Putin ignora las demandas opositoras en su programa a los comicios presidenciales

Moscú, EFE
El primer ministro ruso, Vladímir Putin, prometió hoy un mayor control popular sobre la gestión del Gobierno, pero ignoró las demandas opositoras en su programa electoral para las presidenciales del 4 de marzo.

"Garantizaremos la subordinación de las autoridades al pueblo. Se crearán mecanismos reales de control social sobre las actividades del Gobierno en los ámbitos más sensibles desde el punto de vista de la corrupción e ineficacia", reza el programa electoral.

El programa, con el que el líder ruso intentará sobreponerse a la mayor ola de protestas antigubernamentales en más de veinte años, fue publicado en una nueva página web (www.putin2012.ru) que fue inundada al principio con peticiones de dimisión.

Putin, cuya popularidad ha caído casi 20 puntos en los últimos años, mencionó a las fuerzas de seguridad, la vivienda, las compras públicas y la construcción de carreteras como esferas más propensas a la corrupción.

"La actividad de las fuerzas del orden debe estar dirigida a protección y la defensa a los negocios legales, y no a la lucha contra ella", dijo.

Al respecto, adelantó la creación de juzgados administrativos que se encargarán de estudiar las quejas interpuestas por los ciudadanos contra la administración pública.

"Debe garantizarse a cada persona la libertad de decisión, libertad que debe basarse en la Justicia", indicó.

También prometió que a partir de ahora las principales decisiones y proyectos de ley serán sometidas a amplio debate con la participación de la ciudadanía, los empresarios y las organizaciones civiles y profesionales.

"El Estado está obligado a crear las condiciones para que los derechos de cada ciudadano sean defendidos, para que cada uno pueda tener una vida digna (...) y hacer realidad en la mayor medida posible su potencial", precisó.

No obstante, no hizo alusión a las demandas opositoras sobre la posible repetición de los comicios legislativos de diciembre, debido a las denuncias de fraude en favor de su partido, Rusia Unida, o a la reforma de la legislación electoral o el registro de formaciones políticas.

"No se puede pasar por alto a la multitud de gente que salió a las calles tras las elecciones parlamentarias. Éstas son las palabras correctas cuando el país se encuentra en situación de estabilidad, pero en ese estado ahora no se encuentra", señaló Ígor Jurguens, jefe del Instituto de Desarrollo Contemporáneo.

Putin se centró en prometer el progresivo aumento de las pensiones y subsidios para las familias, los salarios de los profesores y médicos y la regulación de los servicios comunales, una de las principales lacras nacionales.

En materia económica, reconoció que el modelo cimentado sobre los altos precios de los hidrocarburos heredado de la Unión Soviética "ya ha expirado".

"Nuestro objetivo es crear en 20 años no menos de 25 millones de puestos de trabajo. Necesitamos también un drástico crecimiento de las inversiones", indicó.

En un guiño a Occidente, el programa hace hincapié en la necesidad de garantizar la propiedad privada y la iniciativa empresarial, eliminando las barreras burocráticas, al tiempo que se estimula la exportación de materias primas más procesadas.

Entre otras medidas populistas, prometió el examen médico general para toda la población y precios subsidiados de los billetes de avión para los habitantes de las regiones más remotas del país.

"El proyecto está dirigido al electorado paternalista. No hay ni una palabra sobre reforma política. Se entiende que todo lo quería decir al respecto ya lo dijo", declaró el politólogo Ígor Bunin a la agencia Interfax.

En su opinión, Putin no se dirigió a los moscovitas y residentes en otras grandes ciudades que tomaron parte en las multitudinarias protestas contra el fraude, sino a su electorado tradicional, "que puede ser más que suficiente para salir vencedor en la primera vuelta" de las presidenciales.

Las peticiones de dimisión inundaron en las primeras horas la página web que presentó hoy el programa de Putin, que cuenta con apoyo mayoritario sólo entre las mujeres, la tercera edad, los habitantes del campo y los rusos con menor nivel educativo y bajos ingresos.

"Abandone la política, por favor. Es evidente que el poder es una droga, pero esta sería un decisión digna", pidió un usuario, quien recibió el respaldo del 54 por ciento de los lectores.

Otro llamó al líder ruso a dejar el cargo antes de que la situación tome una senda revolucionaria, en alusión a las protestas antigubernamentales que continuarán el 4 de febrero en la capital rusa.

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