Napoli superó con mérito a un Lecce por momentos bueno
Roma, Espn
En el estadio San Paolo de Nápoli, el local le ganó a Lecce por 4 a 2 con goles de Ezequiel Lavezzi, Edinson Cavani (doblete, el segundo y el cuarto) y Bierim Dzemaili.
De esta manera, el Burro se trepó al quinto escalón de la clasificación, que por el momento ocupa en soledad con 20 unidades, mientras que Lecce, que por su parte anotó el 1 a 3 con Luís Muriel y el 2 a 4 final con Daniele Corvia, se quedó con 8 puntos y sigue inevitablemente último.
El partido fue mucho más complicado para los celestes de lo que podría parecer mirando el resultado final y el andamiento del marcador, si bien el triunfo local fue seguramente merecido.
En efecto, por casi media hora Nápoli no le encontró la vuelta al partido, encerrado en la buena presión de Lecce, que jugó muy cerrado y no le dejó espacio a los muchachos de Mazzarri.
Además, los rojoamarillos supieron crearle también alguna molestia a la retaguardia de Nápoli, gracias a un Muriel realmente muy activo. En efecto, de no haber jugado tan cerrado en esos primeros 25 minutos, el conjunto visitante hubiera podido sorprender, quizás hasta pasando en ventaja.
En cambio, como suele pasar en este tipo de enfrentamientos, al 26º un golpe de genio y un clamoroso error cambiaron el partido: la invención fue de Lavezzi, quien recibió por izquierda, se liberó bien de Cuadrado, lo volvió loco a Oddo, se metió hacia el centro y sacudió un derechazo poderoso hacia el segundo palo.
El yerro, en cambio, fue de Benassi: el balón le fue prácticamente encima pero él, en el intento de rechazarlo con los puños, se tiró inexplicablemente al piso, perdió la posición y terminó por meterlo a lado del palo a su derecha.
Con la desventaja Lecce se derritió como nieve al sol y en un cuarto de hora sufrió otros dos goles, sin mostrar ni la sombra de la buena organización previa al 1 a 0. Primero anotó Cavani, habilitado por una gran jugada de Pandev, con un mano a mano afortunado que impactó sobre Benassi pero entró igual al arco.
Después fue el turno de Dzemaili, quien recogió un despeje central de la defensa rival apenas afuera de la media luna y desee ahí la colocó cerca del palo a su izquierda, con un disparo rasante que le valió el primer gol con la remera de Nápoli.
El encuentro parecía cerrado con ese gol, pero la visita no quiso rendirse y, sobre todo, no quiso hacerlo Muriel, quien sobre el final de etapa le dio un susto a los celestes con una gran jugada sobre la línea de fondo, por derecha, en la que gambeteó dos hombres y le sirvió un balón de oro a Pasquato, pero el italiano desperdició la chance rematando muy mal.
En el complemento el Burro parecía en pleno control del match, pero al noveno minuto Mesbah favoreció con un preciso cuchillazo el corte de Muriel, quien cuerpo a cuerpo con Arónica controló el balón con delicadeza y con un rápido y perfecto toque se deshizo de su marcador, para presentarse mano a mano con De Sanctis y definir con un gran toque al segundo palo, con mucha frialdad.
Enseguida después el colombiano tuvo una buena chance para meter el 2 a 3, cuando lo anticipó bárbaro a Arónica en un centro desde la izquierda y cabeceó muy bien de anticipo, con el balón que salió a pocos centímetros del palo.
El encuentro se puso complicado para Nápoli, tanto que Mazzarri metió cambios para aguantar el resultado más que para hacer un poco de rotación, en vista del partido de Villarreal del miércoles en el que se decidirá el acceso a octavos.
De todas maneras, el Burro logró administrar el trámite y terminó por liquidarlo definitivamente al 37º: otra vez Lavezzi inventó por izquierda, pero en esta ocasión metió un balón rasante hacia el segundo palo, en donde Cavani tuvo apenas que tocarla para gritar su séptimo gol en campeonato.
Nápoli, con los tres puntos en el bolsillo, no se relajó hasta el último segundo, pero justo en ese instante sufrió el gol de Corvia, quien le ganó en el juego aéreo a Grava para conectar un centro directamente desde el córner y mandarla a guardar, anotando el inútil descuento del 2 a 4.
En el estadio San Paolo de Nápoli, el local le ganó a Lecce por 4 a 2 con goles de Ezequiel Lavezzi, Edinson Cavani (doblete, el segundo y el cuarto) y Bierim Dzemaili.
De esta manera, el Burro se trepó al quinto escalón de la clasificación, que por el momento ocupa en soledad con 20 unidades, mientras que Lecce, que por su parte anotó el 1 a 3 con Luís Muriel y el 2 a 4 final con Daniele Corvia, se quedó con 8 puntos y sigue inevitablemente último.
El partido fue mucho más complicado para los celestes de lo que podría parecer mirando el resultado final y el andamiento del marcador, si bien el triunfo local fue seguramente merecido.
En efecto, por casi media hora Nápoli no le encontró la vuelta al partido, encerrado en la buena presión de Lecce, que jugó muy cerrado y no le dejó espacio a los muchachos de Mazzarri.
Además, los rojoamarillos supieron crearle también alguna molestia a la retaguardia de Nápoli, gracias a un Muriel realmente muy activo. En efecto, de no haber jugado tan cerrado en esos primeros 25 minutos, el conjunto visitante hubiera podido sorprender, quizás hasta pasando en ventaja.
En cambio, como suele pasar en este tipo de enfrentamientos, al 26º un golpe de genio y un clamoroso error cambiaron el partido: la invención fue de Lavezzi, quien recibió por izquierda, se liberó bien de Cuadrado, lo volvió loco a Oddo, se metió hacia el centro y sacudió un derechazo poderoso hacia el segundo palo.
El yerro, en cambio, fue de Benassi: el balón le fue prácticamente encima pero él, en el intento de rechazarlo con los puños, se tiró inexplicablemente al piso, perdió la posición y terminó por meterlo a lado del palo a su derecha.
Con la desventaja Lecce se derritió como nieve al sol y en un cuarto de hora sufrió otros dos goles, sin mostrar ni la sombra de la buena organización previa al 1 a 0. Primero anotó Cavani, habilitado por una gran jugada de Pandev, con un mano a mano afortunado que impactó sobre Benassi pero entró igual al arco.
Después fue el turno de Dzemaili, quien recogió un despeje central de la defensa rival apenas afuera de la media luna y desee ahí la colocó cerca del palo a su izquierda, con un disparo rasante que le valió el primer gol con la remera de Nápoli.
El encuentro parecía cerrado con ese gol, pero la visita no quiso rendirse y, sobre todo, no quiso hacerlo Muriel, quien sobre el final de etapa le dio un susto a los celestes con una gran jugada sobre la línea de fondo, por derecha, en la que gambeteó dos hombres y le sirvió un balón de oro a Pasquato, pero el italiano desperdició la chance rematando muy mal.
En el complemento el Burro parecía en pleno control del match, pero al noveno minuto Mesbah favoreció con un preciso cuchillazo el corte de Muriel, quien cuerpo a cuerpo con Arónica controló el balón con delicadeza y con un rápido y perfecto toque se deshizo de su marcador, para presentarse mano a mano con De Sanctis y definir con un gran toque al segundo palo, con mucha frialdad.
Enseguida después el colombiano tuvo una buena chance para meter el 2 a 3, cuando lo anticipó bárbaro a Arónica en un centro desde la izquierda y cabeceó muy bien de anticipo, con el balón que salió a pocos centímetros del palo.
El encuentro se puso complicado para Nápoli, tanto que Mazzarri metió cambios para aguantar el resultado más que para hacer un poco de rotación, en vista del partido de Villarreal del miércoles en el que se decidirá el acceso a octavos.
De todas maneras, el Burro logró administrar el trámite y terminó por liquidarlo definitivamente al 37º: otra vez Lavezzi inventó por izquierda, pero en esta ocasión metió un balón rasante hacia el segundo palo, en donde Cavani tuvo apenas que tocarla para gritar su séptimo gol en campeonato.
Nápoli, con los tres puntos en el bolsillo, no se relajó hasta el último segundo, pero justo en ese instante sufrió el gol de Corvia, quien le ganó en el juego aéreo a Grava para conectar un centro directamente desde el córner y mandarla a guardar, anotando el inútil descuento del 2 a 4.