La Policía paraguaya desaloja a decenas de familias indígenas de una plaza de Asunción
Un centenar de miembros de la etnia Avá Guaraní ocupaban la plaza desde hace siete meses
Asunción, El País
La policía paraguaya ha desalojado a decenas de familias indígenas que ocupaban la céntrica Plaza Uruguaya, de Asunción, que el Ayuntamiento vallará para evitar nuevas protestas. El desalojo se produjo entre forcejeos con un centenar de miembros de la etnia Avá Guaraní. La ocupación se prolonga desde hace siete meses como forma de presionar al Gobierno a cumplir su vieja promesa de comprar para los indígenas 8.000 hectáreas de tierra en el departamento de San Pedro.
El jefe de la etnia, Panta Piris, fue detenido por resistirse a la orden judicial que disponía el desalojo. Según fuentes policiales, fueron detenidas cuatro mujeres indígenas que se ataron a los árboles para seguir en el lugar y siete activistas de grupos de izquierda que rechazan el vallado de la plaza, que suele ser el punto de reunión de numerosas protestas sociales.
"Vamos a devolverle su estado original y garantizar la seguridad de las personas que concurran a la plaza", aseguró el alcalde de Asunción, Arnaldo Samaniego. A los detractores de la iniciativa de cerrar la plaza se ha sumado esta semana el activista de derechos humanos Martín Almada con un recurso de amparo para frenar las obras, demanda que fue rechazada por la Justicia.
"Le molesta al intendente que los pobres vengan a acampar en la histórica Plaza Uruguaya, reclamando justicia, la devolución de sus tierras (..), no soporta el olor de los pobres que es el hedor del hambre, la miseria", afirmó Almada.
Los indígenas serán trasladados a un albergue transitorio de las afueras de la capital en el que recibirán alimentos y medicinas mientras se analizan sus reivindicaciones, han asegurado las fuentes policiales.
Asunción, El País
La policía paraguaya ha desalojado a decenas de familias indígenas que ocupaban la céntrica Plaza Uruguaya, de Asunción, que el Ayuntamiento vallará para evitar nuevas protestas. El desalojo se produjo entre forcejeos con un centenar de miembros de la etnia Avá Guaraní. La ocupación se prolonga desde hace siete meses como forma de presionar al Gobierno a cumplir su vieja promesa de comprar para los indígenas 8.000 hectáreas de tierra en el departamento de San Pedro.
El jefe de la etnia, Panta Piris, fue detenido por resistirse a la orden judicial que disponía el desalojo. Según fuentes policiales, fueron detenidas cuatro mujeres indígenas que se ataron a los árboles para seguir en el lugar y siete activistas de grupos de izquierda que rechazan el vallado de la plaza, que suele ser el punto de reunión de numerosas protestas sociales.
"Vamos a devolverle su estado original y garantizar la seguridad de las personas que concurran a la plaza", aseguró el alcalde de Asunción, Arnaldo Samaniego. A los detractores de la iniciativa de cerrar la plaza se ha sumado esta semana el activista de derechos humanos Martín Almada con un recurso de amparo para frenar las obras, demanda que fue rechazada por la Justicia.
"Le molesta al intendente que los pobres vengan a acampar en la histórica Plaza Uruguaya, reclamando justicia, la devolución de sus tierras (..), no soporta el olor de los pobres que es el hedor del hambre, la miseria", afirmó Almada.
Los indígenas serán trasladados a un albergue transitorio de las afueras de la capital en el que recibirán alimentos y medicinas mientras se analizan sus reivindicaciones, han asegurado las fuentes policiales.