La Liga Árabe mantiene sin cambios su misión en Siria pese a las críticas
La organización descarta pedir ayuda a la ONU para reforzar el trabajo de los observadores
Damasco, El País
La Liga Árabe acordó el domingo mantener sin cambios su misión de observadores en Siria, pese a las críticas recibidas en sus primeros diez días de actuación. Los ministros de la organización, reunidos en El Cairo, descartaron por el momento una propuesta de Catar consistente en pedir a la ONU que aportara a la misión algunos técnicos. La Liga Árabe se limitó a pedir al Gobierno de Bachar el Asad y a los “grupos armados” de la oposición que cesen de inmediato la violencia.
El jefe de la misión, el polémico general sudanés Mohamed Dabi, acusado de haber vulnerado los derechos humanos en su propio país, presentó ante la Liga Árabe un primer informe en el que señaló que el trabajo de los observadores estaba solo en sus inicios y hacía falta más tiempo para formarse una idea sobre lo que ocurría en Siria. Antes de acudir a El Cairo, el general Dabi declaró en una entrevista al dominical británico The Observer que la misión podría durar bastantes meses y que el Gobierno sirio estaba cooperando.
El objetivo de los observadores en Siria consiste en determinar si Bachar el Asad cumple o no el plan de pacificación acordado con la Liga Árabe, basado en unos cuantos puntos esenciales: retirada de las tropas a sus cuarteles, fin de la represión contra los manifestantes, liberación de los presos políticos y apertura de un proceso de diálogo con la oposición. Hasta ahora, lo único que ha hecho El Asad ha sido liberar a menos de 600 de entre los 14.000 detenidos desde el inicio de la revuelta.
El primer ministro de Catar, Haman bin Jasem al-Zani, afirmó el viernes que “si la violencia no se detiene, da igual mantener la misión o no”. “La misión hace que de alguna parte formemos [la Liga Árabe] parte de lo que está ocurriendo en Siria, y yo no quiero participar en eso”, añadió.
La violencia no se ha interrumpido en ningún momento. Tras el atentado registrado en Damasco el viernes, que mató a 26 personas y que el Gobierno atribuye a Al Qaeda, ese mismo día, según la oposición, murieron 35 personas durante las protestas contra El Asad. El sábado las víctimas mortales fueron 27 y ayer domingo, 20, incluyendo a 11 soldados, siempre según la oposición.
Damasco, El País
La Liga Árabe acordó el domingo mantener sin cambios su misión de observadores en Siria, pese a las críticas recibidas en sus primeros diez días de actuación. Los ministros de la organización, reunidos en El Cairo, descartaron por el momento una propuesta de Catar consistente en pedir a la ONU que aportara a la misión algunos técnicos. La Liga Árabe se limitó a pedir al Gobierno de Bachar el Asad y a los “grupos armados” de la oposición que cesen de inmediato la violencia.
El jefe de la misión, el polémico general sudanés Mohamed Dabi, acusado de haber vulnerado los derechos humanos en su propio país, presentó ante la Liga Árabe un primer informe en el que señaló que el trabajo de los observadores estaba solo en sus inicios y hacía falta más tiempo para formarse una idea sobre lo que ocurría en Siria. Antes de acudir a El Cairo, el general Dabi declaró en una entrevista al dominical británico The Observer que la misión podría durar bastantes meses y que el Gobierno sirio estaba cooperando.
El objetivo de los observadores en Siria consiste en determinar si Bachar el Asad cumple o no el plan de pacificación acordado con la Liga Árabe, basado en unos cuantos puntos esenciales: retirada de las tropas a sus cuarteles, fin de la represión contra los manifestantes, liberación de los presos políticos y apertura de un proceso de diálogo con la oposición. Hasta ahora, lo único que ha hecho El Asad ha sido liberar a menos de 600 de entre los 14.000 detenidos desde el inicio de la revuelta.
El primer ministro de Catar, Haman bin Jasem al-Zani, afirmó el viernes que “si la violencia no se detiene, da igual mantener la misión o no”. “La misión hace que de alguna parte formemos [la Liga Árabe] parte de lo que está ocurriendo en Siria, y yo no quiero participar en eso”, añadió.
La violencia no se ha interrumpido en ningún momento. Tras el atentado registrado en Damasco el viernes, que mató a 26 personas y que el Gobierno atribuye a Al Qaeda, ese mismo día, según la oposición, murieron 35 personas durante las protestas contra El Asad. El sábado las víctimas mortales fueron 27 y ayer domingo, 20, incluyendo a 11 soldados, siempre según la oposición.