Colombia reconsidera su fijación con los implantes de senos
El país que le dio al mundo la novela "Sin tetas no hay paraíso" parece estar reconsiderando su fijación con los implantes mamarios, aunque sea temporalmente.
Pero los problemas asociados a las prótesis fabricadas por la compañía francesa Poly Implant Prothese (PIP), que activaron las alarmas en varios países del mundo a finales de diciembre, han hecho que muchas mujeres la piensen dos veces antes de someterse a una operación para aumentarse el pecho.
"En las mujeres que están operadas, (el caso PIP) genera mucha preocupación. Y en las que pensaban operarse, muchas dudas", le dijo a BBC Mundo el Dr. Celso Bohórquez, coordinador del comité de comunicación y prensa de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva.
"Muchas, independientemente que estén seguras que no van a ponerles prótesis PIP, terminan diciendo: mejor me quedo así como estoy", explicó el cirujano.
"Y para lo que es la época, de alta temporada quirúrgica, los procedimientos de cirugía mamaria se redujeron", agregó.
Bohórquez está convencido de que el problema es global.
Pero el tema es especialmente sensible en Colombia, un país con una extendida industria de cirugía estética -se estima que en el país hay un cirujano plástico por cada 3.500 habitantes- en el que, según Bohórquez, las mamoplastias representan "entre el 30 y el 40%" de todos los procedimientos.
"No me los pongo"
Un buen ejemplo de las reflexiones motivadas por los problemas con los implantes marca PIP es el de Clarena Alfonso.
Alfonso, de 43 años, se colocó implantes mamarios hace tres, por sugerencia del cirujano al que acudió interesada en una operación para levantarse los senos, caídos después del nacimiento de sus hijos.
Pero a finales del año pasado fuertes dolores -inicialmente atribuidos a un encapsulamiento de una prótesis- la llevaron a planificar una operación para remplazar los implantes.
Fue sólo gracias a la cirugía, que se llevó a cabo el pasado 13 de enero, que Alfonso descubrió que ella era una de las 14.858 colombianas que según estimaciones del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima, llevarían implantes PIP.
Y que la causa de sus dolores era que uno de ellos se había reventado.
"Era una prótesis amarilla, completamente amarilla, totalmente diferente a la prótesis original. Era una masa, cortada en pedazos, y el gel no tenía cohesión", le contó a BBC Mundo.
"Por suerte no hubo tejido necrosado. Y gracias a Dios tampoco hubo una infección", agregó.
Alfonso asegura que le hubiera gustado no remplazar las prótesis, "por el miedo a que así como las PIP son malas, cualquier otra puede resultar mala más adelante".
"Es que si a mí alguien me hubiera dicho: venga, le muestro un catálogo en el que dicen las posibles complicaciones que se pueden dar, yo, con toda seguridad, no me las pongo"
Clarena Alfonso
Pero el especialista la convenció de que eso no era una opción.
"Me dijo: 'Usted aparte del hueco va a tener la piel descolgada. Psicológica y físicamente es un golpe duro para cualquier mujer'", explicó.
Pero Alfonso está segura de que si pudiera regresar en el tiempo sabiendo lo que sabe hoy jamás se sometería a una operación de aumento de senos.
"Es que si a mí alguien que ya se hubiera la cirugía me hubiera dicho: venga, le muestro un catálogo –que es el que dan con las prótesis- en el que dicen las posibles complicaciones que se pueden dar, entre ellas la contractura capsular, calcificaciones, y no se cuantas cosas otras más, yo, con toda seguridad, así me hubiera entusiasmado, no me las pongo", le dijo a BBC Mundo desde su casa en Ibagué, departamento de Tolima.
"Yo tengo hijos, yo quiero vivir y quiero ver a mis hijos crecer y tener hijos, y yo no voy a exponer mi salud a eso, por más loca ni más antojada que fuera. No me las hubiera puesto", afirmó.
Más información
El Dr. Bohórquez, sin embargo, está convencido de que más información es precisamente lo que se necesita para que las cosas vuelvan a la normalidad.
"Para que los pacientes estén tranquilos y tengan la seguridad de que nosotros como sociedad científica estamos pendientes de la situación, de colaborarles para solucionar los problemas", le explicó a BBC Mundo.
Se trata, según el coordinador del comité de comunicaciones de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, de recobrar la confianza "que siempre le hemos dado a los pacientes durante los 50 o 60 años que se han estado poniendo prótesis" y de combatir la información confusa, "y a veces mal intencionada", que está en circulación.
Y el cirujano, de más de 31 años de experiencia, está convencido que la disminución en el número de cirugías de mamas que se practican en Colombia, es sólo temporal, a pesar de las recientes campañas en pro del pecho natural.
Por lo pronto, y para minimizar sustos futuros, Bohórquez recomienda tratarse sólo con especialistas acreditados por la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica.
"Nosotros le exigimos, le solicitamos y le recomendamos a los cirujanos plásticos de la Sociedad que sólo utilicen elementos que tengan su registro sanitario y todos sus avales", explicó.
Los pacientes, por su parte, tienen que informarse muy bien y acostumbrarse a exigir y conservar toda la información relativa a los implantes.
"Eso es como la cédula, eso lo tiene uno que guardar como guarda el pasaporte", dijo Bohórquez, quien también recomienda someterse a chequeos periódicos, cada uno o dos años.
"Pero usted sabe como es la situación cuando uno se siente bien: 'yo pa que voy, si estoy bien'. Hasta cuando pasa algún tipo de circunstancia como esta", advirtió.