Fútbol inglés: Balotelli mantiene líder al City y aleja al Tottenham
Manchester, EFE
Un gol de penalti del italiano Mario Balotelli en el minuto 95 salvó hoy los tres puntos para el Manchester City frente al equipo revelación de la liga inglesa esta temporada, el Tottenham Hotspur (3-2).
Los 'spurs', que habían remontado un 2-0 en contra en la segunda parte, vieron como se les escapaba en el último suspiro un punto que parecía asegurado en el feudo del líder de la Premier.
El resultado deja a los de Roberto Mancini con 54 puntos, seis por delante del Manchester United, obligado a ganar esta tarde al Arsenal en el Emirates, mientras que el Tottenham mantiene su tercera posición en la tabla con 46 puntos.
Conscientes de la necesidad de hacerse con la victoria para mantener la distancia con los 'diablos rojos', los 'citizens' saltaron esta tarde al campo dispuestos a resolver el choque cuanto antes, trenzando ataques rápidos con los que se plantaban en el área de los visitantes en unos pocos pases.
El español David Silva, especialmente activo esta tarde en el Etihad Stadium, reculaba una y otra vez para recoger el balón y conducirlo hacia adelante con velocidad.
Sin olvidar su obligaciones como director del centro del campo del City, el español aparecía en cualquier lugar del terreno de juego, ya fuera en su propio área para robar un balón, ya en la línea de fondo para trazar centros envenenados que buscaban invariablemente al argentino Sergio 'Kun' Agüero.
El Tottenham, por su parte, comprometido con su nuevo papel de equipo revelación de la temporada, no saltó al césped con la intención de dormir el balón ni de esperar un error de su rival para adelantarse en el marcador, sino que trataba de plantar cara a los de Mancini con sus propias armas: controlando el esférico e imprimiendo velocidad al juego.
La habilidad de los 'citizens' para triangular con precisión al primer toque decantó, sin embargo, el duelo a favor de los locales, y tras un cuarto de hora había quedado mermado el ímpetu inicial del los "spurs", que no encontraban la profundidad necesaria para inquietar al guardameta Joe Hart.
Si bien Silva y Agüero firmaron diversas ocasiones de peligro en el primer tiempo, los primeros cuarenta y cinco minutos terminaron con un 0-0 en el marcador que reflejaba la falta de acierto del City y el buen hacer defensivo de los visitantes.
Tras la reanudación, el escenario cambió drásticamente: el inicio de la segunda parte deparó diez minutos trepidantes que sacudieron el encuentro con cuatro goles consecutivos.
En el 56 llegó el primero de los 'citizens', que parecía inevitable, gracias a la culminación del francés Samir Nasri de una jugada firmada por Silva.
El español corrió con el balón pegado al pie por la zona de tres cuartos para arrastrar a los centrocampistas del Tottenham y, acto seguido, trazar un pase profundo en diagonal que desencajó a los dos centrales del Tottenham y habilitó al francés para definir con comodidad frente al guardameta Brad Friedel.
El gol sumió a los visitantes en un estado de cierta confusión, lo que aprovechó Joleon Lescott, apenas tres minutos después, para rematar un córner a la red.
El inglés llegó al segundo palo en el momento oportuno para tocar el balón ante la impasibilidad de los defensas y del guardameta de los 'spurs'.
El partido parecía sentenciado pero, lejos de amedrentarse, el Tottenham demostró en el Etihad por qué alcanzó la semana pasada al poderoso Manchester United en la clasificación.
Poco después del segundo del City, el inglés Jermain Defoe controló al borde del área un larguísimo pase y encaró la portería rival.
El portero Hart, el único obstáculo entre Defoe y su meta, vio como el delantero del Tottenham le superaba por su derecha para establecer el 2-1, y tampoco logró evitar, cinco minutos después, el segundo de los visitantes, que volvería a establecer la igualdad en el marcador.
El defensa galés Gareth Bale descerrajó en el minuto 65 un tiro desde la esquina del área que se coló a pocos centímetros del larguero e hizo inútil el esfuerzo de Hart por alcanzar el balón.
Los últimos instantes no perdieron intensidad y, tras un fallo de Jermain Defoe que podría haber dado el partido a los 'spurs', el árbitro del encuentro señaló un penalti que el italiano Mario Balotelli no dudó en transformar para dejar el definitivo 3-2 en el marcador.