Chile, Brasil y Uruguay no permitirán a los barcos con bandera de Malvinas atracar en sus puertos
Buenos Aires, EP
Brasil, Chile y Uruguay han ratificado su respaldo a la petición de Argentina de prohibir que barcos con bandera de las islas Malvinas atraquen en sus puertos, con lo que desmienten las afirmaciones del ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, quien aseguró esta semana que los gobiernos de esas tres naciones sudamericanas se habían comprometido a no acatar esa solicitud.
Hague informó de que, tras "discusiones productivas y honestas", los gobiernos de Brasil, Chile y Uruguay anunciaron que no participarán en el "bloqueo económico" que intenta poner en marcha Argentina para presionar a Reino Unido en sus pelea por la soberanía de las islas Malvinas.
Estas afirmaciones causaron un gran revuelo en Buenos Aires donde el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner comenzó a establecer contactos con los países involucrados para conocer detalles de ese supuesto compromiso. La respuesta de los tres gobiernos fue un rechazo a la postura de Londres y un respaldo a la reivindicación de Argentina sobre el archipiélago.
Los ministerios de Exteriores de Uruguay y Chile difundieron sendos comunicados en los que ratificación su posición. El ministro argentino de Exteriores, Héctor Timerman, confirmó que Brasil, aunque no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre este asunto, también ha dado su respaldo a Buenos Aires.
"Uruguay considera a las islas Malvinas como una posición colonial inglesa en América Latina, y en consecuencia, no puede reconocer su pabellón", señala el comunicado del Gobierno de José Mujica. "Esta postura anticolonialista no es una posición solitaria del Uruguay, sino de América Latina en su conjunto", agrega la nota.
Los pasados 23 y 28 de diciembre el canciller uruguayo, Luis Almagro, expuso en una conversación telefónica a Hague su posición sobre la petición argentina y le aclaró que Montevideo permite recalar en sus puertos barcos "con cualquier bandera de jurisdicción reconocidos por Uruguay cuyo destino puede ser Islas Malvinas u otro".
El Gobierno de Mujica, en cambio, no autoriza recalar naves militares británicas con destino a Malvinas y esto lo hace por razones de solidaridad con Argentina, destaca la nota.
Desde el Gobierno de Sebastián Piñera se ha emitido una nota oficial similar en la que afirma que "Chile continuará aplicando, conforme al Derecho Internacional y a la legislación chilena, las medidas destinadas a impedir que embarcaciones que naveguen con la bandera de las islas Malvinas ingresen a los puertos nacionales".
Reino Unido califica esta posición de ese grupo de países como un "bloqueo comercial". En declaraciones a la BBC, Jan Cheek, integrante de la Asamblea legislativa de las islas, aseguró que esta postura es el "último intento de Argentina de presionar a sus vecinos para forzarnos a la mesa de negociaciones".
Argentina reclama a Londres la soberanía de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, que Reino Unido se anexionó en 1833. En 1982, ambos países se enfrentaron en una guerra que se saldó con la muerte de 649 militares argentinos, 255 británicos y tres civiles isleños.
MORALES OFRECE SU APOYO
Aunque su gobierno no está implicado en el supuesto bloqueo comercial, el presidente de Bolivia, Evo Morales, ha expresado su apoyo a la postura asumida por Fernández de Kirchner, al tiempo que ha rechazado el supuesto "chantaje" que Reino Unido sobre algunas naciones sudamericanas.
"Malvinas es de Argentina y por eso nosotros apoyamos la decisión del pueblo argentino, de su Gobierno, de su presidenta", ha asegurado Morales, al comparar el caso de las Malvinas con el litigio histórico que mantiene con Chile por la salida al océano Pacífico.
"El mundo sabe que en una guerra injusta los ingleses se adueñaron de Malvinas así como en 1879, transnacionales de Inglaterra aliados con el sector oligárquico chileno nos quitaron el mar", ha afirmado el mandatario indígena.
Bolivia perdió sus 400 kilómetros de costa y un total de 120.000 kilómetros cuadrados a manos de Chile con motivo de la Guerra del Pacífico, a finales del siglo XIX.