Erdogan califica de "racista" la ley francesa sobre el genocidio

Ankara, EP
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha calificado este martes de "discriminatoria y racista" la ley aprobada por las dos Cámaras del Parlamento francés en la que se criminaliza la negación del genocidio, que entrará en vigor en un plazo de dos semanas.

Asimismo, Erdogan anunció que su Gobierno va a llevar a cabo una serie de medidas contra Francia, "paso a paso". La nueva ley francesa, que recibió el visto bueno del Senado este lunes por la noche, ha generado fuertes críticas de las autoridades turcas, que no reconocen como genocidio la matanza de armenios cometida por el Imperio Otomano hace un siglo.

Un periódico turco se ha referido al presidente francés como "Satán Sarkozy" y algunos políticos han sugerido que había que sacar a relucir el pasado colonial de Francia.

A pesar de este ambiente de tensión, Erdogan ha afirmado que aún es posible que Francia "corrija su error" y que en ese caso Ankara suspendería la aplicación de las medidas de represalia. Cuando el texto fue aprobado por la Asamblea Nacional el pasado diciembre, Ankara canceló las reuniones económicas, políticas y militares con París y llamó a consultas a su embajador en Francia.

"No permitiremos que nadie obtenga un beneficio político a costa de Turquía. El proyecto de ley aprobado en Francia es claramente discriminatorio y racista", ha subrayado el primer ministro. "Adoptaremos una postura racional y digna, aplicaremos nuestras medidas paso a paso. Ahora mismo estamos en un momento de paciencia", ha declarado ante los diputados de su partido.

Una fuente del Elíseo ha declarado a la agencia Reuters que "el presidente de la República promulgará la ley en el plazo habitual, es decir, dos semanas". El pasado 18 de enero, Sarkozy envió una carta a Erdogan que ha sido publicada ahora y en la que explica que esta ley no se ha hecho contra un país en concreto y pide que Turquía tenga en cuenta sus "intereses comunes" con Francia.

AGRADECIMIENTO DE ARMENIA

Muchos turcos ven esta ley como un insulto a su nación y un ataque a la libertad de expresión. Unas doscientas personas han protestado este martes junto a la Embajada de Francia en Ankara y el Consulado en Estambul.

Al igual que muchos historiadores y parlamentos nacionales, Armenia mantiene que cerca de un millón y medio de cristianos armenios fueron asesinados durante la Primera Guerra Mundial en lo que ahora es el este de Turquía como parte de una campaña de genocidio ordenada por el Gobierno otomano. Ankara dice que durante los enfrentamientos de aquella época murieron muchas personas de ambos bandos.

El presidente de Armenia, Serzh Sarksyan, ha enviado una carta de agradecimiento a Sarkozy. "Es un día histórico para los armenios de todo el mundo; de Armenia, de Francia, de todas partes (...). Es un día inolvidable que quedará grabado en oro en los siglos de historia de los pueblos armenio y francés", ha destacado.

Turquía acusa al presidente francés de pretender asegurarse los votos de las cerca de 500.000 personas de origen armenio que viven en el país europeo de cara a las elecciones presidenciales de la próxima primavera.

"INOPORTUNA", SEGÚN JUPPÉ

El ministro de Asuntos Exteriores galo, Alain Juppé, que se ha pronunciado en contra de la ley, propuesta por el partido de Sarkozy, ha opinado que es "inoportuna" pero ha pedido a Ankara que mantenga la calma.

"Tenemos que mantener unas buenas relaciones y superar esta fase de excesos", ha declarado en Canal+ el ministro, que ha recordado que los dos países mantienen "unas relaciones económicas y comerciales muy importantes". "Espero que la realidad de la situación no sea usurpada por las emociones", ha agregado.

La ley podría ser rechazada si unos 60 diputados franceses la remitiesen al Tribunal Constitucional y éste considerase que contraviene la Carta Magna. El presidente turco, Abudulá Gül, ha instado a los parlamentarios a emprender esa acción. "No deben olvidar que esto dejará una marca duradera en el pueblo turco. Si se convierte en definitiva, desde luego las relaciones tomarán un curso muy diferente", ha advertido.