Garzón se niega a contestar a la acusación en juicio por franquismo
Madrid, AFP
El juez español Baltasar Garzón se negó hoy a contestar las preguntas de la acusación, al reanudarse ante el Tribunal Supremo en Madrid el juicio que se le sigue al célebre magistrado, acusado de prevaricación por haberse declarado competente para investigar los crímenes del franquismo.
"No voy a contestar a las preguntas de la acción popular al considerar que no está legitimada para estar en esta sala ejerciendo la acusación", dijo Garzón al explicar su negativa a responder a las preguntas de las dos organizaciones ultraderechistas, Manos Limpias y Libertad e Identidad, que presentaron la querella contra el juez, indicó DPA.
Garzón solo se declaró dispuesto a contestar a las preguntas de la defensa y de la fiscalía. Esta última apoya la petición de Garzón de que el juicio sea anulado, demanda que fue rechazada por el tribunal, que consideró válido el escrito de acusación presentado por el pseudosindicato Manos Limpias y la asociación Libertad e Identidad.
La acusación pide 20 años de inhabilitación para Garzón por haber iniciado unas diligencias sobre los desaparecidos durante el franquismo sin tener supuestamente competencia legal para ello, eludiendo la Ley de Amnistía y la Ley de Memoria Histórica. Una condena significaría el fin de la carrera judicial del juez.
Por su parte, la defensa sostiene que la acusación popular no es suficiente para sostener una causa si la Fiscalía no presenta acusación alguna, por lo que pide la nulidad del juicio. Además, acusa al juez instructor de la causa, Luciano Varela, de haber orientado a Manos Limpias a corregir los errores de su escrito de acusación para que pudiese ser aceptado como legalmente válido.
Delante de la sede del Tribunal Supremo se habían congregado nuevamente decenas de simpatizantes de Garzón que corearon consignas de repudio a las organizaciones acusatorias, calificándolas de "fascistas", al tiempo que gritaron lemas de apoyo al juez como "Garzón, amigo, el pueblo está contigo" y "Tribunal Supremo, vergüenza nacional".
Garzón, de 56 años, alcanzó renombre internacional con su persecución a los ex represores del régimen militar en Argentina (1976-1983) y por haber ordenado la detención del ex dictador chileno Augusto Pinochet en Londres, en octubre de 1998, aunque al final no consiguió su objetivo de que este fuese extraditado a España.
Suspendido desde hace dos años como juez instructor de la Audiencia Nacional española, Garzón está acusado de haber ignorado intencionadamente la Ley de Amnistía de 1977 cuando se declaró competente para investigar la desaparición de más de 100.000 personas durante la Guerra Civil (1936-1939) y la dictadura franquista (1939-1975).
Garzón acusaba al dictador Francisco Franco y a 34 exaltos funcionarios de su régimen, todos ya muertos, de crímenes de lesa humanidad. En el juicio por prevaricación abierto el 24 de enero, la fiscalía pide la absolución del acusado.
El juez Garzón también está sometido a otro juicio por prevaricación, acusado de haber violado el derecho de la defensa al haber ordenado la intervención de conversaciones en prisión entre los presuntos cabecillas de una vasta trama de corrupción y sus abogados.
El juez español Baltasar Garzón se negó hoy a contestar las preguntas de la acusación, al reanudarse ante el Tribunal Supremo en Madrid el juicio que se le sigue al célebre magistrado, acusado de prevaricación por haberse declarado competente para investigar los crímenes del franquismo.
"No voy a contestar a las preguntas de la acción popular al considerar que no está legitimada para estar en esta sala ejerciendo la acusación", dijo Garzón al explicar su negativa a responder a las preguntas de las dos organizaciones ultraderechistas, Manos Limpias y Libertad e Identidad, que presentaron la querella contra el juez, indicó DPA.
Garzón solo se declaró dispuesto a contestar a las preguntas de la defensa y de la fiscalía. Esta última apoya la petición de Garzón de que el juicio sea anulado, demanda que fue rechazada por el tribunal, que consideró válido el escrito de acusación presentado por el pseudosindicato Manos Limpias y la asociación Libertad e Identidad.
La acusación pide 20 años de inhabilitación para Garzón por haber iniciado unas diligencias sobre los desaparecidos durante el franquismo sin tener supuestamente competencia legal para ello, eludiendo la Ley de Amnistía y la Ley de Memoria Histórica. Una condena significaría el fin de la carrera judicial del juez.
Por su parte, la defensa sostiene que la acusación popular no es suficiente para sostener una causa si la Fiscalía no presenta acusación alguna, por lo que pide la nulidad del juicio. Además, acusa al juez instructor de la causa, Luciano Varela, de haber orientado a Manos Limpias a corregir los errores de su escrito de acusación para que pudiese ser aceptado como legalmente válido.
Delante de la sede del Tribunal Supremo se habían congregado nuevamente decenas de simpatizantes de Garzón que corearon consignas de repudio a las organizaciones acusatorias, calificándolas de "fascistas", al tiempo que gritaron lemas de apoyo al juez como "Garzón, amigo, el pueblo está contigo" y "Tribunal Supremo, vergüenza nacional".
Garzón, de 56 años, alcanzó renombre internacional con su persecución a los ex represores del régimen militar en Argentina (1976-1983) y por haber ordenado la detención del ex dictador chileno Augusto Pinochet en Londres, en octubre de 1998, aunque al final no consiguió su objetivo de que este fuese extraditado a España.
Suspendido desde hace dos años como juez instructor de la Audiencia Nacional española, Garzón está acusado de haber ignorado intencionadamente la Ley de Amnistía de 1977 cuando se declaró competente para investigar la desaparición de más de 100.000 personas durante la Guerra Civil (1936-1939) y la dictadura franquista (1939-1975).
Garzón acusaba al dictador Francisco Franco y a 34 exaltos funcionarios de su régimen, todos ya muertos, de crímenes de lesa humanidad. En el juicio por prevaricación abierto el 24 de enero, la fiscalía pide la absolución del acusado.
El juez Garzón también está sometido a otro juicio por prevaricación, acusado de haber violado el derecho de la defensa al haber ordenado la intervención de conversaciones en prisión entre los presuntos cabecillas de una vasta trama de corrupción y sus abogados.