Las naves gemelas Grail de la NASA llegan a la Luna

NASA, AP
Las naves gemelas enviadas por la NASA para estudiar el interior de la Luna están listas para su inserción en la órbita de nuestro satélite con el encendido de motores previsto para el cambio de año. Se trata de la misión GRAIL (Gravity Recovery and Interior Laboratory), que auscultura la corteza y el núcleo lunar para discernir su estructura. La distancia desde la Tierra a la Luna es de aproximadamente 402.336 kilómetros, un trayecto que a las misiones Apolo de la NASA les llevó cerca de tres días recorrer.

Lanzadas desde Cabo Cañaveral el 10 de septiembre, las naves GRAIL (grial en castellano) han recorrido más de 4 millones de kilómetros hasta llegar permitiendo que un componente vital entre los instrumentos de la nave -el «Oscilador Ultra Estable»-, pudiera ser llegar a una temperatura de funcionamiento estable antes de que comience a hacer las mediciones científicas en la órbita lunar. «Esta misión reescribirá los libros de texto sobre la evolución de la luna», dijo Maria Zuber, investigadora principal de GRAIL en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
Esta misión reescribirá los libros de texto sobre la evolución de la luna
En su aproximación final a la Luna, los orbitadores se moverán hacia ella desde el sur, volando casi sobre el polo sur lunar. Las inserciones en la órbita lunar estarán separadas por unas 25 horas. Durante las siguientes semanas, el equipo de

Así, GRAIL ejecutará maniobras en cada nave para reducir su periodo orbital de 11,5 horas hasta poco menos de dos horas.

Al inicio de la fase científica, en marzo, ambas estarán cerca de los polos, con una órbita casi circular con una altitud de unos 55 kilómetros. Cuando comience la recolección de datos, las naves se enviarán señales de radio entre sí para medir con precisión la distancia entre ambas. Mientras vuelan sobre las áreas de mayor y menor gravedad, causada tanto por las características visibles tales como las montañas y los cráteres como por las masas ocultas bajo la superficie lunar, se moverán ligeramente.

Un instrumento a bordo de cada nave espacial medirá los cambios en su velocidad relativa con mucha precisión, y los científicos traducirán esta información en un mapa de alta resolución del campo gravitatorio de la Luna. Esta información permitirá que los científicos de la misión entiendan lo que pasa debajo de la superficie. Esta información aumentará nuestros conocimientos de cómo la Tierra y sus vecinos rocoso en el interior del sistema solar se desarrollaron hasta convertirse en los diversos mundos que vemos hoy.

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