Operan a la presidenta argentina de un cáncer de tiroides
Argentina, AFP
La presidenta argentina, Cristina Kirchner, estaba siendo operada este miércoles en un hospital de la ciudad de Pilar (50 km al norte de Buenos Aires) de un cáncer de tiroides que le fue descubierto recientemente, pero que tiene muy buen pronóstico.
"Ya comenzó la operación", dijo escuetamente a la AFP una fuente del gobierno que pidió el anonimato y sólo añadió que la mandataria "ingresó al quirófano pasadas las 8h30" (11H30 gmt).
Se estima que la intervención programada para extirpar un "carcinoma papilar en el lóbulo derecho de la glándula tiroides" que se lleva a cabo en el moderno Hospital Austral se extenderá hasta después del mediodía local y Kirchner permanecerá internada durante 72 horas.
Su convalecencia se extenderá por 20 días, lapso durante el cual el vicepresidente Amado Boudou tiene a su cargo el Poder Ejecutivo.
La presidenta, de 58 años, había llegado junto a sus hijos Máximo y Florencia a bordo de un helicóptero en la mañana del miércoles al hospital.
"Las perspectivas son excelentes y uno no esperaría ningún tipo de evolución posterior del tumor tras la operación", dijo previamente el oncólogo Mario Bruno, quien sostuvo que Kirchner podrá "hacer una vida normal" tras la cirugía.
Según el experto, miembro de la Asociación Argentina de Cancerología, la "cirugía permitiría la solución definitiva del problema".
La operación programada se lleva a cabo menos de un mes después de que Kirchner asumiera, el 10 de diciembre pasado, su segundo mandato hasta el 2015 tras haber ganado las elecciones en octubre con el 54,11% de los votos.
Cientos de jóvenes aguardaban los resultados de la cirugía frente al moderno centro de salud, en una vigulia de dos días para dar su apoyo a Kirchner.
"Fuerza Cristina", dicen algunos de los pasacalles y carteles colocados en las rejas que circundan el predio del hospital, junto a banderas argentinas y pancartas con los rostros de la jefa de Estado y de su antecesor y fallecido esposo Néstor Kirchner.
Decenas de móviles de la televisión, cronistas y reporteros gráficos montan guardia ante el centro de salud desde la noche del martes.
En una amplia zona en torno al hospital se desplegó un fuerte operativo de seguridad con fuerzas de la Gendarmería Nacional (policía militarizada), policías Federal y Bonaerense y miembros de la Custodia Presidencial.
Kirchner descansó el martes en la residencia oficial de Olivos (periferia norte), adonde había regresado el lunes después de haber recibido el año nuevo junto a sus hijos, Máximo (32 años) y Florencia (24), y otros familiares en su residencia de la ciudad patagónica de El Calafate, donde falleció su esposo el 27 de octubre de 2010.
Luego de conocerse la enfermedad de la mandataria, sus pares de América latina manifestaron su deseo de una pronta recuperación.
Cinco presidentes o expresidentes latinoamericanos fueron diagnosticados con cáncer en los últimos años.
El exmandatario de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva tiene un tumor en la laringe y su sucesora, Dilma Rousseff, se curó de un cáncer en el sistema linfático.
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, padeció de un linfoma no-Hodgkins (no agresivo) y su colega de Venezuela, Hugo Chávez, dijo haber superado un tumor cuya ubicación nunca ha especificado.
A finales de año, Chávez especuló con que Estados Unidos haya desarrollado una "tecnología para inducir el cáncer" juzgando insólito que cinco mandatarios o exmandatarios latinoamericanos contrajeran esa enfermedad desde 2009.
La presidenta argentina, Cristina Kirchner, estaba siendo operada este miércoles en un hospital de la ciudad de Pilar (50 km al norte de Buenos Aires) de un cáncer de tiroides que le fue descubierto recientemente, pero que tiene muy buen pronóstico.
"Ya comenzó la operación", dijo escuetamente a la AFP una fuente del gobierno que pidió el anonimato y sólo añadió que la mandataria "ingresó al quirófano pasadas las 8h30" (11H30 gmt).
Se estima que la intervención programada para extirpar un "carcinoma papilar en el lóbulo derecho de la glándula tiroides" que se lleva a cabo en el moderno Hospital Austral se extenderá hasta después del mediodía local y Kirchner permanecerá internada durante 72 horas.
Su convalecencia se extenderá por 20 días, lapso durante el cual el vicepresidente Amado Boudou tiene a su cargo el Poder Ejecutivo.
La presidenta, de 58 años, había llegado junto a sus hijos Máximo y Florencia a bordo de un helicóptero en la mañana del miércoles al hospital.
"Las perspectivas son excelentes y uno no esperaría ningún tipo de evolución posterior del tumor tras la operación", dijo previamente el oncólogo Mario Bruno, quien sostuvo que Kirchner podrá "hacer una vida normal" tras la cirugía.
Según el experto, miembro de la Asociación Argentina de Cancerología, la "cirugía permitiría la solución definitiva del problema".
La operación programada se lleva a cabo menos de un mes después de que Kirchner asumiera, el 10 de diciembre pasado, su segundo mandato hasta el 2015 tras haber ganado las elecciones en octubre con el 54,11% de los votos.
Cientos de jóvenes aguardaban los resultados de la cirugía frente al moderno centro de salud, en una vigulia de dos días para dar su apoyo a Kirchner.
"Fuerza Cristina", dicen algunos de los pasacalles y carteles colocados en las rejas que circundan el predio del hospital, junto a banderas argentinas y pancartas con los rostros de la jefa de Estado y de su antecesor y fallecido esposo Néstor Kirchner.
Decenas de móviles de la televisión, cronistas y reporteros gráficos montan guardia ante el centro de salud desde la noche del martes.
En una amplia zona en torno al hospital se desplegó un fuerte operativo de seguridad con fuerzas de la Gendarmería Nacional (policía militarizada), policías Federal y Bonaerense y miembros de la Custodia Presidencial.
Kirchner descansó el martes en la residencia oficial de Olivos (periferia norte), adonde había regresado el lunes después de haber recibido el año nuevo junto a sus hijos, Máximo (32 años) y Florencia (24), y otros familiares en su residencia de la ciudad patagónica de El Calafate, donde falleció su esposo el 27 de octubre de 2010.
Luego de conocerse la enfermedad de la mandataria, sus pares de América latina manifestaron su deseo de una pronta recuperación.
Cinco presidentes o expresidentes latinoamericanos fueron diagnosticados con cáncer en los últimos años.
El exmandatario de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva tiene un tumor en la laringe y su sucesora, Dilma Rousseff, se curó de un cáncer en el sistema linfático.
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, padeció de un linfoma no-Hodgkins (no agresivo) y su colega de Venezuela, Hugo Chávez, dijo haber superado un tumor cuya ubicación nunca ha especificado.
A finales de año, Chávez especuló con que Estados Unidos haya desarrollado una "tecnología para inducir el cáncer" juzgando insólito que cinco mandatarios o exmandatarios latinoamericanos contrajeran esa enfermedad desde 2009.