Lukashenko: "lo más duro" de su labor, decidir posibles amnistías
Minsk, EP
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha asegurado que "lo más duro" de su labor al frente del país es resolver posibles amnistías, después de que dos hombres hayan sido condenados a muerte por el atentado en el metro de Minsk y puedan solicitar su perdón.
"Tendré que tomar una decisión muy pronto", ha dicho, consciente de que de él dependerá la sentencia definitiva de Dimitri Konovalov y Vladislav Kovaliov, los dos de 25 años. "Tengo que firmar un decreto y confirmar la decisión del tribunal o, si hay recursos de amnistía, mirar también esos documentos", ha avanzado.
Para Lukashenko, "esto es lo más duro del trabajo de presidente". No en vano, en el caso del atentado del metro, ocurrido en abril, el fallo fue dictado por el Tribunal Supremo y no cabe una apelación más que directamente al presidente, de quien depende en última instancia si los condenados mueren ejecutados a tiros, pero que tan sólo ha amnistiado a una persona en los últimos 16 años.
Las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos han pedido a Bielorrusia, el único país europeo que aún mantiene la pena de muerte, que no ejecute a Konovalov y Kovaliov. Estos grupos alegan que el juicio, que se prolongó durante dos meses, no cumplió con los estándares internacionales.
En los últimas dos décadas, desde la caída de la Unión Soviética, unas 400 personas han sido ejecutadas en Bielorrusia. Las autoridades aplicaron el año pasado dos penas de muerte.
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha asegurado que "lo más duro" de su labor al frente del país es resolver posibles amnistías, después de que dos hombres hayan sido condenados a muerte por el atentado en el metro de Minsk y puedan solicitar su perdón.
"Tendré que tomar una decisión muy pronto", ha dicho, consciente de que de él dependerá la sentencia definitiva de Dimitri Konovalov y Vladislav Kovaliov, los dos de 25 años. "Tengo que firmar un decreto y confirmar la decisión del tribunal o, si hay recursos de amnistía, mirar también esos documentos", ha avanzado.
Para Lukashenko, "esto es lo más duro del trabajo de presidente". No en vano, en el caso del atentado del metro, ocurrido en abril, el fallo fue dictado por el Tribunal Supremo y no cabe una apelación más que directamente al presidente, de quien depende en última instancia si los condenados mueren ejecutados a tiros, pero que tan sólo ha amnistiado a una persona en los últimos 16 años.
Las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos han pedido a Bielorrusia, el único país europeo que aún mantiene la pena de muerte, que no ejecute a Konovalov y Kovaliov. Estos grupos alegan que el juicio, que se prolongó durante dos meses, no cumplió con los estándares internacionales.
En los últimas dos décadas, desde la caída de la Unión Soviética, unas 400 personas han sido ejecutadas en Bielorrusia. Las autoridades aplicaron el año pasado dos penas de muerte.