ANÁLISIS / Un pequeño entre gigantes
A pesar de sus extraordinarias dimensiones, el 'Costa Concordia' apenas ocupaba el puesto 26 entre los cruceros más grandes
Bolonia, El País
Una cadena de errores y negligencias parece ser la causa más probable del naufragio del Costa Concordia. Al margen de que todo apunta a un error humano del capitán del buque, está en el aire la pregunta: ¿son seguros los barcos de crucero? ¿Se cumplen las normas? ¿Debería ponerse un límite al tamaño de los barcos?
La normativa en seguridad marítima la establece la International Maritime Organitation (IMO), fundada en 1958 para unificar protocolos de actuación. Según la IMO, es obligatorio que todos los buques tengan un plan de seguridad y evacuación de los buques de acuerdo con el convenio SOLAS (convenio Internacional para la Seguridad de la vida Humana en el Mar) . Este convenio establece detalladamente todo lo relativo a dispositivos de salvamento, evacuación, embarcaciones y botes de rescate. Todas las compañías navieras están obligadas a cumplir con los protocolos de seguridad de la IMO y por ello reciben inspecciones anuales que controlan que se cumpla la normativa establecida. Se establece también que la tripulación reciba un entrenamiento especial en procedimientos de desembarque de emergencia, manejo de botes salvavidas y seguridad en general. Además, en cada puerto de embarque, debe realizarse una reunión de seguridad dirigida a los pasajeros, con indicaciones claras sobre el procedimiento a seguir en caso de emergencia (algo que parece que no se hizo en el Concordia, según han declarado algunos supervivientes).
El Costa Concordia era un gigante del mar, una ciudad flotante de 114.500 toneladas, 292 metros de largo por 35,5 metros de ancho con capacidad para 3.200 pasajeros y 1.000 tripulantes. Los datos son impresionantes, y a pesar de ello, solo ocupaba el puesto 26 en el ránking de los mayores barcos de pasajeros que hoy surcan los mares. El (por el momento) mayor buque de cruceros del mundo es el Allure of the Seas, de la naviera Royal Caribbean, un coloso de 225.282 toneladas para 5.400 pasajeros que se hizo a la mar en noviembre de 2010. Los siguientes cuatro puestos de la lista los ocupan otros tantos buques de esta compañía, propietaria, entre otras, de la española Pullmantur Cruise, mientras que la sexta posición es para el Norwegian Epic, de la naviera NCL, que ofrece travesías familiares con Bob Esponja y otros personajes de la cadena de dibujos animados Nickelodeon.
Según Emilio Gómez, del gabinete de prensa de Puertos del Estado, la dimensión de los barcos viene limitada por el tamaño y calado de las terminales donde deban atracar. “Probablemente el barco accidentado no podría surcar el Guadalquivir para llegar al puerto de Sevilla por cuestiones de calado, o no tendría muelles adecuados en Marín, por ejemplo” -explica. “Pero hoy en día, y salvo esas excepciones y alguna otra que pueda existir, casi todos los puertos comerciales españoles pueden recibir a cualquiera de los grandes cruceros que existen en la actualidad”.
En unas declaraciones al canal de televisión Sky News, Allan Graveson, portavoz de Union Nautilus, una asociación que representa a 23.000 trabajadores del sector naval en todo el mundo, advertía de que la altura que alcanzan algunas de estas naves .---algunas llegan a tener hasta 16 cubiertas-- las hace inestables, y aumenta el riesgo de que escoren. "Como el calado lo determinan los puertos, los ingenieros navales desarrollan el barco en altura, poniendo el mayor número posible de cubiertas, porque eso es lo que quieren sus clientes (las navieras), ya que es una manera de maximizar los ingresos." A lo que Robert Ashdown, director técnico de operaciones del European Cruise Council, una asociación que representa a 30 navieras europeas, replica: “los buques de cruceros nunca han sido tan estables como ahora”.
Pero el daño ya está hecho. Al menos 11 personas, una de ellas española, han fallecido. Existe el riesgo de un desastre ecológico. Y la bravata del capitán Francesco Schettino, que se acercó a la costa para que un miembro de su tripulación pudiese saludar a su madre, ha dañado gravemente la imagen de la compañía y de rebote a toda la industria de los cruceros. La empresa propietaria del Costa Concordia, Carnival Corp, se desplomó en la Bolsa de Londres, y estima en 95 millones de dólares (75 millones de euros al cambio actual) el coste económico del naufragio.
A pesar de todo ello, la buena salud de este sector del turismo, en permanente crecimiento desde hace dos décadas (más de 18 millones de cruceristas en 2011), hace prever que sorteará la crisis del Concordia. Las agencias especializadas en vacaciones por mar coinciden en señalar que la demanda de cruceros solo se resentirá los primeros días, aunque han suspendido temporalmente sus campañas de promoción por venta anticipada hasta ver por dónde van los tiros. España es el cuarto país emisor en Europa, con más de 600.000 pasajeros, por detrás del Reino Unido (1,6 millones), Alemania (1,2 millones) e Italia (889.000 cruceristas); el año atracaron en puertos españoles más de ocho millones de turistas (un 13% más que en 2010), y Barcelona es ya el quinto puerto más visitado del mundo
Quién es quién
Desde los años 50, las distintas navieras han ido agrupándose en unos pocos grupos que hoy controlan la industria mundial de los cruceros, un negocio que mueve cada año 35.200 millones de euros, entre ellos, 14.000 millones de gasto directo (datos de 2010). A la cabea, Carnival, la propietaria del Costa Concordia, que afronta pérdidas , y Royal Caribbean, que estrenó en 2007 la moda de los cruceros cortos, de entre tres y siete días de duración, con salida desde Barcelona.
Carnival Corporation Ltd.
La compañía de cruceros más grande del mundo, formada con capital británico, norteamericano y panameño, agrupa 12 marcas: Carnival Cruise Line, Costa Cruceros, Princess Cruises, Holland America Line, Aida Cruises, Cunard Line, la naviera española Iberocruceros, Ocean Village, P& O Cruises, Seabourn Cruises Line, Windstar Cruises y Swan Hellenic, con una flota de 96 barcos, que van desde los grandes transatlánticos, como el Queen Mary 2 hasta los lujosos motoveleros de Windstar, con mas de 160.000 camas. Su sede central está radicada en Miami. Tienen una plantilla de 10.200 trabajadores y el año 2010 tuvieron unos beneficios de 19.780 millones de dólares. Sus cruceros cubren todos los mares del globo, de Alaska a la Antártida y del Mediterráneo a Nueva Zelanda.
Royal Caribbean Cruises Ltd.
El segundo operador de cruceros del mundo. En la flota de Royal Caribbean se encuentran algunos de los mayores y más modernos del mundo, divididos en tres categorías -Vision, Voyager (los de mayor tamaño) y Radiance (con diseño de yates de lujo). Su capital está en manos norteamericanas y noruegas. Con sede en Miami, engloba a las navieras Royal Caribbean International, Celebrity Cruises, Azamara Club, la española Pullmantur y Croisieres de France.
Las líneas navieras domiciliadas en Europa son más de 45, y en ellas operan más de 124 barcos de gran tamaño con una capacidad de 76.600 camas. España y sus principales puertos concentran el 21% del turismo comunitario en este sector. El gasto medio por turista oscila entre 50 y 75 euros, si proceden de cruceros que hacen escala, y entre 200 y 300 euros para aquellos que utilizan el puerto como base. Pasar unas vacaciones en el mar cuesta hoy casi la mitad que hace 20 años, algo que ha contribuido poderosamente a esta fórmula de vacaciones. Barcelona, Canarias y Baleares, Málaga y Valencia son un referente para las principales compañías de cruceros, que Hasta el accidente del Concordia, la previsión era que para 2015 la demanda mundial de cruceros en el mundo alcanzase los 25 millones.