Miles de checos despiden a Havel

República Checa declara tres días de luto por la muerte del escritor, expresidente y líder de la Revolución de Terciopelo que acabó con el comunismo. El viernes se celebrará un funeral de Estado

Praga, El País
Miles de personas han desfilado a lo largo de hoy por el castillo de Praga y otros lugares céntricos de la capital para escribir sus comentarios, en libros de condolencias, por la muerte de Václav Havel, el escritor checo, que falleció el domingo de un cáncer de pulmón a los 75 años. Esta manifestación de pésame popular demuestra el prestigio que mantenía el líder disidente que encabezó la oposición al comunismo y fue elegido presidente de Checoslovaquia tras la caída del muro de Berlín y la revolución de terciopelo.

El Gobierno checo ha declarado tres días de luto nacional y el próximo día 23 de diciembre se celebrará un funeral de Estado, al que está prevista la asistencia de varios mandatarios extranjeros. No se descarta la asistencia de la secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, quien comparte con su marido y ex presidente una antigua amistad con el intelectual checo fallecido. El pesar por la muerte de Havel se ha extendido también a Eslovaquia, que se separó pacíficamente de la República Checa en 1993 y que ha declarado un día de luto nacional, y a otros capitales europeas, como Bruselas, donde se han guardado minutos de silencio en su honor.

Los testimonios de muchos ciudadanos checos recalcan la admiración por Havel que, en palabras del jubilado Lumir Nemec, "logró algo que no creíamos posible, acabar con el comunismo sin tiros ni derramamiento de sangre". El cuerpo del expresidente, que ocupó la más alta magistratura de Checoslovaquia entre 1989 y 1993 y tras el paréntesis de la ruptura del país volvió a ocupar el cargo al frente de la República Checa hasta el año 2003, será expuesto en el castillo de Praga a partir del próximo miércoles.

Ese impresionante edificio histórico, sede de la Presidencia checa que ahora ocupa un euroescéptico como Vaclav Klaus, nunca le gustó a Havel que lo consideraba un lugar austero y poco acogedor. Mantuvo siempre Havel una actitud favorable tanto a la OTAN como a la Unión Europea y su impulso fue decisivo para el ingreso de la República Checa en esos organismos multinacionales. Esta actitud europeísta enfrentó a Havel con Klaus en más de una ocasión.

Nacido en Praga en 1936 en el seno de una familia acomodada, Havel falleció el domingo en su residencia campestre de Hradecek, una localidad al noreste de Praga, y fue atendido en los últimos tiempos por su segunda mujer, la actriz Dagmar Veskrnova, y unas monjas que han dispuesto la capilla ardiente en la Encrucijada Praguense. Desde hace años el dramaturgo y ensayista padecía cáncer de pulmón y superó varias operaciones.

Su actividad, desde que abandonó la política activa en 2003, se centró en la dirección de una fundación cultural y en una dedicación literaria que tuvo que interrumpir en sus años de presidente. Una pieza teatral de Václav Havel se estrenó en los escenarios de Praga en 2008 con el sugerente título de La retirada mientras publicaba también sus interesantes memorias tituladas Sea breve, por favor, publicadas en español por Galaxia Gutenberg / Cïrculo de Lectores.

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