Estados Unidos pide a Israel que no actúe contra Irán por su cuenta
El jefe del Estado Mayor, Martin Dempsey, viaja a Tel Aviv pata intentar convencer al Gobierno de Netanyahu de que deje de amenazar con atacar a Irán
Jerusalén, El País
El Jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor, el General Martin Dempsey ha viajado a Israel en una visita que los analistas han calificado de “preventiva”. El primer objetivo de la administración Obama es evitar que su mayor aliado en Oriente Próximo actúe de forma unilateral contra el enemigo común: Irán.
Dempsey llegó a Israel el jueves por la noche, manteniendo una cena privada con su homólogo israelí, el General Benny Gantz, quien les había preparado una sorpresa: el tema “New York, New York” interpretado por la banda de música del ejército en honor a la ciudad de nacimiento del jefe militar, lo que evidencia la estrecha relación de años entre ambos generales. Este viernes, Dempsey ha reunido con el Ministro de Defensa, con el Presidente de Israel, Simón Peres, y con el Primer Ministro, Benjamín Netanyahu.
En su encuentro con Peres, este se ha referido a los fuertes vínculos que unen a ambos países y sentenciado “vamos a ganar también esta batalla, que es la lucha por un mundo libre y seguro para todas las naciones”, en relación a los riesgos y amenazas que representa el común enemigo iraní. Por su parte, Dempsey ha asegurado sentirse honrado por el recibimiento a un “simple soldado”, como él mismo se definía, antes de ser acompañado por su homólogo israelí a la tradicional visita al Museo del Holocausto, Yad Vashem, de obligado cumplimiento para altos cargos y Jefes de Estado y de Gobierno.
El viaje relámpago de Dempsey, que ha regresado ya a Estados Unidos, ha vuelto a escenificar la alianza estratégica entre ambos países, en un momento de grandes convulsiones regionales pero donde Estados Unidos evita a cualquier precio una intervención militar israelí contra el que considera su principal enemigo, Irán, y en el peor momento de los posibles, meses antes de las elecciones presidenciales norteamericanas. Aunque el Ministro de Defensa israelí, Ehud Barak aseguró el jueves que no hay ningún preparativo en marcha, los analistas sospechan que Israel podría lanzar un "ataque preventivo” como ya hizo en 2007 contra un reactor nuclear sirio en desarrollo o en 1981 contra el reactor de Osiraq en Iraq.
La Administración Obama también desea una “mejor comunicación” -en palabras de Dempsey-, en el ámbito de la supuesta guerra encubierta que el servicio de inteligencia exterior israelí, el Mossad, podría estar llevando a cabo para asesinar a los científicos iraníes que participan en el programa nuclear.
Hay quienes aseguran que fueron agentes del Mossad, en colaboración con alguna organización opositora al régimen de Mahmud Ahmadineyad, los que el pasado 11 de enero adosaron una bomba lapa en el coche del director adjunto de la planta iraní de Natanz -la más importante del país para el enriquecimiento de uranio- que murió en el acto y se convirtió en la cuarta víctima de una campaña de asesinatos que comenzó hace dos años. Incluso hay fuentes que especulan con que los operativos del Mossad se hicieron pasar por agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para reclutar a sus colaboradores entre las organizaciones radicales que intentan subvertir el régimen islamista de los Mullahs. Este último asesinato coincidía en el tiempo con la condena a muerte por supuesto espionaje de un marine con doble nacionalidad iraní y estadounidense, cuyo indulto podría complicarse.
Jerusalén, El País
El Jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor, el General Martin Dempsey ha viajado a Israel en una visita que los analistas han calificado de “preventiva”. El primer objetivo de la administración Obama es evitar que su mayor aliado en Oriente Próximo actúe de forma unilateral contra el enemigo común: Irán.
Dempsey llegó a Israel el jueves por la noche, manteniendo una cena privada con su homólogo israelí, el General Benny Gantz, quien les había preparado una sorpresa: el tema “New York, New York” interpretado por la banda de música del ejército en honor a la ciudad de nacimiento del jefe militar, lo que evidencia la estrecha relación de años entre ambos generales. Este viernes, Dempsey ha reunido con el Ministro de Defensa, con el Presidente de Israel, Simón Peres, y con el Primer Ministro, Benjamín Netanyahu.
En su encuentro con Peres, este se ha referido a los fuertes vínculos que unen a ambos países y sentenciado “vamos a ganar también esta batalla, que es la lucha por un mundo libre y seguro para todas las naciones”, en relación a los riesgos y amenazas que representa el común enemigo iraní. Por su parte, Dempsey ha asegurado sentirse honrado por el recibimiento a un “simple soldado”, como él mismo se definía, antes de ser acompañado por su homólogo israelí a la tradicional visita al Museo del Holocausto, Yad Vashem, de obligado cumplimiento para altos cargos y Jefes de Estado y de Gobierno.
El viaje relámpago de Dempsey, que ha regresado ya a Estados Unidos, ha vuelto a escenificar la alianza estratégica entre ambos países, en un momento de grandes convulsiones regionales pero donde Estados Unidos evita a cualquier precio una intervención militar israelí contra el que considera su principal enemigo, Irán, y en el peor momento de los posibles, meses antes de las elecciones presidenciales norteamericanas. Aunque el Ministro de Defensa israelí, Ehud Barak aseguró el jueves que no hay ningún preparativo en marcha, los analistas sospechan que Israel podría lanzar un "ataque preventivo” como ya hizo en 2007 contra un reactor nuclear sirio en desarrollo o en 1981 contra el reactor de Osiraq en Iraq.
La Administración Obama también desea una “mejor comunicación” -en palabras de Dempsey-, en el ámbito de la supuesta guerra encubierta que el servicio de inteligencia exterior israelí, el Mossad, podría estar llevando a cabo para asesinar a los científicos iraníes que participan en el programa nuclear.
Hay quienes aseguran que fueron agentes del Mossad, en colaboración con alguna organización opositora al régimen de Mahmud Ahmadineyad, los que el pasado 11 de enero adosaron una bomba lapa en el coche del director adjunto de la planta iraní de Natanz -la más importante del país para el enriquecimiento de uranio- que murió en el acto y se convirtió en la cuarta víctima de una campaña de asesinatos que comenzó hace dos años. Incluso hay fuentes que especulan con que los operativos del Mossad se hicieron pasar por agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para reclutar a sus colaboradores entre las organizaciones radicales que intentan subvertir el régimen islamista de los Mullahs. Este último asesinato coincidía en el tiempo con la condena a muerte por supuesto espionaje de un marine con doble nacionalidad iraní y estadounidense, cuyo indulto podría complicarse.