Egipto estudia dar inmunidad a militares por crímenes posteriores a Mubarak
Madrid, EP
Los líderes de los Hermanos Musulmanes estudian ofrecer inmunidad a los generales del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas --el órgano que dirige Egipto desde que dimitió el 11 de febrero pasado el presidente, Hosni Mubarak-- para que no sean procesados por los crímenes cometidos en el periodo posterior a la renuncia del dictador, según ha informado el diario estadounidense 'The Washington Post'.
Esta decisión forma parte de una estrategia del movimiento islamista, cuya formación política ha ganado por amplia mayoría las elecciones parlamentarias, para convencer a los mandos militares de que cedan el poder a un gobierno civil.
En varias entrevistas concedidas esta semanas, responsable de los Hermanos Musulmanes han indicado al diario 'The Washington Post' que su formación intentará aprobar leyes que reduzcan las competencias que mantiene el Consejo Supremo militar, para evitar que los mandos se extralimiten en el ejercicio de sus responsabilidades, como ha ocurrido en los últimos once meses, caracterizados por la violenta represión de las manifestaciones, similar a la ejercida en los últimos meses del régimen de Mubarak.
Los Hermanos Musulmanes pretenden garantizar a los generales, todos procedentes de la época del anterior mandatario, que no terminarán en los tribunales como le ha ocurrido al expresidente, que está siendo procesado por la matanza de civiles en manifestaciones contra el régimen.
Sin embargo, las fuentes del movimiento islamista han dejado claro que no materializarán su propuesta de inmunidad para los mandos militares si no reciben el consentimiento de las familias de los cerca de cien manifestantes que han muerto desde febrero de 2011.
Los activistas políticos de otras formaciones, que no han salido tan bien paradas en las elecciones parlamentarias, han destacado que la oferta de inmunidad que estudian los Hermanos Musulmanes demuestra que hay un pacto entre este movimiento y el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas y que los islamistas han decidido dar la espalda a los manifestantes que lograron derrocar a Mubarak.
"Los militares tendrán una salida segura y una garantía de autonomía a cambio de entregar el país a los Hermanos Musulmanes", ha opinado la portavoz del Partido Socialdemócrata egipcio, Hala Mustafá.
Durante décadas, los militares han tenido un papel central en la sociedad, la política y la economía egipcias. Sin embargo, la violenta represión de las manifestaciones en el periodo postrevolucionario ha dejado por los suelos su nivel de popularidad.
El principal portavoz de los Hermanos Musulmanes y miembro de la ejecutiva federal de este movimiento, Mahmoud Ghozlan, ha intentado dejar claro que su grupo tiene la determinación de poner fin al mando de los mandos militares.
"Cuando los militares interfieren en temas de política, la dictadura profundiza sus raíces", ha dicho, en una entrevista concedida el martes. "Por Egipto, queremos poner fin al régimen militar que comenzó en 1952 y que el poder se transfiera a una autoridad civil elegida, para poder disfrutar de libertad, democracia y Derechos Humanos", ha sentenciado.
Los líderes de los Hermanos Musulmanes estudian ofrecer inmunidad a los generales del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas --el órgano que dirige Egipto desde que dimitió el 11 de febrero pasado el presidente, Hosni Mubarak-- para que no sean procesados por los crímenes cometidos en el periodo posterior a la renuncia del dictador, según ha informado el diario estadounidense 'The Washington Post'.
Esta decisión forma parte de una estrategia del movimiento islamista, cuya formación política ha ganado por amplia mayoría las elecciones parlamentarias, para convencer a los mandos militares de que cedan el poder a un gobierno civil.
En varias entrevistas concedidas esta semanas, responsable de los Hermanos Musulmanes han indicado al diario 'The Washington Post' que su formación intentará aprobar leyes que reduzcan las competencias que mantiene el Consejo Supremo militar, para evitar que los mandos se extralimiten en el ejercicio de sus responsabilidades, como ha ocurrido en los últimos once meses, caracterizados por la violenta represión de las manifestaciones, similar a la ejercida en los últimos meses del régimen de Mubarak.
Los Hermanos Musulmanes pretenden garantizar a los generales, todos procedentes de la época del anterior mandatario, que no terminarán en los tribunales como le ha ocurrido al expresidente, que está siendo procesado por la matanza de civiles en manifestaciones contra el régimen.
Sin embargo, las fuentes del movimiento islamista han dejado claro que no materializarán su propuesta de inmunidad para los mandos militares si no reciben el consentimiento de las familias de los cerca de cien manifestantes que han muerto desde febrero de 2011.
Los activistas políticos de otras formaciones, que no han salido tan bien paradas en las elecciones parlamentarias, han destacado que la oferta de inmunidad que estudian los Hermanos Musulmanes demuestra que hay un pacto entre este movimiento y el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas y que los islamistas han decidido dar la espalda a los manifestantes que lograron derrocar a Mubarak.
"Los militares tendrán una salida segura y una garantía de autonomía a cambio de entregar el país a los Hermanos Musulmanes", ha opinado la portavoz del Partido Socialdemócrata egipcio, Hala Mustafá.
Durante décadas, los militares han tenido un papel central en la sociedad, la política y la economía egipcias. Sin embargo, la violenta represión de las manifestaciones en el periodo postrevolucionario ha dejado por los suelos su nivel de popularidad.
El principal portavoz de los Hermanos Musulmanes y miembro de la ejecutiva federal de este movimiento, Mahmoud Ghozlan, ha intentado dejar claro que su grupo tiene la determinación de poner fin al mando de los mandos militares.
"Cuando los militares interfieren en temas de política, la dictadura profundiza sus raíces", ha dicho, en una entrevista concedida el martes. "Por Egipto, queremos poner fin al régimen militar que comenzó en 1952 y que el poder se transfiera a una autoridad civil elegida, para poder disfrutar de libertad, democracia y Derechos Humanos", ha sentenciado.