras. Muchos refugiados están convencidos de que fue secuestrado por agentes sirios en un campo de refugiados.
En el plano diplomático, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil el Arabi, y el jefe del Consejo Nacional Sirio (CNS), órgano que agrupa a gran parte de la oposición de ese país, Burhan Ghaliun, prevén viajar a Nueva York con la esperanza de influir el martes en el Consejo de Seguridad.
Arabi, que presentará el plan de la Liga el martes, dijo esperar "un cambio de posición" de China y Rusia con "respecto al proyecto de resolución del Consejo de Seguridad, que debería adoptar el plan" de la organización que él dirige.
Los países europeos y árabes han trabajado juntos para elaborar un texto que pide apoyo internacional al plan defendido por la Liga Árabe y prevé el cese de la violencia y el traspaso de los poderes del presidente Asad a su vicepresidente antes del inicio de negociaciones con la oposición.
También en el plano diplomático, Rusia indicó el lunes que el gobierno de Siria está dispuesto a entablar en Moscú un diálogo informal con la oposición, pero, poco después, Ghaliun descartó negociar mientras Asad siga siendo presidente.
Aliado tradicional de Siria, Rusia, que tiene la posibilidad de vetar un proyecto aprobado por otros miembros del Consejo de Seguridad, se ha negado hasta el momento a apoyar el proyecto de resolución de europeos y árabes.
Las tropas gubernamentales sirias recuperaron terreno tras violentos combates cerca de Damasco, mientras árabes y europeos se aprestaban a defender el martes en el Consejo de Seguridad una resolución contra el cuestionado régimen de Bashar al Asad.
Según los militantes opositores, la violencia alcanzó en el fin de semana su mayor intensidad desde el comienzo de la movilización contra Asad, en marzo pasado.
Tras los 80 muertos registrados el domingo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña, asegura que los combates y las operaciones de las fuerzas de seguridad se reanudaron el lunes, dejando al menos 27 muertos, 21 de ellos civiles.
En Homs (centro), las fuerzas de seguridad mataron a 17 civiles y cuatro más murieron en choques en la provincia de Deraa (sur), dos bastiones de la movilización contra el régimen. Además, seis agentes de seguridad y cuatro civiles murieron en Hirak, una localidad de la provincia de Deraa, informó el OSDH.
La organización opositora asegura que las tropas gubernamentales ingresaron el lunes a la ciudad de Rankus, a unos 40 kilómetros al norte de Damasco, para retomar el control de una zona que mantuvieron rodeada durante seis días.
Militantes opositores denuncian que francotiradores "disparaban contra cualquier cosa que se moviera" en suburbios orientales de la capital.
Por otra parte, la agencia oficial Sana afirmó que un gasoducto fue saboteado el lunes por un "grupo terrorista armado" en la provincia de Homs, cerca de la frontera con Líbano.
La Liga Siria de Derechos Humanos (LSDH) anunció el lunes la ejecución del fundador de la primera unidad de militares disidentes del ejército sirio, el coronel Husein Harmush, por parte de las fuerzas de seguridad.
"Luego de un juicio, una brigada de los servicios secretos ejecutó la semana pasada al oficial Husein Harmush (...) Fue ultimado a balazos", indicó la LSDH en un comunicado.
La "Brigada de los Oficiales Libres" formada por Harmush no confirmó la información.
En junio del año pasado, en declaraciones a la AFP en el poblado turco de Guvecci, Harmush fue el primer oficial sirio que declaró públicamente su oposición al régimen de Asad.
Meses más tarde, la televisión siria divulgó "confesiones" de Harmush. Al parecer el oficial disidente había regresado a su hogar en circunstancias poco claras. Muchos refugiados están convencidos de que fue secuestrado por agentes sirios en un campo de refugiados.
En el plano diplomático, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil el Arabi, y el jefe del Consejo Nacional Sirio (CNS), órgano que agrupa a gran parte de la oposición de ese país, Burhan Ghaliun, prevén viajar a Nueva York con la esperanza de influir el martes en el Consejo de Seguridad.
Arabi, que presentará el plan de la Liga el martes, dijo esperar "un cambio de posición" de China y Rusia con "respecto al proyecto de resolución del Consejo de Seguridad, que debería adoptar el plan" de la organización que él dirige.
Los países europeos y árabes han trabajado juntos para elaborar un texto que pide apoyo internacional al plan defendido por la Liga Árabe y prevé el cese de la violencia y el traspaso de los poderes del presidente Asad a su vicepresidente antes del inicio de negociaciones con la oposición.
También en el plano diplomático, Rusia indicó el lunes que el gobierno de Siria está dispuesto a entablar en Moscú un diálogo informal con la oposición, pero, poco después, Ghaliun descartó negociar mientras Asad siga siendo presidente.
Aliado tradicional de Siria, Rusia, que tiene la posibilidad de vetar un proyecto aprobado por otros miembros del Consejo de Seguridad, se ha negado hasta el momento a apoyar el proyecto de resolución de europeos y árabes.