Federer y Nadal, a semifinales en Australia


Melbourne, EFE
Roger Federer, número 3 del mundo, venció al argentino Juan Martín Del Potro por 6-4, 6-3 y 6-2 en el Abierto de Australia y se aseguró un lugar en las semifinales del primer Grand Slam del año. Ahora, chocará con el español Rafael Nadal, vencedor del checo Tomas Berdych.

El suizo jugó cumplió su partido número 1.000 como profesional con un papel extraordinario, e hizo parecer sencillo el triunfo ante el hombre que lo había vencido en la final del US Open 2009.

Decidido, firme, lujoso, afilado, Federer pegó en el inicio de cada uno de los sets y demostró toda su jerarquía para manejar a voluntad los tiempos del partido. Estuvo constante con su revés e hizo muchísimo daño cuando se invirtió de drive. Atacó y no dejó que su rival tomara la iniciativa. En definitiva: estuvo intratable.

El ex número uno del mundo arrancó a toda orquesta, acertando desde todos los ángulos y poniendo rápidamente en aprietos a Del Potro. En ese comienzo logró un break y se puso enseguida 3-0. Y aunque Del Potro logró recuperar el quiebre para nivelar las acciones, Roger volvió a romper el saque del argentino en el game definitivo para cerrar el set por 6-4, aprovechando una doble falta de Juan Martín en el punto final de ese parcial.

En esa primera manga, el suizo acumuló 15 tiros ganadores y apenas 4 errores no forzados.

La tendencia se mantuvo en el segundo set: el nacido Basilea se defendió bien de las embestidas con el drive del gigante de Tandil, molestó con el slice bajo, pudo desbordar sobre todo con su revés y volvió a quebrar temprano para ponerse 3-1 rápidamente en el marcador.

Federer, 3º favorito, se mostró agresivo con el saque, ganó el 93% de los puntos jugados con el primer servicio en ese parcial, y estuvo sólido en los momentos importantes: logró salvar dos oportunidades de quiebre en el último game de la segunda manga para terminar cerrándola en su primer match point.

El tercer set repitió la tónica de los anteriores: Roger salió a buscarlo de arranque, consiguió un quiebre temprano y supo mantener su ventaja. Para colmo cada vez tomaba más confianza, y terminó jugando una impresionante variedad de tiros y ángulos espectaculares para volver a quebrar y terminar con el pleito en 1 hora y 57 minutos.

El cuatro veces campeón del torneo sigue sin perder un set y avanzó a semifinales de Melbourne por novena temporada consecutiva.

Con esta victoria, además, acentuó su dominio en los enfrentamientos históricos ante el argentino, ya que ahora domina el historial por 8-2.

Roger, que busca su corona 17ª corona en un Grand Slam, jugará en semifinales con el español Rafael Nadal, que tuvo que exprimirse al máximo para doblegar a Tomas Berdych.

El jugador español pasó un mal trago ante Berdych, quien llegó a disponer de punto de set en la segunda manga para ponerse 2-0 en el partido, pero Nadal se agarró a la pista, sufrió como solo él sabe y le dio la vuelta al partido para acabar imponiéndose por 6-7 (5), 7-6 (6), 6-4 y 6-3, tras 4 horas y 16 minutos.

El primer set fue muy igualado. El checo se agarró a su saque como principal arma para mantener intactas sus opciones, mientras que Nadal consiguió dominar a su adversario en cuanto los puntos se alargaban y podía mandar con su derecha.

Así se llegó al 6-5 y Berdych atacó muy bien desde el resto el saque de Nadal y se colocó con un 0-40. El español apeló una vez más a la épica para remontar, sobre todo en el segundo punto de rotura del checo, en el que hizo una defensa increíble, tras un peloteo de casi 30 bolas, que puso en pie el Rod Laver.

Nadal
Getty ImagesNadal se deshizo de Berdych y ahora va por Federer

Tras levantar cuatro puntos de set, el número 2 mundial forzó el desempate. Ahí cobró ventaja por 5-3, pero el checo jugó muy valiente y le hizo cuatro puntos seguidos para cerrar el set, mientras Nadal recriminaba al juez de silla la bola que significó el quinto punto set de su rival.

"Tú aquí no estás de espectador, no aciertas ni una", le señaló Nadal, quien le recordó que ya había tenido que ser él quien parara el juego en otras dos ocasiones, mientras que el árbitro brasileño Carlos Bernardes le espetó: "ya sabes cual es el procedimiento", al no parar Nadal el juego en la bola que consideró mala.

Aún con ese punto en la cabeza empezó el español la segunda manga y Berdych dispuso de dos puntos de rotura, pero Nadal volvió a centrarse en la pista y salvó el juego. Sin desplegar un gran tenis logró aprovechar en mal cuarto juego al servicio del checo para quebrarle.

Ambos jugadores se tomaron una pausa y ganaron con facilidad sus servicios hasta que se llegó al decisivo 5-4 con Nadal sirviendo para ganar. El primer saque no le funcionó al balear y Berdych le apretó muchísimo con sus segundos -el talón de Aquiles del español en este partido-, lo que le permitió igualar el partido.

Pese a que Nadal dispuso de una bola de set al saque de Berdych, éste lo salvó y llevó el partido a un nuevo desempate, donde tuvo un 6-5 para llevarse también la segunda manga, pero la férrea mentalidad del español le permitió primero salvar el punto y luego llevarse el set. La batalla alcanzaba las 2 horas y media de lucha.

El sexto cabeza de serie del torneo arrancó el tercer set con un 2-0 de salida, pero Nadal emergió de nuevo. Cuatro juegos consecutivos le dieron la tranquilidad necesaria y le permitieron reencontrarse con su mejor versión. Aprovechó las lagunas de su rival para tomar por primera vez el mando del partido.

Nadal había alcanzado la velocidad de crucero. Había encontrado la tecla para responder al demoledor saque del checo y recuperó la agresividad que había perdido para volver a ser él quien mandaba en la pista.

La rotura inicial que consiguió en el cuarto set espoleó todavía más a Nadal, que no desaprovechó su ventaja para alcanzar las semifinales de Australia por tercera vez en su carrera.

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