Iglesia paraguaya ratifica condena a matrimonio gay
Paraguay, AFP
La Iglesia Católica de Paraguay ratificó hoy su condena contra iniciativas para despenalizar el aborto y aprobar el matrimonio homosexual en el país, durante la misa central de la conmemoración del día de la Virgen de Caacupé (Inmaculada Concepción).
"El varón de repente, porque quiere, desea ser mujer y vivir como mujer, y la mujer se convierte en varón y vive como varón. Y así viven desorientados", aseveró el obispo de la diócesis de Caacupé, Claudio Giménez, durante su homilía.
Señaló que "desaparecieron los principios", que la gente hace "lo que se les viene en gana" y que "la confusión no tiene límites".
"Se despoja de verdadera humanidad a la unión entre varón y mujer rebajándola a la dimensión animal", abundó el prelado.
Giménez se expresó en esos términos en la Iglesia de Caacupé, a 55 kilómetros de Asunción, donde decenas de miles de paraguayos, incluidas algunas autoridades como el vicepresidente del país, Federico Franco, se congregaron hoy como cada año en esa fecha, festivo nacional.
Insistió que "no faltan quienes convierten la capacidad generativa del hombre y de la mujer en objeto de comercio, proclamando como conquistas de la libertad lo que es pura y llanamente degradación de la persona".
También destacó que para que exista paz en Paraguay se debe impulsar la creación de fuentes de trabajo, así como el combate a la inseguridad y el narcotráfico.
También pidió el fin a las ocupaciones de las haciendas y la "solución al problema de grupos armados" en alusión al autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), una banda criminal que, según la Fiscalía, recibió adiestramiento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para perpetrar ilícitos.
Por su parte, Franco consideró atinadas las críticas realizadas por el obispo y habló sobre la responsabilidad del Estado para lograr y mejorar la convivencia entre los paraguayos.
Las críticas de Giménez fueron similares a las emitidas por los líderes de la Iglesia Católica durante la realización del novenario de la Virgen de Caacupé.
El presidente Fernando Lugo, exobispo católico y cuya gestión fue criticada en reiteradas ocasiones por los obispos, asistió este año en dos ocasiones al novenario, pero no concurrió a la misa central de este jueves, según algunos medios de prensa locales, para evitar los reproches de los prelados.
Días previos a la misa central de Caacupé y, principalmente, en la víspera, miles de personas peregrinaron a pie desde un trecho de varios kilómetros, o en carretas, desde los lugares más apartados del país y pernoctaron ante la basílica, para rendir tributo a la Patrona de los católicos paraguayos.
Paralelamente a esas celebraciones, se llevan a cabo en los alrededores de esa diócesis fiestas y ferias que también atrajeron a gran cantidad de personas.
La Iglesia Católica de Paraguay ratificó hoy su condena contra iniciativas para despenalizar el aborto y aprobar el matrimonio homosexual en el país, durante la misa central de la conmemoración del día de la Virgen de Caacupé (Inmaculada Concepción).
"El varón de repente, porque quiere, desea ser mujer y vivir como mujer, y la mujer se convierte en varón y vive como varón. Y así viven desorientados", aseveró el obispo de la diócesis de Caacupé, Claudio Giménez, durante su homilía.
Señaló que "desaparecieron los principios", que la gente hace "lo que se les viene en gana" y que "la confusión no tiene límites".
"Se despoja de verdadera humanidad a la unión entre varón y mujer rebajándola a la dimensión animal", abundó el prelado.
Giménez se expresó en esos términos en la Iglesia de Caacupé, a 55 kilómetros de Asunción, donde decenas de miles de paraguayos, incluidas algunas autoridades como el vicepresidente del país, Federico Franco, se congregaron hoy como cada año en esa fecha, festivo nacional.
Insistió que "no faltan quienes convierten la capacidad generativa del hombre y de la mujer en objeto de comercio, proclamando como conquistas de la libertad lo que es pura y llanamente degradación de la persona".
También destacó que para que exista paz en Paraguay se debe impulsar la creación de fuentes de trabajo, así como el combate a la inseguridad y el narcotráfico.
También pidió el fin a las ocupaciones de las haciendas y la "solución al problema de grupos armados" en alusión al autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), una banda criminal que, según la Fiscalía, recibió adiestramiento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para perpetrar ilícitos.
Por su parte, Franco consideró atinadas las críticas realizadas por el obispo y habló sobre la responsabilidad del Estado para lograr y mejorar la convivencia entre los paraguayos.
Las críticas de Giménez fueron similares a las emitidas por los líderes de la Iglesia Católica durante la realización del novenario de la Virgen de Caacupé.
El presidente Fernando Lugo, exobispo católico y cuya gestión fue criticada en reiteradas ocasiones por los obispos, asistió este año en dos ocasiones al novenario, pero no concurrió a la misa central de este jueves, según algunos medios de prensa locales, para evitar los reproches de los prelados.
Días previos a la misa central de Caacupé y, principalmente, en la víspera, miles de personas peregrinaron a pie desde un trecho de varios kilómetros, o en carretas, desde los lugares más apartados del país y pernoctaron ante la basílica, para rendir tributo a la Patrona de los católicos paraguayos.
Paralelamente a esas celebraciones, se llevan a cabo en los alrededores de esa diócesis fiestas y ferias que también atrajeron a gran cantidad de personas.