Al menos quince muertos por disparos de fuerzas de seguridad y ejército en Siria
El Cairo, EFE
Al menos 15 personas han muerto hoy en Siria por los disparos de miembros de las fuerzas de seguridad y del ejército, entre ellas cuatro soldados desertores y dos mujeres, informó el grupo opositor Comités de Coordinación Local.
Un día más, la represión del régimen de Bachar al Asad se cebó en la provincia de Homs (centro), donde fallecieron al menos diez personas.
Según los Comités, las fuerzas leales al régimen disparan contra todo aquel que sale a la calle cerca de un puesto de control en el barrio de Karm al Zaiton, en la ciudad de Homs, donde además una mujer fue supuestamente secuestrada junto a su hijo de dos años por los "shabiha" (matones del régimen).
Mientras, otras dos personas murieron en la provincia de Idleb (norte), una de ellas un recluta que había desertado en Yabal Zauiya y la otra una mujer que perdió la vida en un bombardeo sobre la ciudad de Maarat al Numan.
El resto de víctimas mortales se produjeron en Saqba (en las afueras de Damasco), donde murieron dos civiles, y en Manbej, cerca de la ciudad septentrional de Alepo, donde falleció una persona más.
El régimen sirio mata a diario, según denuncia la oposición, a un número relativamente constante de civiles que suelen oscilar entre los 20 y los 30, con picos especialmente sangrientos los viernes, día musulmán de la oración, cuando los manifestantes tratan de tomar las calles para exigir la renuncia de Al Asad.
La violencia persiste pese a la presencia sobre suelo sirio de una misión de observadores de la Liga Árabe, que tienen como función constatar, entre otras cosas, el cese de la violencia y la retirada de las tropas de las calles.
Los observadores permanecerán allí hasta la reunión de los titulares de Exteriores el próximo domingo y los jefes de las diplomacias deberán decidir sobre si extender la misión o retirarla.
Según la ONU, más de 5.000 personas han perdido la vida desde que comenzaron a mediados de marzo del año pasado las protestas contra el régimen de Al Asad, que acusa a "grupos armados terroristas" de estar detrás de ellas.
Al menos 15 personas han muerto hoy en Siria por los disparos de miembros de las fuerzas de seguridad y del ejército, entre ellas cuatro soldados desertores y dos mujeres, informó el grupo opositor Comités de Coordinación Local.
Un día más, la represión del régimen de Bachar al Asad se cebó en la provincia de Homs (centro), donde fallecieron al menos diez personas.
Según los Comités, las fuerzas leales al régimen disparan contra todo aquel que sale a la calle cerca de un puesto de control en el barrio de Karm al Zaiton, en la ciudad de Homs, donde además una mujer fue supuestamente secuestrada junto a su hijo de dos años por los "shabiha" (matones del régimen).
Mientras, otras dos personas murieron en la provincia de Idleb (norte), una de ellas un recluta que había desertado en Yabal Zauiya y la otra una mujer que perdió la vida en un bombardeo sobre la ciudad de Maarat al Numan.
El resto de víctimas mortales se produjeron en Saqba (en las afueras de Damasco), donde murieron dos civiles, y en Manbej, cerca de la ciudad septentrional de Alepo, donde falleció una persona más.
El régimen sirio mata a diario, según denuncia la oposición, a un número relativamente constante de civiles que suelen oscilar entre los 20 y los 30, con picos especialmente sangrientos los viernes, día musulmán de la oración, cuando los manifestantes tratan de tomar las calles para exigir la renuncia de Al Asad.
La violencia persiste pese a la presencia sobre suelo sirio de una misión de observadores de la Liga Árabe, que tienen como función constatar, entre otras cosas, el cese de la violencia y la retirada de las tropas de las calles.
Los observadores permanecerán allí hasta la reunión de los titulares de Exteriores el próximo domingo y los jefes de las diplomacias deberán decidir sobre si extender la misión o retirarla.
Según la ONU, más de 5.000 personas han perdido la vida desde que comenzaron a mediados de marzo del año pasado las protestas contra el régimen de Al Asad, que acusa a "grupos armados terroristas" de estar detrás de ellas.