El informante de WikiLeaks, a un paso de ser juzgado en un tribunal militar
Washington, EFE
El Ejército de EE.UU. recomendó hoy que el soldado Bradley Manning, acusado de la mayor filtración de información reservada de la historia del país, sea juzgado en un tribunal militar que podría condenarlo a cadena perpetua.
El teniente coronel Paul Almanza, presidente del tribunal castrense que sometió el caso a una vista preliminar en diciembre, decidió aconsejar hoy a un estamento militar superior que juzgue en una corte marcial a Manning por la filtración de centenares de miles de documentos reservados.
Manning, de 24 años, está a un solo paso de ser sometido a un juicio castrense en el que podría ser acusado, entre otros cargos, de "ayuda al enemigo", por el que podría ser condenado a cadena perpetua.
Los otros dos 22 cargos de los que se le acusa van desde robo de bienes públicos y documentos, difundir información relativa a la defensa hasta la violación del reglamento del programa de seguridad de información del Ejército.
Almanza, que tenía hasta el 16 de enero para hacer públicas sus conclusiones, consideró que "los cargos y las especificaciones están (formulados) en la forma adecuada y que existen motivos razonables para creer que el acusado cometió los presuntos delitos".
Ahora el general de división del Ejército Michael Linnington, en la ciudad de Washington, tendrá la última palabra para decidir si acepta las recomendaciones de Almanza y procede con el juicio militar, algo que los representantes de la red de apoyo a Manning creen que se conocerá en semanas.
Según indicó a Efe Jeff Paterson, responsable de la red de apoyo a Manning, "en los procesos de los tribunales militares no suele haber tantas diferencias de opinión como en los civiles y las decisiones son más rápidas".
En la audiencia celebrada en la base militar de Fort Meade durante una semana en diciembre, la acusación presentó testimonios y pruebas informáticas que en su opinión demuestran que Manning transfirió más de 700.000 documentos clasificados a la red de WikiLeaks, fundada por el australiano Julian Assange.
Si el procesado va una corte marcial, la defensa de Manning, dirigida por el abogado David Coombs, tendrá más dificultades para presentar el caso y eventualmente recurrir debido a la rigidez de ese sistema.
Coombs basó su defensa durante la audiencia preliminar en el estado mental de Manning, que en su opinión nunca debió tener acceso a información delicada durante su despliegue en Irak, mientras que recordó que sus superiores ignoraron su comportamiento y problemas de adaptación por dudas sobre su sexualidad.
Además, tanto la defensa como la red de apoyo de Manning, consideran que la información filtrada, como cables del Departamento de Estado, vídeos y registros de las guerras de Irak y Afganistán, no pusieron en peligro a nadie ni fueron hechos públicos con el objeto de ayudar al enemigo.
Manning trabajó como analista de información en Irak desde octubre de 2009 hasta su detención en mayo de 2010, cuando un informante del Pentágono, el hacker Adrian Lamo, supuestamente lo delató.
El joven soldado pasó varios meses en prisión incomunicada, mientras activistas como Daniel Ellsberg, analista responsable de filtrar en los 70 los "Papeles del Pentágono" sobre la guerra de Vietnam, han recordado que ese confinamiento sería razón suficiente en un tribunal civil para rechazar el procesamiento de Manning.
La defensa, por su parte, pidió hoy que se permita testificar bajo juramento a otros seis testigos que no pudieron declarar por la negativa de Almanza durante la audiencia de Fort Meade, algo que según Coombs se hizo de forma impropia y con trato desigual.
Pese a todo, los registros del ordenador de Manning, en los que que se le puede leer chateando supuestamente con Julian Assange, dejan poco margen de maniobra para la defensa del soldado, cuyas supuestas filtraciones escandalizaron al Departamento de Estado y pusieron en evidencia los métodos del Ejército estadounidense.
Conforme a lo escuchado en la vista preliminar de Fort Meade, la defensa podría buscar que se rechacen los cargos de ayuda al enemigo en tiempo de guerra, el más grave, supuesto en el cual Manning podría ser condenado a 30 años de prisión.
El Ejército de EE.UU. recomendó hoy que el soldado Bradley Manning, acusado de la mayor filtración de información reservada de la historia del país, sea juzgado en un tribunal militar que podría condenarlo a cadena perpetua.
El teniente coronel Paul Almanza, presidente del tribunal castrense que sometió el caso a una vista preliminar en diciembre, decidió aconsejar hoy a un estamento militar superior que juzgue en una corte marcial a Manning por la filtración de centenares de miles de documentos reservados.
Manning, de 24 años, está a un solo paso de ser sometido a un juicio castrense en el que podría ser acusado, entre otros cargos, de "ayuda al enemigo", por el que podría ser condenado a cadena perpetua.
Los otros dos 22 cargos de los que se le acusa van desde robo de bienes públicos y documentos, difundir información relativa a la defensa hasta la violación del reglamento del programa de seguridad de información del Ejército.
Almanza, que tenía hasta el 16 de enero para hacer públicas sus conclusiones, consideró que "los cargos y las especificaciones están (formulados) en la forma adecuada y que existen motivos razonables para creer que el acusado cometió los presuntos delitos".
Ahora el general de división del Ejército Michael Linnington, en la ciudad de Washington, tendrá la última palabra para decidir si acepta las recomendaciones de Almanza y procede con el juicio militar, algo que los representantes de la red de apoyo a Manning creen que se conocerá en semanas.
Según indicó a Efe Jeff Paterson, responsable de la red de apoyo a Manning, "en los procesos de los tribunales militares no suele haber tantas diferencias de opinión como en los civiles y las decisiones son más rápidas".
En la audiencia celebrada en la base militar de Fort Meade durante una semana en diciembre, la acusación presentó testimonios y pruebas informáticas que en su opinión demuestran que Manning transfirió más de 700.000 documentos clasificados a la red de WikiLeaks, fundada por el australiano Julian Assange.
Si el procesado va una corte marcial, la defensa de Manning, dirigida por el abogado David Coombs, tendrá más dificultades para presentar el caso y eventualmente recurrir debido a la rigidez de ese sistema.
Coombs basó su defensa durante la audiencia preliminar en el estado mental de Manning, que en su opinión nunca debió tener acceso a información delicada durante su despliegue en Irak, mientras que recordó que sus superiores ignoraron su comportamiento y problemas de adaptación por dudas sobre su sexualidad.
Además, tanto la defensa como la red de apoyo de Manning, consideran que la información filtrada, como cables del Departamento de Estado, vídeos y registros de las guerras de Irak y Afganistán, no pusieron en peligro a nadie ni fueron hechos públicos con el objeto de ayudar al enemigo.
Manning trabajó como analista de información en Irak desde octubre de 2009 hasta su detención en mayo de 2010, cuando un informante del Pentágono, el hacker Adrian Lamo, supuestamente lo delató.
El joven soldado pasó varios meses en prisión incomunicada, mientras activistas como Daniel Ellsberg, analista responsable de filtrar en los 70 los "Papeles del Pentágono" sobre la guerra de Vietnam, han recordado que ese confinamiento sería razón suficiente en un tribunal civil para rechazar el procesamiento de Manning.
La defensa, por su parte, pidió hoy que se permita testificar bajo juramento a otros seis testigos que no pudieron declarar por la negativa de Almanza durante la audiencia de Fort Meade, algo que según Coombs se hizo de forma impropia y con trato desigual.
Pese a todo, los registros del ordenador de Manning, en los que que se le puede leer chateando supuestamente con Julian Assange, dejan poco margen de maniobra para la defensa del soldado, cuyas supuestas filtraciones escandalizaron al Departamento de Estado y pusieron en evidencia los métodos del Ejército estadounidense.
Conforme a lo escuchado en la vista preliminar de Fort Meade, la defensa podría buscar que se rechacen los cargos de ayuda al enemigo en tiempo de guerra, el más grave, supuesto en el cual Manning podría ser condenado a 30 años de prisión.