Calderón anima a Europa "a sacar el bazoca" antes de que se seque la pólvora
Davos, EFE
El presidente de México, Felipe Calderón, animó hoy a Europa a actuar con contundencia para hacer frente a la "crisis de deuda y confianza", y a poner en marcha "el famoso cortafuegos" para proteger a los países con problemas.
"Hay que sacar el bazoca inmediatamente, antes de que se seque la pólvora", dijo el mandatario mexicano durante una intervención en el Foro de Davos, junto al fundador de Microsoft, Bill Gates, en el que instó a la zona euro a aprender de los errores cometidos por América Latina en la década de 1990, y también de las soluciones.
"Hay que crear el famoso cortafuegos para ayudar a los países con dificultades, especialmente a la tercera y la cuarta economías de la zona euro, Italia y España", declaró Calderón, que consideró que facilitar la liquidez y la solvencia de estos países, a través de un decidido compromiso de respaldo financiero, es la vía de salida.
El presidente mexicano argumentó que detrás de esta lógica está la paradoja de que "cuanto más dinero se aporte para ese cortafuegos financiero, menos dinero habrá que invertir (en el pago de los intereses de la deuda) porque habrá más confianza" en los mercados.
"Si aportas poco dinero, añades dudas e incertidumbre y terminas perdiendo", continuó Calderón, que expresó su preocupación por la inacción de las autoridades europeas, especialmente de Alemania y por las "devastadoras consecuencias" que tendría en la economía y las finanzas internacionales un colapso del euro.
El presidente describió la situación en Europa, con Grecia al borde de la suspensión de pagos e Italia y España pagando intereses muy altos para sufragar su deuda, como "una bomba de tiempo a punto de estallar", que debe ser desactivada con un esfuerzo internacional coordinado "para que no nos explote encima a todos".
México preside el G-20 y Calderón quiere utilizar esta plataforma como un elemento de cooperación que fomente que la zona euro abandone "el circulo vicioso" en el que se encuentra, con un fuerte déficit, recortes fiscales y una elevada deuda con tasas de interés que hacen imposible su pago, para encontrar el "círculo virtuoso".
Calderón consideró que los problemas de Europa son responsabilidad de todos, ya que situó su origen en la decisión de romper la regla de oro de no superar el 3% de déficit, y que le sería de gran utilidad mirar la experiencia latinoamericana de hace 20 años para poder detener la hemorragia actual.
Recordó, por ejemplo, que en 1995 México era solvente pero no tenía liquidez, situación que comparó con la que atraviesa Italia en estos momentos, y que el entonces presidente, Ernesto Zedillo, dio con la tecla adecuada al combinar un fuerte ajuste fiscal, con el respaldo del Fondo Monetario Internacional y el Tesoro de EEUU.
"La cooperación internacional es imprescindible", señaló Calderón, que invitó a Alemania a asumir riesgos políticos en casa, como hizo el ex presidente de EEUU Bill Clinton hace 17 años, para ayudar a sus socios.
"Al final, México ajustó sus finanzas, recuperó la senda de crecimiento y Estados Unidos recuperó todo el dinero que prestó con un gran beneficio por el pago de intereses, por cierto", dijo.
El caso de México, en su opinión, es trasladable hoy en día a la zona euro, que debe ajustar su déficit, aprobar reformas estructurales que impulsen su competitividad y productividad, reestructurar su deuda y recibir "una enorme ayuda exterior".
El presidente de México, Felipe Calderón, animó hoy a Europa a actuar con contundencia para hacer frente a la "crisis de deuda y confianza", y a poner en marcha "el famoso cortafuegos" para proteger a los países con problemas.
"Hay que sacar el bazoca inmediatamente, antes de que se seque la pólvora", dijo el mandatario mexicano durante una intervención en el Foro de Davos, junto al fundador de Microsoft, Bill Gates, en el que instó a la zona euro a aprender de los errores cometidos por América Latina en la década de 1990, y también de las soluciones.
"Hay que crear el famoso cortafuegos para ayudar a los países con dificultades, especialmente a la tercera y la cuarta economías de la zona euro, Italia y España", declaró Calderón, que consideró que facilitar la liquidez y la solvencia de estos países, a través de un decidido compromiso de respaldo financiero, es la vía de salida.
El presidente mexicano argumentó que detrás de esta lógica está la paradoja de que "cuanto más dinero se aporte para ese cortafuegos financiero, menos dinero habrá que invertir (en el pago de los intereses de la deuda) porque habrá más confianza" en los mercados.
"Si aportas poco dinero, añades dudas e incertidumbre y terminas perdiendo", continuó Calderón, que expresó su preocupación por la inacción de las autoridades europeas, especialmente de Alemania y por las "devastadoras consecuencias" que tendría en la economía y las finanzas internacionales un colapso del euro.
El presidente describió la situación en Europa, con Grecia al borde de la suspensión de pagos e Italia y España pagando intereses muy altos para sufragar su deuda, como "una bomba de tiempo a punto de estallar", que debe ser desactivada con un esfuerzo internacional coordinado "para que no nos explote encima a todos".
México preside el G-20 y Calderón quiere utilizar esta plataforma como un elemento de cooperación que fomente que la zona euro abandone "el circulo vicioso" en el que se encuentra, con un fuerte déficit, recortes fiscales y una elevada deuda con tasas de interés que hacen imposible su pago, para encontrar el "círculo virtuoso".
Calderón consideró que los problemas de Europa son responsabilidad de todos, ya que situó su origen en la decisión de romper la regla de oro de no superar el 3% de déficit, y que le sería de gran utilidad mirar la experiencia latinoamericana de hace 20 años para poder detener la hemorragia actual.
Recordó, por ejemplo, que en 1995 México era solvente pero no tenía liquidez, situación que comparó con la que atraviesa Italia en estos momentos, y que el entonces presidente, Ernesto Zedillo, dio con la tecla adecuada al combinar un fuerte ajuste fiscal, con el respaldo del Fondo Monetario Internacional y el Tesoro de EEUU.
"La cooperación internacional es imprescindible", señaló Calderón, que invitó a Alemania a asumir riesgos políticos en casa, como hizo el ex presidente de EEUU Bill Clinton hace 17 años, para ayudar a sus socios.
"Al final, México ajustó sus finanzas, recuperó la senda de crecimiento y Estados Unidos recuperó todo el dinero que prestó con un gran beneficio por el pago de intereses, por cierto", dijo.
El caso de México, en su opinión, es trasladable hoy en día a la zona euro, que debe ajustar su déficit, aprobar reformas estructurales que impulsen su competitividad y productividad, reestructurar su deuda y recibir "una enorme ayuda exterior".