Los fiscales reprochan a Mubarak que cedió a la presión para nombrar a Gamal su sucesor
El Cairo, EP
Los fiscales egipcios en el juicio contra el expresidente Hosni Mubarak por su presunto papel en la muerte de manifestantes durante las protestas que llevaron a su caída han tomado el estrado por primera vez este martes para presentar sus argumentos en contra del exmandatario y del resto de imputados, entre los que figuran sus dos hijos.
El jefe de los cinco fiscales ha señalado que Mubarak, de 83 años, sucumbió a las presiones familiares para arreglar la transferencia del poder a su hijo menor, Gamal, quien se encontraba al lado de su padre en la sala. Mubarak fue trasladado nuevamente en camilla desde el hospital militar en el que permanece retenido.
Un abogado de la defensa, Ismail Shaer, que ha hablado después de que la sesión fuera aplazada hasta el miércoles, ha denunciado que la acusación ha hecho declaraciones "sin ninguna base ni prueba".
Mubarak "accedió a la sucesión y sucumbió a las demandas de su familia y su esposa, que quería ser la madre del próximo presidente tras haber sido la esposa de uno", ha subrayado Mustafa Suleiman, jefe de la acusación, planteando una visión ampliamente extendida entre los egipcios y que ayudó a galvanizar la oposición a Mubarak.
En la primera de las tres audiencias que la acusación tiene para presentar sus alegatos, Suleiman no abordó el cargo de que Mubarak ordenó la muerte de los manifestantes que pedían su dimisión. Los fiscales han aclarado que llegarán a este punto en la vista de mañana.
El juez Ahmed Refaat, que preside el juicio, ha aplazado la sesión cuando Suleiman trataba de dar la palabra a otro de los fiscales. La audiencia duró unos 90 minutos, mientras que las anteriores habían durado varias horas.
Ashraf Sayyed, un abogado defensor de los derechos civiles presente en el juicio, ha considerado que la acusación ha hecho "grandes declaraciones sin ninguna prueba (...) el juez Refaat está dando a los fiscales más tiempo para ofrecer argumentos mejores y más sólidos".
Los fiscales egipcios en el juicio contra el expresidente Hosni Mubarak por su presunto papel en la muerte de manifestantes durante las protestas que llevaron a su caída han tomado el estrado por primera vez este martes para presentar sus argumentos en contra del exmandatario y del resto de imputados, entre los que figuran sus dos hijos.
El jefe de los cinco fiscales ha señalado que Mubarak, de 83 años, sucumbió a las presiones familiares para arreglar la transferencia del poder a su hijo menor, Gamal, quien se encontraba al lado de su padre en la sala. Mubarak fue trasladado nuevamente en camilla desde el hospital militar en el que permanece retenido.
Un abogado de la defensa, Ismail Shaer, que ha hablado después de que la sesión fuera aplazada hasta el miércoles, ha denunciado que la acusación ha hecho declaraciones "sin ninguna base ni prueba".
Mubarak "accedió a la sucesión y sucumbió a las demandas de su familia y su esposa, que quería ser la madre del próximo presidente tras haber sido la esposa de uno", ha subrayado Mustafa Suleiman, jefe de la acusación, planteando una visión ampliamente extendida entre los egipcios y que ayudó a galvanizar la oposición a Mubarak.
En la primera de las tres audiencias que la acusación tiene para presentar sus alegatos, Suleiman no abordó el cargo de que Mubarak ordenó la muerte de los manifestantes que pedían su dimisión. Los fiscales han aclarado que llegarán a este punto en la vista de mañana.
El juez Ahmed Refaat, que preside el juicio, ha aplazado la sesión cuando Suleiman trataba de dar la palabra a otro de los fiscales. La audiencia duró unos 90 minutos, mientras que las anteriores habían durado varias horas.
Ashraf Sayyed, un abogado defensor de los derechos civiles presente en el juicio, ha considerado que la acusación ha hecho "grandes declaraciones sin ninguna prueba (...) el juez Refaat está dando a los fiscales más tiempo para ofrecer argumentos mejores y más sólidos".