Siria carga contra la Liga Árabe y le acusa de ser parte de una "conspiración"

El ministro de Exteriores acusa a la organización de querer "internacionalizar el conflicto". Los países del Golfo retiran a sus observadores en el país

Jerusalén, EFE
El ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid al Mualem, acusó este martes a la Liga Arabe de querer internacionalizar la crisis que atraviesa su país y criticó la "flagrante injerencia" de la organización panárabe en los asuntos internos sirios. En una rueda de prensa, Al Mualem argumentó que se está llevando un "plan externo" que está "lejos de la voluntad del pueblo", en alusión a la propuesta de la Liga Árabe para el traspaso de poder en Siria con el respaldo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

"Ellos saben desde el principio que no vamos a aceptar su propuesta porque es una violación a la soberanía de Siria y una flagrante injerencia en la política interna del Estado", afirmó el titular de Asuntos Exteriores, que criticó que algunos países árabes han manipulado el informe presentado por los observadores desplegados en el país.

Al Mualem apuntó además que la Liga Árabe pretende "internacionalizar la cuestión y dibujar el futuro de Siria lejos de la voluntad del pueblo", a lo que respondió que el país es "como una montaña que no puede ser sacudida por el viento".

En ese sentido, agregó que la Liga Arabe "es incapaz de jugar su papel e implantar el plan para Siria y por eso acude al Consejo de Seguridad".

El ministro indicó que existe una "conspiración" que está utilizando supuestamente a los árabes contra Siria, pero confió en que la buena relación entre su país y Rusia le salve de una resolución de condena en el seno del Consejo de Seguridad.

El jefe de la diplomacia siria defendió que Siria tiene la "obligación" de hacer frente a los actos terroristas cometidos en su territorio, en referencia a la violencia desencadenada en el país desde que estallaron las protestas en marzo pasado y de la que los opositores responsabilizan al régimen de Bachar al Asad.

Por su parte, la Liga Arabe informó de que ha solicitado una reunión con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para que acepte el plan de la organización para solucionar la crisis en Siria con el apoyo del Consejo de Seguridad.

Además, los países del Consejo de Cooperación del Golfo decidieron retirar a sus observadores desplegados en Siria, al igual que hiciera Arabia Saudí, en protesta por el continuo derramamiento de sangre.

Según el ministro, se han ignorado los avances realizados por el Gobierno sirio en cuestiones como la liberación de presos o el repliegue militar a la hora de aprobar la resolución árabe.

El Gobierno sirio ha aprobado extender en un mes más el permiso para la misión de observadores de la Liga Arabe, tal como había solicitado la organización regional, según informa la agencia oficial de noticias SANA. El Ministerio de Exteriores de Siria ha asegurado que el permiso permitirá que la misión siga activa a partir de este martes, en concreto hasta el 23 de febrero. El jefe de la diplomacia siria, Walid al Moallem, ha notificado la prórroga por carta al secretario general de la Liga Arabe.

La hoja de ruta trazada por los países árabes busca que el presidente sirio, Bachar al Asad, transfiera sus poderes al vicepresidente y forme un Gobierno de unidad nacional que dirija al país hacia elecciones libres.

Desde que comenzaron las protestas contra el régimen, más de 5.000 personas han muerto por la represión gubernamental, según las últimas cifras de la ONU.

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