Revelan que marcha del Conisur se realiza bajo presión, con sobornos y multas

Cochabamba, ERBOL
Marchistas indígenas revelan que la movilización del Consejo Indígena del Sur (Conisur) de Cochabamba, que demanda la abrogación de la Ley Corta que protege el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), se realiza bajo presión, con sobornos y multas para llegar a la ciudad de La Paz.
Teresa Blanco, quien dio a luz el martes a una niña, reveló que junto a su esposo, Elíseo Vásquez, fueron obligados a participar de la caminata por multas que debían en su comunidad que se ubica en la zona colonizada.

“Teníamos falta doctora en nuestra comunidad. Para cumplir esa falta que teníamos entonces nosotros dos hemos decidido pagar esa falta que teníamos. Como en nuestra comunidad también tenemos doctora falta 150 (bolivianos) entonces para tapar eso hemos venido (a la marcha del Conisur)”, señaló Blanco a radio Pio XII de Erbol.



Por su parte Elíseo Vásquez dijo que pidió permiso a los dirigentes de la marcha del Conisur, cuando la caminata llegó a Conani del departamento de Oruro, para ausentarse e ir con su esposa al Hospital General de la ciudad orureña donde nació su hija. Así evitó pagar una multa de Bs150.

Aseguró que no lo multaron porque la salida de ambos se debió a una emergencia y ahora no cuentan con recurso para retornar a su comunidad.

“Ya saben ellos (dirigentes del Conisur) que estoy aquí y me han dicho que cualquier cosita me llaman, pero no entra la llamada y de eso estoy preocupado (…) me han dicho que si es enfermedad, es enfermedad, para no cobrar hemos hablado nosotros, casi no va ver. Si estaría sana mi esposa, si estaría yo faltando ahí sí que es la falta de 150 bolivianos de nosotros, por no cumplir”, aseveró.





Una de las indígenas, que también vive en la zona colonizada del Isiboro Sécure, pero que no quiso dar su nombre y tampoco su ubicación por temor a represarías, contó que la convocatoria que hizo la directiva del Conisur, junto a sindicatos cocalero, fue bajo presión.

Señaló que los amenazaron con quemar el medio cato de coca con que cuentan los indígenas del polígono 7, tras la llegada de los colonos a ese sector hace más de 20 años lo que hizo que los indígenas se dediquen a esta actividad e incluso se afilien a los sindicatos cocaleros de la zona. Asimismo, se cobró una multa de Bs100 a los que no marcharon, aseguró.

“Si ellos no iban a la marcha le estaban sacando multa y además (a los) que tenían medio cato de coca -eso dijeron- que lo iban a arrancar todo y más le iban a pagar de lo que ellos no tenían que ir a la marcha, entonces ellos les han obligado ir a la marcha (…)”, señaló a la Agencia de Noticias Indígenas de Erbol.


Recientemente el presidente de la Subcentral Sécure, Emilio Nosa, informó que 20 indígenas yurakarés y chimanes abandonaron la marcha del Conisur. Ellos aseguraron que el gobierno y autoridades del municipio de San Ignacio de Moxos se comprometieron a pagar Bs300 por día a los indígenas que se sumaran a la movilización, dijo Nosa.

Así lo constató el yurakaré Fabián Erwin Canchi que se contactó con radio Alternativa de Erbol. “(…) nos mintieron fue un engaño. Estaban dando dice 300 bolivianos eso era mentira, nos dijeron nuestros hermanos del Conisur”, recordó.






Sobre estas denuncias el responsable de comunicación de la marcha del Conisur, Waldo Pizarro, sólo se limitó a negarlas pero admitió que cada corregidor controla con una lista a su delegación por temor a que otra gente se infiltre. De infiltrados calificó a Eliseo Vásquez y su compañera.

“Bueno cada corregidor controla a su gente de cada comunidad. Sí hacen lista cada comunidad o sea que cada corregidor controla cuántas personas han venido. Siempre entre medio hay infiltrados, son los que hablan”, indicó el dirigente a la Agencia de Noticias Indígenas de Erbol.



Anteriormente el presidente de la Subcentral del TIPNIS, Fernando Vargas, aseguró que la caminata del Conisur era protagonizada por cocaleros y que es impulsada por el gobierno del presidente Evo Morales, para la ejecución de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos en medio del Parque.

Dijo que el líder de esa movilización, Gumercindo Pradel, es cocalero y de igual forma señaló que los indígenas que se sumaron a la marcha no fueron de forma voluntaria.

Pradel confesó a Erbol en agosto de 2011 que siete de las 12 comunidades que afilia su organización se dedican al cultivo de coca y que están reconocidas por una de las seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, que tiene como representante al presidente Evo Morales.

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