Los muertos por el tifón 'Washi' en Filipinas ya son más de mil

Iligan, EP
El número de personas que han muerto en la isla filipina de Mindanao a causa de los efectos del tifón 'Washi' ha superado las mil, mientras los cientos de damnificados que han tenido que desplazarse intentan recuperar sus vidas y las autoridades entierran a decenas de víctimas en ciptas de hormigón.

El director ejecutivo del Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres, Benito Ramos, ha informado este miércoles de que desde el sábado pasado, cuando se produjo el tifón, al menos 1.002 personas han fallecido y varias decenas han desaparecido en Mindanao como consecuencia de los aludes de tierra, las riadas y la caída de ramas y troncos.

'Washi' es uno de los tifones más destructivos que ha pasado por Filipinas desde 2008, cuando 'Fengshen' causó la muerte de 938 personas, según el Consejo. El tifón que tuvo unas consecuencias más graves fue 'Thelma', que en 1991 afectó a la ciudad de Ormoc (en la isla de Leyte), donde dejó más de 5.000 víctimas mortales.

Rosalina de Guzmán, del departamento de datos de la agencia meteorológica nacional, ha declarado a la agencia Reuters que 'Washi' ha dejado más de 180 milímetros de lluvia durante un periodo de 24 horas en Mindanao, más de lo que se suele registrar en la zona durante un mes de diciembre entero, 113 milímetros.
LOS DESPLAZADOS VUELVEN

En esta ocasión, la mayoría de las víctimas han fallecido en las ciudades de Cagayán de Oro e Iligan y más de 275.000 personas se han quedado sin hogar. Muchas de ellas se alojan en alguno de las decenas de centros de evacuación.

Una parte de los desplazados han vuelto este miércoles a esas localidades para rehacer sus vidas y reconstruir sus viviendas. "No tenemos otro lugar a donde ir más que a nuestras casas", ha explicado una mujer, Marina, a la cadena de televisión ANC. "Tenemos que seguir con nuestra vida, reconstruir nuestra casa y olvidar esta tragedia", ha añadido.

Algunos desplazados han pasado la noche en la calle porque los colegios, iglesias, gimnasios y bases militares están saturados.

Néstor de la Cruz, cuya casa fue arrastrada por el agua hacia el mar, ha pedido ayuda a las autoridades para que su familia y sus vecinos puedan empezar de cero en un lugar más seguro. Cerca del 70 por ciento de las viviendas de su pueblo han quedado destruidas o sufrido graves desperfectos.

RECONSTRUCCIÓN

Ramos ha reconocido que "llevará un tiempo" construir nuevas comunidades para quienes se han quedado sin hogar porque ahora la prioridad es buscar a posibles supervivientes y proporcionar ayuda esencial a los damnificados.

Además, "primero hay que conseguir permisos medioambientales y demostrar que los lugares" donde se van a instalar los afectados "no son propensos a sufrir inundaciones o aludes de tierra", ha indicado.

El ministro del Interior, Jesse Robredo, ha afirmado que el presidente, Benigno Aquino, ha dado a las autoridades al menos 50 millones de pesos (más de 870.000 euros) para empezar a construir viviendas nuevas en Cagayán de Oro e Iligan.

ENTERRAR LOS CADÁVERES

En esa última ciudad, se ha empezado a enterrar los cadáveres de las víctimas, muchos de los cuales ya estaban descomponiéndose, en criptas de hormigón construidas con ese fin en un cementerio público. El martes fueron inhumados unos 50 cuerpos y el miércoles, varias decenas más.

En Cagayán de Oro, los enterramientos masivos se han pospuesto para que la Policía pueda registrar la identificación de los restos mortales de más de 600 personas.

El martes, Aquino declaró el estado de calamidad nacional y ordenó que se lleve a cabo una investigación sobre el desastre. Además, anunció que el Gobierno usará para la reconstrucción más de 1.000 millones de pesos (17,4 millones de euros) de los fondos para estados de calamidad y en préstamos con tipos de interés bajos de organismos como el Banco Mundial.

Según el Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres, los destrozos causados por las inundaciones en infraestructuras, colegios y hospitales están valorados en casi 1.000 millones de pesos. Además, el Ministerio de Agricultura ha cifrado en más de 15 millones de pesos (,ás de 260.000 euros) los daños en cultivos, principalmente de arroz y cereales.

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