Nápoli encontró un gran Novara que lo obligó a un empate

Roma, Espn
En un partido de la decimoquinta jornada de la Serie A, Novara y Nápoli empataron por 1 a 1 en el estadio Piola con goles de Ivan Radovanovic y Bierim Dzemaili.

Ahora, el Burro suma 21 unidades en la tabla y sigue parado en quinta posición, a nueve de distancia desde la cima (en la espera del match de Juventus), mientras que los cruzados, por su parte, siguen anteúltimos pero ahora con 11 puntos.

El partido fue muy equilibrado y ofreció un buen espectáculo, jugado con grande intensidad por ambos equipos, si bine careció un poco en cuanto a ocasiones de gol.

En efecto, el conjunto local sorprendió al bajar con una actitud muy ofensiva, presionando alto en la cancha y jugando con todo el equipo muy arriba. Ésto sorprendió mucho a Nápoli, que se presentó a este encuentro con Hamsik y Dzemaili en el medio y Pandev, Lavezzi (el más peligroso de su equipo y la figura de la cancha) y Cavani adelante, en una conformación que parecía destinada a apoderarse del balón e intentar moverla con un ritmo un poco más bajo.

Así, Novara pudo jugar muy bien en los primeros 45 minutos y por momentos encerró a los celestes, pero raramente logró crearle algún peligro a De Sanctis, puesto que sus delanteros (sin dudas de buena performance) se vieron más concentrados en presionar que en penetrar la defensa visitante.

Al mismo tiempo, pero, los muchachos de Tesser le concedieron muy poco al Burro, con una defensa sólida pero sobre todo muy rápida y atenta. Claramente, visto su enorme potencial de fuego, Nápoli mostró algo en su mejor momento, más o menos a mediados de etapa, con un par de movimientos muy buenos de Cavani (el Matador llegó siempre con un segundo de retraso a la cita con el pase de sus compañeros) y un cabezazo de Maggio que salió apenas a lado.

En el complemento las cosas no cambiaron mucho, si bien los equipos, algo cansados, se abrieron un poco y claramente la visita pudo beneficiar de ese hecho. De todas maneras el partido siguió muy equilibrado hasta el minuto 25, cuando el referí le regaló un tiro libre al local a unos diez metros afuera del área.

En ese tiro libre, Radovanovic sacudió un sablazo realmente poderoso, que pasó en el medio de la barrera (Pandev se fue inexplicablemente, abriéndole la puerta del gol a su rival) y la clavó a lado del palo a la izquierda de De Sanctis, realizando el 1 a 0.

Nápoli reaccionó con todo y aplastó a novara, que tuvo un poco la culpa de retroceder demasiado. Mazzarri puso dos cambios para recuperar el marcador, pero si acertó la sustitución de Zúñiga por Arónica (muy bien el colombiano), el ingreso de Inler por Dossena se reveló bastante negativo.

Sin embargo, el Burro pudo imponer su proprio ritmo, empezó a jugar como sabe, dominando por las franjas y recuperando el balón en la zona central de la cancha. Así, tras haber creado algunas buenas chances, logró finalmente encontrar el empate el 39º: Zúñiga metió un gran cuchillazo para habilitarlo a Lavezzi por izquierda, el argentino se escapó muy bien por ese lado y metió un centro bajo para la entrada de Hamsik. El eslovaco pifió terriblemente, pero su yerro se transformó en una perfecta asistencia para Dzemaili, quien "infló la red" con un derechazo inapelable.

Los últimos minutos fueron de fuego y Nápoli no sólo hubiese podido empatar con un par de buenas chances, sino que hubiera debido favorecer de un penal al último segundo, cuando Pandev controló la pelota cerca de la línea de fondo y el arquero, pecando de excesiva impetuosidad, lo tocó abajo trabando su corrida.

El referí no cobró y, equivocándose, decidió un empate que, por lo visto en la cancha, fue sin dudas un resultado justo, porque Novara mereció sumar contra Nápoli, jugando un partido muy inteligente y de gran nivel.

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