Perú se plantea exigir visado a los mexicanos para frenar al narco
La Fiscalía alerta de la presencia de los carteles de Tijuana y Sinaloa en el país
Lima, El País
El fiscal general de Perú, José Peláez Bardales, ha pedido al Ministerio de Relaciones Exteriores que considere la posibilidad de volver a exigir visado a los ciudadanos mexicanos que deseen visitar el país, un requisito que fue eliminado en 2009. El motivo, explicó, es la creciente presencia y actividad de carteles de la droga de ese país en territorio peruano. De acuerdo con las cifras de la Fiscalía especializada en crimen organizado, en los dos últimos años las autoridades peruanas han detenido a 98 ciudadanos mexicanos relacionados con el narcotráfico. De ellos, alrededor de la mitad son supuestos mandos importantes del negocio.
“Es justo que pidamos una visa a los ciudadanos mexicanos para controlar y saber cuál es la finalidad que tendrán en [su visita a] el Perú”, declaró Peláez. El canciller peruano, Rafael Roncagliolo, adelantó que la medida “puede estudiarse”, aunque precisó que la política del país en esa materia es “liberal”, con el objetivo de incentivar el turismo.
A diferencia de Perú, México sí solicita a los peruanos un visado, incluso para turismo. Solamente están exonerados de dicho trámite los peruanos que ya cuentan con visado de Estados Unidos.
La incursión de las mafias mexicanas en Perú, principal productor de coca y de cocaína en el mundo según Estados Unidos, no es un fenómeno nuevo, sino que se remonta a fines de la década de los noventa. De acuerdo con el investigador Jaime Antezana, entre 2002 y 2003 se instaló en Perú el cartel de Tijuana; y a partir de 2004 llegó el de Sinaloa, que ahora tiene presencia preponderante. Estas organizaciones han concentrado su operación en los puertos del litoral peruano, que usan como vía preferente para la salida de sus embarques.
“Primero tomaron control de los puertos de la costa norte, principalmente Paita y Chimbote, pero también el Callao”, explica este experto. “Luego se expandieron al sur. No están en los valles, que son las zonas de producción de coca, sino que son principalmente compradores y exportadores. Les interesa el control de calidad y el volumen”.
En los últimos años las autoridades peruanas han incautado varios grandes embarques de cocaína atribuidos a carteles mexicanos, pero los expertos coinciden en que los que se logra detener es una pequeña fracción de lo que sale. En 2011, de acuerdo con los datos del Ministerio del Interior, la policía decomisó 135 toneladas de droga. La actividad de los carteles del narcotráfico también ha quedado en evidencia a través de esporádicos crímenes que, según la policía, se deben a ajustes de cuentas entre las organizaciones.
Jaime Antezana considera que la propuesta del fiscal de la nación puede servir para controlar mejor la actividad de los mafiosos mexicanos en Perú. “Durante años los carteles han operado con casi total libertad. En 11 años, apenas se han reportado algo más de 120 detenciones”, indicó.
“Pedir visado se puede entender como un acto de reciprocidad”, agrega Antezana. “Por otro lado, la presencia de los carteles mexicanos es cada vez más visible. Actualmente, son compradores de gran parte de la cocaína que se produce en Perú, y la exportan a Europa, Asia e incluso otros países de América Latina. Es necesario que exista un filtro, pero debe ir acompañado de otros mecanismos”.
México se ha pronunciado sobre el tema a través de su embajador en Lima, Manuel Rodríguez Arriaga. En una entrevista al diario El Comercio, el diplomático opinó que la lucha contra el tráfico de estupefacientes demanda “una acción más concertada de los Gobiernos” y no medidas unilaterales. También opinó que “restringir el movimiento de personas a través de visados, cuando estos no se justifican enteramente, lo que hacen es inhibir también los negocios y los intercambios comerciales y, de alguna forma, las inversiones”.
El embajador destacó que el año pasado unos 40.000 mexicanos entraron por las fronteras peruanas. “Hay también que ver las cosas en términos de proporciones para poder calibrar el problema”, agregó.
Lima, El País
El fiscal general de Perú, José Peláez Bardales, ha pedido al Ministerio de Relaciones Exteriores que considere la posibilidad de volver a exigir visado a los ciudadanos mexicanos que deseen visitar el país, un requisito que fue eliminado en 2009. El motivo, explicó, es la creciente presencia y actividad de carteles de la droga de ese país en territorio peruano. De acuerdo con las cifras de la Fiscalía especializada en crimen organizado, en los dos últimos años las autoridades peruanas han detenido a 98 ciudadanos mexicanos relacionados con el narcotráfico. De ellos, alrededor de la mitad son supuestos mandos importantes del negocio.
“Es justo que pidamos una visa a los ciudadanos mexicanos para controlar y saber cuál es la finalidad que tendrán en [su visita a] el Perú”, declaró Peláez. El canciller peruano, Rafael Roncagliolo, adelantó que la medida “puede estudiarse”, aunque precisó que la política del país en esa materia es “liberal”, con el objetivo de incentivar el turismo.
A diferencia de Perú, México sí solicita a los peruanos un visado, incluso para turismo. Solamente están exonerados de dicho trámite los peruanos que ya cuentan con visado de Estados Unidos.
La incursión de las mafias mexicanas en Perú, principal productor de coca y de cocaína en el mundo según Estados Unidos, no es un fenómeno nuevo, sino que se remonta a fines de la década de los noventa. De acuerdo con el investigador Jaime Antezana, entre 2002 y 2003 se instaló en Perú el cartel de Tijuana; y a partir de 2004 llegó el de Sinaloa, que ahora tiene presencia preponderante. Estas organizaciones han concentrado su operación en los puertos del litoral peruano, que usan como vía preferente para la salida de sus embarques.
“Primero tomaron control de los puertos de la costa norte, principalmente Paita y Chimbote, pero también el Callao”, explica este experto. “Luego se expandieron al sur. No están en los valles, que son las zonas de producción de coca, sino que son principalmente compradores y exportadores. Les interesa el control de calidad y el volumen”.
En los últimos años las autoridades peruanas han incautado varios grandes embarques de cocaína atribuidos a carteles mexicanos, pero los expertos coinciden en que los que se logra detener es una pequeña fracción de lo que sale. En 2011, de acuerdo con los datos del Ministerio del Interior, la policía decomisó 135 toneladas de droga. La actividad de los carteles del narcotráfico también ha quedado en evidencia a través de esporádicos crímenes que, según la policía, se deben a ajustes de cuentas entre las organizaciones.
Jaime Antezana considera que la propuesta del fiscal de la nación puede servir para controlar mejor la actividad de los mafiosos mexicanos en Perú. “Durante años los carteles han operado con casi total libertad. En 11 años, apenas se han reportado algo más de 120 detenciones”, indicó.
“Pedir visado se puede entender como un acto de reciprocidad”, agrega Antezana. “Por otro lado, la presencia de los carteles mexicanos es cada vez más visible. Actualmente, son compradores de gran parte de la cocaína que se produce en Perú, y la exportan a Europa, Asia e incluso otros países de América Latina. Es necesario que exista un filtro, pero debe ir acompañado de otros mecanismos”.
México se ha pronunciado sobre el tema a través de su embajador en Lima, Manuel Rodríguez Arriaga. En una entrevista al diario El Comercio, el diplomático opinó que la lucha contra el tráfico de estupefacientes demanda “una acción más concertada de los Gobiernos” y no medidas unilaterales. También opinó que “restringir el movimiento de personas a través de visados, cuando estos no se justifican enteramente, lo que hacen es inhibir también los negocios y los intercambios comerciales y, de alguna forma, las inversiones”.
El embajador destacó que el año pasado unos 40.000 mexicanos entraron por las fronteras peruanas. “Hay también que ver las cosas en términos de proporciones para poder calibrar el problema”, agregó.