Lo del Barcelona ya es una “Real” costumbre

Madrid, AFP
Nadie, ni el más optimista hincha del Real Madrid esperaba que el derby español empezara así. Iban menos de treinta segundos cuando Víctor Valdés recibió la pelota y su despeje de primera le quedó a Di María, quien la metió en el área y tras una serie de rebotes, la pelota derivó en Benzema, que dentro del rectángulo menor la empujó al gol.
Sin apartarse de su libreto, Barcelona pareció no inmutarse y a los 6’, una electrizante corrida de Messi, de derecha y hacia el medio, terminó en un zurdazo rasante que hizo lucir a Iker Casillas. El clásico había empezado con todo.

Una nueva chance de empatarlo tuvieron los de Guardiola en los pies de Xavi, pero su tiro libre fue bien rechazado por Casillas. Los de Mourinho, para nada renunciaban a atacar y tuvieron la chance de poner el 2-0 por medio de Cristiano Ronaldo, a quien le había dejado la pelota servida en el borde del área Benzema.

El tiro del portugués fue impreciso y se perdió lejos del poste izquierdo de Valdés. Bajo la lluvia, la carga de nerviosismo de cada acción de juego era enorme y esa intensidad se traducía a veces en alguna pierna puesta demasiado fuerte.

A los 29’, Messi arrancó como sólo él puede hacerlo por el medio y cuando parecía que la perdía habilitó al chileno Aléxis Sánchez, que con un derechazo rasante hizo estéril el vuelo de Casillas y marcó el 1-1.

Pese al empate, el nerviosismo continuaba y comenzaron a aparecer algunas amarillas. Incluso Messi se llevó la suya por hablar de más.

En los primeros minutos del complemento volvió el asedio del Madrid sobre la salida de los catalanes, el mismo que complicó a los de Guardiola en el inicio del juego.

A partir de esa presión, Cristiano Ronaldo tuvo dos tiros libres cerca del área de Valdés. El primero dio en la barrera y el segundo encontró firme al arquero en su palo.

Cuando Barcelona logró salir un poco del juego asfixiante que proponía su rival, con toques y movilidad, un rechazo de la defensa merengue le llegó a Xavi, que cerca de la media luna del área la agarró de aire y su tiro se desvió en Marcelo y terminó dentro del arco de Casillas.

Allí sí el equipo local acusó el golpe y, pese que pudo empatarlo en un cabezazo bajo el arco de Cristiano Ronaldo, sucumbió ante el poderío del Barça.

Pelota al ras del piso, buen pie y tranquilidad en el manejo le dieron a los catalanes el tercero, tras una acción donde participaron Iniesta, Messi y Dani Alves, que lanzó un centro para que Cesc Fábregas, de cabeza, estampara el 3-1.

Con esta victoria clásica, Barcelona se marcha feliz a Japón, donde afrontará el Mundial de Clubes y alcanza en la cima de la liga española a su rival de siempre, con 37 puntos, aunque con un partido más.

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