La insólita evolución de Christina Aguilera

Curiosidades
Nadie duda que las estrellas cambian de aspecto a lo largo de los años. Las hay que pierden mucho peso, como Jennifer Hudson demostrado en una reciente campaña publicitaria, pero también las hay cuyo peso ha aumentado muy considerablemente, como Christina Aguilera. La cantante que llegara a ser un ídolo entre los más jóvenes ha dado cuenta de ello a través de su trasero, que ha sufrido una evolución tan evidente como sorprendente en menos de una década.
¿Cómo olvidar aquella joven que encandiló al público masculino en el vídeo de "Dirrty" allá por el 2002? Orgullosa de lo que Dios le había dado para ofrecer y moviendo su tonificado trasero algo ligerita de ropa, la artista dejó atrás la imagen de dulce niña buena que ofreció en su primer éxito "Genie in a Bottle". Christina se había convertido en un mito para los adolescentes.

Aunque también algunos años más tarde lucía la artista atractiva e imponente, como en la fiesta Pre-Grammy Awards en California en 2007. Esbelta y con estilo, los vestidos acariciaban sus sutiles nalgas. Un año después, su maternidad tornaría las mismas redondeándolas, lo que le daría un toque aún más sexy a la diva.

Ha sido desde entonces cuando Aguilera no ha dejado de ganar un kilo tras otro, como demostró en 2010 en la premiere de "Burlesque" en Berlín, donde un vestido rosa no ocultaría unos brazos algo entrados en carne. Pero ha sido el recién acabado 2011 el año en el que saltaron todas las alarmas. Y es que las estrellas también son seres humanos.

Superando el récord que nunca hubiese deseado alcanzar, y consciente de que sus curvas no son pasadas por alto, la treintañera se ha sentido más acomplejada que nunca. "Odia la flacidez de sus muslos", aseguró un amigo suyo a la revista In Touch. Tampoco es que su aspecto en el tributo a Michael Jackson le ayudara, pero... ¿Será 2012 el año de su resurrección como sex-symbol?