El presidente inesperado (y rockero) de Argentina

Vladimir Hernández
BBC Mundo, Cono Sur
Empezó como un técnico en la administración pública hace más de una década, es aficionado a las guitarras eléctricas y el rock, es novio de una conocida periodista, e incluso se lo ha visto paseando por Buenos Aires en una moto Harley Davidson. Y desde este miércoles y por 20 días será el presidente de los argentinos.
Es Amado Boudou, el hombre que ocupará hasta fines de enero el cargo de mandatario mientras dure la licencia médica de Cristina Fernández de Kirchner.
Fernández de Kirchner se someterá a una cirugía este miércoles para extirparle un cáncer de tiroides que muchos médicos coinciden es perfectamente tratable y curable.

La presidenta estará de reposo por 20 días, y según señala la constitución de Argentina, su ausencia será cubierta por su segundo al mando.

Un compañero de fórmula que fue anunciado al filo de la hora antes del plazo para inscribir candidaturas y que, de manera inesperada, llevará las riendas del país.

Un salto importante para una persona que empezó a trabajar como técnico de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) en 1998.

"En la mesa chica"

"Guarda (cuidado) con lo que haces (…) no es bromita (entre risas), va también en serio"

Cristina Fernández a Amado Boudou

En medios de prensa locales se ha señalado reiteradamente que Boudou estará limitado prácticamente a "firmar decretos" que le preparen las supuestas figuras más cercanas a Fernández de Kirchner.

También se afirma que, pese a su reposo, la mandataria estará monitoreando de cerca a su sustituto.

En una de sus últimas apariciones públicas le advirtió "guarda (cuidado) con lo que haces (…) no es bromita (entre risas), va también en serio".

Sin embargo, desde el entorno cercano a Boudou se insistió a BBC Mundo que el vicepresidente "está en la mesa chica de las decisiones".

"Entre sus características está la lealtad y la capacidad. Él es parte del equipo de gobierno y forma parte del proyecto político. Ahora le tocó asumir por lo que le sucedió a la presidenta, pero es parte de un equipo", señaló un cercano colaborador de Boudou.

Comienzos y ortodoxia

El vicepresidente argentino nació en Buenos Aires, pero a temprana edad se mudó a la ciudad costera Mar del Plata.

En dicha ciudad tuvo su primer contacto con la militancia política al haber formado parte de una agrupación juvenil vinculada a un extinto partido conservador.

En la Universidad de Mar del Plata se graduó de economista (con un alto promedio) y trabajó como organizador de recitales musicales y en dos empresas de recolección de residuos, con cierto grado de éxito.

A finales de los años '90 da el salto a la administración pública, en Buenos Aires, desde donde comenzó a formar lo que quienes lo conocen describen como "un ascenso meteórico".

Poco antes de involucrarse con la corriente política del kirchnerismo, primer Néstor y ahora Cristina, Boudou efectúa unos estudios que hoy en día le generan críticas por parte de algunos de sus detractores, dentro o fuera del ámbito de los medios de comunicación.

En 2002 hizo una maestría en Economía en el Centro de Estudios Macroeconómico de Argentina (CEMA) que es visto como un lugar de promoción de la corriente neoliberal de pensamiento, donde después incluso fue docente.

Boudou con su novia, Agustina Kämpfer.

La novia de Bouduo, Agustina Kämpfer, es una presentadora de televisión.

Para algunos comentaristas en Argentina este pasado es contradictorio para un alto funcionario que participa de un gobierno que es definido como "progresista" y cuyos lineamientos pasan por favorecer más el rol del Estado que el libre mercado.

"Con ese postgrado se ha tratado de mostrar una contradicción que no existe. Haber estudiado ahí no significa nada", tercia el colaborador de Boudou.

El vicepresidente, de hecho, mostró su clara diferencia con las políticas de libre mercado al participar activamente en el proyecto que significó la estatización de los fondos de pensiones en Argentina en 2008.

"Fue el ideólogo del proyecto y con ello se fue ganando la confianza tanto de Néstor como de Cristina", agregó la fuente.

En 2009, durante el primer gobierno de Fernández de Kirchner, fue nombrado ministro de Economía, un cargo que ocupó hasta que se convirtió en vicepresidente y en el que se llevó a cabo el segundo canje de deuda externa del Estado argentino.

"Antes la economía giraba en torno al sistema financiero cuando debe girar en torno al trabajo y la inversión para que sea sustentable", señaló Boudou en un foro con empresarios poco antes de las elecciones presidenciales del 23 de octubre.

Y dejando clara su convicción con el proyecto nacional del gobierno de Fernández de Kirchner, les dijo que "la crisis (internacional de hoy en día) tiene que ver con el retiro del Estado de las actividades impositivas. Al no existir un actor que vea todo desde un conjunto sino de un modo sectorial, un sector crece por sobre los demás".

Perspectiva

Boudou fue oficializado como candidato a vicepresidente, acompañando el intento de reelección de la mandataria, al filo del cierre de la inscripción de candidaturas para los comicios.

Antes, el partido de gobierno lo había nominado como precandidato al gobierno de la ciudad de Buenos Aires, junto a otros dos dirigentes de la agrupación.

"Antes la economía giraba en torno al sistema financiero cuando debe girar en torno al trabajo y la inversión para que sea sustentable"

Amado Boudou

Pero ante lo que se percibió como una poco favorable respuesta del público, según sondeos de opinión que circularon en la prensa de línea editorial más cercana al gobierno, Boudou se retiro de dicha carrera a favor de los otros mejores posicionados en las encuestas.

Varios analistas de opinión coinciden en que ahora el vicepresidente tendrá una exposición que pudiera resultarle favorable mientras supla a Fernández de Kirchner en la presidencia.

"Hay que ver hasta dónde crece su figura", señaló a BBC Mundo Roberto Bacman, director de la consultora Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP).

La sucesión es un tema a mediano plazo que tiene el actual gobierno argentino, ante la imposibilidad constitucional que tiene la mandataria para aspirar a una nueva reelección.

Ello, y la muerte de Néstor Kirchner, parecen decretar el fin del llamado kirchnerismo dentro de cuatro años.

Pero tras el triunfo de Fernández de Kirchner en octubre, el nombre de Boudou fue lanzado al sombrero de posibles delfines.

Al ocupar temporalmente la presidencia se podría reforzar este argumento.

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