EEUU ofreció asilo político a Mubarak durante las revueltas
Madrid, EP
Estados Unidos ofreció asilo político durante los primeros días de las revueltas contra el expresidente egipcio Hosni Muabarak, según la esposa del exdictador, Suzanne Mubarak, que habría cobrado 10 millones de libras esterlinas (12 millones de euros) por escribir sus memorias, según informó este martes una revista egipcia.
Hosni Mubarak dimitió el pasado 11 de febrero tras semanas de protestas contra su Gobierno en medio de manifestaciones que se extendieron por el norte de África y Oriente Próximo. Actualmente, el exmandatario se enfrenta a un juicio por ordenar disparar contra los manifestantes durante las protestas que precedieron a su caída, en las que murieron más de 800 personas.
Tras permanecer quince días detenida en una cárcel acusada de abuso de poder y corrupción, Suzanne comenzó a escribir el libro el pasado 13 de mayo. El 12 de septiembre, recibió 10 millones de libras esterlinas en una cuenta en el Banco de Inglaterra en Londres por vender los derechos de autor de sus memorias a Canongate Books, una de las principales editoriales británicas, según la revista egipcia 'Rose al Youssef', citada por la cadena 'Al Arabiya'.
El libro, 'La primera dama de Egipto: 30 años en el trono de Egipto', será publicado este año. Suzanne cuenta que Estados Unidos le ofreció asilo para su marido, ella y su familia a primeros de febrero, cuando Washington envió a El Cairo a un representante estadounidense con documentos legales para abandonar Egipto. Hosni Mubarak los rechazó.
Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Kuwait también les ofrecieron dichos documentos, pero cuando la familia llegó a la ciudad de Sharm al Sheij, en las costas del mar Rojo, tras abandonar la capital egipcia, los papeles desaparecieron.
Suzanne cuenta también que su marido pensó durante las protestas que sería incapaz de huir de su palacio en El Cairo y que acabaría siendo asesinado. Por ello la Guardia Real jamás se separó de él durante esas semanas, ni siquiera para ir al servicio.
La ex primera dama cuenta en sus memorias cómo tuvo problemas nerviosos cuando le dijeron que iban a ser arrestada, que la llevó a un intento de suicidio con pastillas. Hosni Mubarak pidió entonces que su mujer pudiera estar con él en el hospital en el que estaba ingresado. Las autoridades se lo permitieron con la condición de que no intentasen abandonar las instalaciones. La mujer del dictador explicó que tuvo que dar toda su fortuna para poder ser liberada.
Suzanne Mubarak cuenta además en el libro sus gustos por Agatha Christie y Alfred Hitchcock, por el balet y por el mundo de la aviación. Además, señala que su modelo era la reina Nazli, la madre de Faruk, el último rey de Egipto, y que tenía sueños recurrentes en los que salía disfrazada como la monarca a punto de ser ejecutada. Estas pesadillas la llevaron a un psicólogo, que también trató a su marido.
En el libro, describe su fascinación por la monarquía y cómo obligó a sus allegados a llamarla por el apelativo de "su majestad". Suzanne también habla sobre sus joyas y como el Estado egipcio confiscó todos estos bienes tras la dimisión de su marido sin que la permitieran quedarse con los objetos que consideraba como propios.
Estados Unidos ofreció asilo político durante los primeros días de las revueltas contra el expresidente egipcio Hosni Muabarak, según la esposa del exdictador, Suzanne Mubarak, que habría cobrado 10 millones de libras esterlinas (12 millones de euros) por escribir sus memorias, según informó este martes una revista egipcia.
Hosni Mubarak dimitió el pasado 11 de febrero tras semanas de protestas contra su Gobierno en medio de manifestaciones que se extendieron por el norte de África y Oriente Próximo. Actualmente, el exmandatario se enfrenta a un juicio por ordenar disparar contra los manifestantes durante las protestas que precedieron a su caída, en las que murieron más de 800 personas.
Tras permanecer quince días detenida en una cárcel acusada de abuso de poder y corrupción, Suzanne comenzó a escribir el libro el pasado 13 de mayo. El 12 de septiembre, recibió 10 millones de libras esterlinas en una cuenta en el Banco de Inglaterra en Londres por vender los derechos de autor de sus memorias a Canongate Books, una de las principales editoriales británicas, según la revista egipcia 'Rose al Youssef', citada por la cadena 'Al Arabiya'.
El libro, 'La primera dama de Egipto: 30 años en el trono de Egipto', será publicado este año. Suzanne cuenta que Estados Unidos le ofreció asilo para su marido, ella y su familia a primeros de febrero, cuando Washington envió a El Cairo a un representante estadounidense con documentos legales para abandonar Egipto. Hosni Mubarak los rechazó.
Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Kuwait también les ofrecieron dichos documentos, pero cuando la familia llegó a la ciudad de Sharm al Sheij, en las costas del mar Rojo, tras abandonar la capital egipcia, los papeles desaparecieron.
Suzanne cuenta también que su marido pensó durante las protestas que sería incapaz de huir de su palacio en El Cairo y que acabaría siendo asesinado. Por ello la Guardia Real jamás se separó de él durante esas semanas, ni siquiera para ir al servicio.
La ex primera dama cuenta en sus memorias cómo tuvo problemas nerviosos cuando le dijeron que iban a ser arrestada, que la llevó a un intento de suicidio con pastillas. Hosni Mubarak pidió entonces que su mujer pudiera estar con él en el hospital en el que estaba ingresado. Las autoridades se lo permitieron con la condición de que no intentasen abandonar las instalaciones. La mujer del dictador explicó que tuvo que dar toda su fortuna para poder ser liberada.
Suzanne Mubarak cuenta además en el libro sus gustos por Agatha Christie y Alfred Hitchcock, por el balet y por el mundo de la aviación. Además, señala que su modelo era la reina Nazli, la madre de Faruk, el último rey de Egipto, y que tenía sueños recurrentes en los que salía disfrazada como la monarca a punto de ser ejecutada. Estas pesadillas la llevaron a un psicólogo, que también trató a su marido.
En el libro, describe su fascinación por la monarquía y cómo obligó a sus allegados a llamarla por el apelativo de "su majestad". Suzanne también habla sobre sus joyas y como el Estado egipcio confiscó todos estos bienes tras la dimisión de su marido sin que la permitieran quedarse con los objetos que consideraba como propios.