Real Madrid aplastó al Savilla en el Sánchez Pizjuán
Sevilla, As
El Real Madrid volvió a demostrar que sabe levantarse después de ser golpeado y recuperó la compostura en Sevilla, de donde salió triunfante y vestido de líder. Esta victoria le permitió recordar que la felicidad existe. Basta con alejarse del Barcelona para poder disfrutarla. Mientras no se cruce con los azulgrana, el Madrid tiene claro que puede viajar por la Liga con una sonrisa en la boca. Y nadie sonríe más que Cristiano cuando los azulgrana están lejos. Se impuso el Madrid apoyándose en esa calidad que Di María lució más que nadie; en su pegada, representada por Cristiano y Callejón; y se mantuvo en pie gracias a las manos milagrosas de Casillas, que apareció cuando más falta hacía y nada de lo que estaba en juego se había ventilado todavía. La soberbia actuación del portero cerró las puertas del gol al Sevilla. El mejor guardameta del mundo dejó otra parada para el recuerdo, que trajo a la memoria aquella que le hizo en 2009 a Perotti. Su víctima esta vez fue Del Moral. Sólo Di María, que regaló dos nuevas asistencias y firmó un tanto, y Cristiano, autor de un hat-trick, estuvieron en condiciones de discutirle su condición de mejor jugador del partido.
Todo equipo serio empieza en un buen guardameta, y el Madrid tiene al mejor, y acaba en un goleador, y pocos celebran más goles que Cristiano. Las frustraciones que acumula el portugués contra el Barcelona, las conjura acribillando a goles a los demás rivales. Tácticas, sistemas y filosofías quedan justificadas para unos y destrozadas para otros por la inspiración de los futbolistas. El fútbol se resume en el talento. Lo demás no son más que adornos.
Hubiera sido deseable una mayor participación de Xabi Alonso, que apenas tuvo ni incidencia ni peso en el desarrollo del partido, pero, sobre todo, se hubiera agradecido una actuación más sensata de Pepe, expulsado por doble amarilla cuando no se había consumido el primer tiempo. Una actuación irresponsable la del central, que pese a haber recibido ya una tarjeta sacó sus brazos a pasear en un forcejeo con Negredo. Se ganó la roja y mandó a los vestuarios también al inspirado Callejón, sustituido por Albiol. Doble condena.
Se cerró con esa acción una primera parte vertiginosa, interpretada al máximo de revoluciones por Madrid y Sevilla, que recibió un castigo excesivo. No mereció irse a los vestuarios con un 0-3 en contra. Un resultado que el Madrid construyó con las dos asistencias que Di María regaló a Cristiano y Callejón y con el obús teledirigido que el portugués mandó a la portería de Javi Varas.
Apareció de inicio el Madrid con el incansable Lass como acompañante de Xabi Alonso en el mediocentro. Callejón y Cristiano ocuparon las bandas, con Di María como mediapunta por detrás de Benzema. La posición del argentino fue más que un aviso al distraído Özil y al difuminado Kaká. Si ninguno de los dos es capaz de estar a la altura del desafío que supone luchar por la titularidad del Madrid, ya saben que Mourinho no tiene ningún problema en situar a Di María en la posición de mediapunta. Mientras, el Sevilla quiso ahogar al Madrid en el centro del campo, que pobló con Medel, Trochowski y Rakitic por el centro y Navas y Del Moral por las bandas. El plan le funcionó diez minutos, hasta que se encontraron Di María y Cristiano para fabricar el primer gol. Un pase del argentino a la espalda del distraído Spahic lo aprovechó el portugués para superar a Javi Varas.
El Sevilla no se encogió con el gol, todo lo contrario. Se activó Rakitic y el croata puso en funcionamiento la maquinaria de su equipo, que exigió la mejor versión de Casillas, como ya ha quedado apuntado. Llegó primero esa parada extraterrestre a Del Moral y poco después otra más humana, pero nada sencilla a Trochowski. No se resignó a su destino el Sevilla, que puso en apuros a la dubitativa defensa del Madrid, pero que acabó quedándose sin argumentos ante la puntería del rival. Otro gran pase de Di María lo convirtió en gol Callejón con una sutil caricia al balón y a continuación llegó el golazo teledirigido de Cristiano.
El paso por los vestuarios no cambió el panorama. El Madrid controló la situación sin dificultad, pero el Sevilla se resistió a caer y si había de hacerlo, que fuera de pie. No se cansó de buscar el gol, ya con Kanouté convertido en la principal referencia de todas las maniobras ofensivas de su equipo. El malí es una pesadilla para cualquier defensa y la del Madrid no se libró de ese sufrimiento. El Sevilla encontró su premio en el gol de Jesús Navas, que batió a Casillas tras aprovechar el vacío dejado por Marcelo, más preocupado por exhibirse en ataque que por cerrar espacios en defensa. El problema para el Sevilla es que apenas tres minutos antes Di María había marcado el cuarto del Madrid, al culminar un perfecto contragolpe interpretado de forma magistral junto a Benzema. Después de la celebración, el argentino dejó su sitio a Khedira.
A esas alturas, Casillas ya había dejado alguna intervención más de mérito y al Sevilla, muy justo físicamente, comenzaba a faltarle el aire de forma más que evidente. Quizá por eso, porque cuando a uno le abandonan las fuerzas también pierde la lucidez, Manu del Moral se ganó la roja por una entrada por detrás a Xabi Alonso cuando no tenía ninguna opción de llegar a la pelota. Como tampoco llegó al balón Fazio, que atropelló a Benzema dentro del área y permitió que Cristiano transformara el penalti para completar otro hat-trick. Quedó dañado Benzema y Mourinho no quiso asumir riesgos y le cambió por Altintop, ese extraño elemento que puso la rúbrica a la goleada del Madrid después de una triangulación con Cristiano y Xabi. Se encargó de cerrarlo todo Negredo con un tanto que no alivió la dureza del castigo recibido.
Sevilla: Javi Varas; Martín Cáceres, Spahic, Fazio, Fernando Navarro (Armenteros, m.81); Medel; Jesús Navas, Trochowski (Kanouté, m.46), Rakitic (Campaña, m.68), Manu del Moral; y Negredo.
Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Xabi Alonso, Lass; Callejón (Albiol, m.45), Di María (Khedira, m.67), Cristiano Ronaldo; Benzema (Altintop, m.85).
Goles: 1-0, M.10: Cristiano Ronaldo. 0-2, M.37: Callejón. 0-3, M.41: Cristiano Ronaldo. 0-4, M.65: Di
María. 1-4, M.69: Navas. 1-5, M.85: Cristiano Ronaldo. 1-6, M.89: Altintop. 2-6, M.91: Negredo.
Árbitro: Carlos Clos Gómez (Comité Aragonés). Expulsó por doble amarilla al madridista Pepe, que las vio en los minutos 30 y 44, y con roja directa al sevillista Manu del Moral (m.74). Amonestó a los locales Rakitic (m.21), Spahic (m.52) y Kanouté (m.63), y a los visitantes Sergio Ramos (m.33), Arbeloa (m.44), Marcelo (m.44) y Lass (m.53).
Incidencias: partido de la décimo séptima jornada de Liga, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante cerca de cuarenta mil espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones. Antes del comienzo, el Sevilla rindió un homenaje en el césped al serbio Ivica Dragutinovic, el que fuera defensa sevillista, a quien el presidente, José María del Nido, entregó un recuerdo.
El Real Madrid volvió a demostrar que sabe levantarse después de ser golpeado y recuperó la compostura en Sevilla, de donde salió triunfante y vestido de líder. Esta victoria le permitió recordar que la felicidad existe. Basta con alejarse del Barcelona para poder disfrutarla. Mientras no se cruce con los azulgrana, el Madrid tiene claro que puede viajar por la Liga con una sonrisa en la boca. Y nadie sonríe más que Cristiano cuando los azulgrana están lejos. Se impuso el Madrid apoyándose en esa calidad que Di María lució más que nadie; en su pegada, representada por Cristiano y Callejón; y se mantuvo en pie gracias a las manos milagrosas de Casillas, que apareció cuando más falta hacía y nada de lo que estaba en juego se había ventilado todavía. La soberbia actuación del portero cerró las puertas del gol al Sevilla. El mejor guardameta del mundo dejó otra parada para el recuerdo, que trajo a la memoria aquella que le hizo en 2009 a Perotti. Su víctima esta vez fue Del Moral. Sólo Di María, que regaló dos nuevas asistencias y firmó un tanto, y Cristiano, autor de un hat-trick, estuvieron en condiciones de discutirle su condición de mejor jugador del partido.
Todo equipo serio empieza en un buen guardameta, y el Madrid tiene al mejor, y acaba en un goleador, y pocos celebran más goles que Cristiano. Las frustraciones que acumula el portugués contra el Barcelona, las conjura acribillando a goles a los demás rivales. Tácticas, sistemas y filosofías quedan justificadas para unos y destrozadas para otros por la inspiración de los futbolistas. El fútbol se resume en el talento. Lo demás no son más que adornos.
Hubiera sido deseable una mayor participación de Xabi Alonso, que apenas tuvo ni incidencia ni peso en el desarrollo del partido, pero, sobre todo, se hubiera agradecido una actuación más sensata de Pepe, expulsado por doble amarilla cuando no se había consumido el primer tiempo. Una actuación irresponsable la del central, que pese a haber recibido ya una tarjeta sacó sus brazos a pasear en un forcejeo con Negredo. Se ganó la roja y mandó a los vestuarios también al inspirado Callejón, sustituido por Albiol. Doble condena.
Se cerró con esa acción una primera parte vertiginosa, interpretada al máximo de revoluciones por Madrid y Sevilla, que recibió un castigo excesivo. No mereció irse a los vestuarios con un 0-3 en contra. Un resultado que el Madrid construyó con las dos asistencias que Di María regaló a Cristiano y Callejón y con el obús teledirigido que el portugués mandó a la portería de Javi Varas.
Apareció de inicio el Madrid con el incansable Lass como acompañante de Xabi Alonso en el mediocentro. Callejón y Cristiano ocuparon las bandas, con Di María como mediapunta por detrás de Benzema. La posición del argentino fue más que un aviso al distraído Özil y al difuminado Kaká. Si ninguno de los dos es capaz de estar a la altura del desafío que supone luchar por la titularidad del Madrid, ya saben que Mourinho no tiene ningún problema en situar a Di María en la posición de mediapunta. Mientras, el Sevilla quiso ahogar al Madrid en el centro del campo, que pobló con Medel, Trochowski y Rakitic por el centro y Navas y Del Moral por las bandas. El plan le funcionó diez minutos, hasta que se encontraron Di María y Cristiano para fabricar el primer gol. Un pase del argentino a la espalda del distraído Spahic lo aprovechó el portugués para superar a Javi Varas.
El Sevilla no se encogió con el gol, todo lo contrario. Se activó Rakitic y el croata puso en funcionamiento la maquinaria de su equipo, que exigió la mejor versión de Casillas, como ya ha quedado apuntado. Llegó primero esa parada extraterrestre a Del Moral y poco después otra más humana, pero nada sencilla a Trochowski. No se resignó a su destino el Sevilla, que puso en apuros a la dubitativa defensa del Madrid, pero que acabó quedándose sin argumentos ante la puntería del rival. Otro gran pase de Di María lo convirtió en gol Callejón con una sutil caricia al balón y a continuación llegó el golazo teledirigido de Cristiano.
El paso por los vestuarios no cambió el panorama. El Madrid controló la situación sin dificultad, pero el Sevilla se resistió a caer y si había de hacerlo, que fuera de pie. No se cansó de buscar el gol, ya con Kanouté convertido en la principal referencia de todas las maniobras ofensivas de su equipo. El malí es una pesadilla para cualquier defensa y la del Madrid no se libró de ese sufrimiento. El Sevilla encontró su premio en el gol de Jesús Navas, que batió a Casillas tras aprovechar el vacío dejado por Marcelo, más preocupado por exhibirse en ataque que por cerrar espacios en defensa. El problema para el Sevilla es que apenas tres minutos antes Di María había marcado el cuarto del Madrid, al culminar un perfecto contragolpe interpretado de forma magistral junto a Benzema. Después de la celebración, el argentino dejó su sitio a Khedira.
A esas alturas, Casillas ya había dejado alguna intervención más de mérito y al Sevilla, muy justo físicamente, comenzaba a faltarle el aire de forma más que evidente. Quizá por eso, porque cuando a uno le abandonan las fuerzas también pierde la lucidez, Manu del Moral se ganó la roja por una entrada por detrás a Xabi Alonso cuando no tenía ninguna opción de llegar a la pelota. Como tampoco llegó al balón Fazio, que atropelló a Benzema dentro del área y permitió que Cristiano transformara el penalti para completar otro hat-trick. Quedó dañado Benzema y Mourinho no quiso asumir riesgos y le cambió por Altintop, ese extraño elemento que puso la rúbrica a la goleada del Madrid después de una triangulación con Cristiano y Xabi. Se encargó de cerrarlo todo Negredo con un tanto que no alivió la dureza del castigo recibido.
Sevilla: Javi Varas; Martín Cáceres, Spahic, Fazio, Fernando Navarro (Armenteros, m.81); Medel; Jesús Navas, Trochowski (Kanouté, m.46), Rakitic (Campaña, m.68), Manu del Moral; y Negredo.
Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Xabi Alonso, Lass; Callejón (Albiol, m.45), Di María (Khedira, m.67), Cristiano Ronaldo; Benzema (Altintop, m.85).
Goles: 1-0, M.10: Cristiano Ronaldo. 0-2, M.37: Callejón. 0-3, M.41: Cristiano Ronaldo. 0-4, M.65: Di
María. 1-4, M.69: Navas. 1-5, M.85: Cristiano Ronaldo. 1-6, M.89: Altintop. 2-6, M.91: Negredo.
Árbitro: Carlos Clos Gómez (Comité Aragonés). Expulsó por doble amarilla al madridista Pepe, que las vio en los minutos 30 y 44, y con roja directa al sevillista Manu del Moral (m.74). Amonestó a los locales Rakitic (m.21), Spahic (m.52) y Kanouté (m.63), y a los visitantes Sergio Ramos (m.33), Arbeloa (m.44), Marcelo (m.44) y Lass (m.53).
Incidencias: partido de la décimo séptima jornada de Liga, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante cerca de cuarenta mil espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones. Antes del comienzo, el Sevilla rindió un homenaje en el césped al serbio Ivica Dragutinovic, el que fuera defensa sevillista, a quien el presidente, José María del Nido, entregó un recuerdo.