Humala designa un gabinete "técnico" entre recelos a una militarización
Lima, EFE
El presidente de Perú, Ollanta Humala, terminó hoy con la crisis generada por la renuncia de Salomón Lerner a la presidencia del Consejo de Ministros con una profunda remodelación en su Gobierno, que afianzó su carácter "técnico" pero entre recelos a una eventual "militarización" del ejecutivo.
En una ceremonia celebrada en el Palacio de Gobierno de Lima, Humala tomó juramento al nuevo primer ministro, el empresario y exmilitar Oscar Valdés, quien asumió el cargo en sustitución de Lerner, que renunció al cargo, de manera sorpresiva, el pasado sábado.
El gobernante ratificó en sus cargos a los ministros de Economía, Luis Miguel Castilla; de Relaciones Exteriores, Rafael Roncagliolo, y de Desarrollo e Inclusión Social, Carolina Trivelli.
También confirmó a los ministros de Educación, Patricia Salas; de Transportes y Comunicaciones, Carlos Paredes; de Comercio Exterior y Turismo, José Luis Silva; de Vivienda, René Cornejo, y de Salud, Alberto Tejada.
Los cambios se dieron en despachos como Cultura, donde la reconocida cantante Susana Baca dio paso al director teatral y experto en políticas culturales Luis Peirano, y en la cartera de la Mujer, donde la congresista Ana Jara reemplazó a la izquierdista Aída García Naranjo.
Humala también tomó juramento a José Urquizo, en Producción; a José Villena, en Trabajo; a Luis Ginocchio, en Agricultura, y a Juan José Jiménez, en Justicia.
Además, Jorge Merino asumió el Ministerio de Energía y Minas; Manuel Pulgar Vidal la cartera de Ambiente; Luis Otárola el Ministerio Defensa, y Daniel Lozada el despacho del Interior.
Sin embargo, fue la designación de Valdés la que generó mayor controversia, ya que a pesar de haber sido recibida con tranquilidad por los empresarios, algunos sectores políticos afirmaron que podía llevar a una "militarización" del régimen.
Incluso el expresidente Alejandro Toledo anunció hoy que su partido, Perú Posible, había "tomado la decisión de tomar distancia del Gobierno", en el que hasta el sábado tenía a Rudecindo Vega y Daniel Mora como ministros de Trabajo y Defensa, respectivamente.
"Perú Posible ha tomado la decisión de tomar distancia del Gobierno, pero no de la gobernabilidad democrática. Pero, finalmente, quiero que sepan que unánimemente, hemos adoptado la decisión de entrar a una guerra contra la corrupción, venga de donde venga", declaró Toledo.
El exmandatario informó, sin embargo, de que los congresistas de su bancada parlamentaria continuarán apoyando los proyectos de ley que consideren pertinentes.
"Es una nueva etapa en donde yo veo que hay mayor presencia militar y nosotros somos demócratas por definición. Le agradezco (a Humala) enormemente la oferta que nos ha hecho, pero no, gracias", indicó, al señalar que recibió el ofrecimiento para que algunos de sus militantes asuman cargos ministeriales.
Tras jurar al cargo, Valdés salió al paso de estas afirmaciones y remarcó que su gabinete será "técnico y de gestión", para dejar que el manejo político del país recaiga en el presidente Humala.
Valdés lamentó la "percepción equivocada y mala lectura" que, en su opinión, ha tenido Toledo y le recordó que el gabinete saliente tenía a exmilitares en los despachos de Defensa y de Interior, que ahora han pasado a manos de civiles.
El primer ministro también dijo que "el diálogo va a ser el arma principal que va a tener este Gobierno" y ratificó que éste "no es de izquierda ni de derecha, es de abajo hacia arriba, un gobierno que está viendo a las clases populares".
El presidente de Perú, Ollanta Humala, terminó hoy con la crisis generada por la renuncia de Salomón Lerner a la presidencia del Consejo de Ministros con una profunda remodelación en su Gobierno, que afianzó su carácter "técnico" pero entre recelos a una eventual "militarización" del ejecutivo.
En una ceremonia celebrada en el Palacio de Gobierno de Lima, Humala tomó juramento al nuevo primer ministro, el empresario y exmilitar Oscar Valdés, quien asumió el cargo en sustitución de Lerner, que renunció al cargo, de manera sorpresiva, el pasado sábado.
El gobernante ratificó en sus cargos a los ministros de Economía, Luis Miguel Castilla; de Relaciones Exteriores, Rafael Roncagliolo, y de Desarrollo e Inclusión Social, Carolina Trivelli.
También confirmó a los ministros de Educación, Patricia Salas; de Transportes y Comunicaciones, Carlos Paredes; de Comercio Exterior y Turismo, José Luis Silva; de Vivienda, René Cornejo, y de Salud, Alberto Tejada.
Los cambios se dieron en despachos como Cultura, donde la reconocida cantante Susana Baca dio paso al director teatral y experto en políticas culturales Luis Peirano, y en la cartera de la Mujer, donde la congresista Ana Jara reemplazó a la izquierdista Aída García Naranjo.
Humala también tomó juramento a José Urquizo, en Producción; a José Villena, en Trabajo; a Luis Ginocchio, en Agricultura, y a Juan José Jiménez, en Justicia.
Además, Jorge Merino asumió el Ministerio de Energía y Minas; Manuel Pulgar Vidal la cartera de Ambiente; Luis Otárola el Ministerio Defensa, y Daniel Lozada el despacho del Interior.
Sin embargo, fue la designación de Valdés la que generó mayor controversia, ya que a pesar de haber sido recibida con tranquilidad por los empresarios, algunos sectores políticos afirmaron que podía llevar a una "militarización" del régimen.
Incluso el expresidente Alejandro Toledo anunció hoy que su partido, Perú Posible, había "tomado la decisión de tomar distancia del Gobierno", en el que hasta el sábado tenía a Rudecindo Vega y Daniel Mora como ministros de Trabajo y Defensa, respectivamente.
"Perú Posible ha tomado la decisión de tomar distancia del Gobierno, pero no de la gobernabilidad democrática. Pero, finalmente, quiero que sepan que unánimemente, hemos adoptado la decisión de entrar a una guerra contra la corrupción, venga de donde venga", declaró Toledo.
El exmandatario informó, sin embargo, de que los congresistas de su bancada parlamentaria continuarán apoyando los proyectos de ley que consideren pertinentes.
"Es una nueva etapa en donde yo veo que hay mayor presencia militar y nosotros somos demócratas por definición. Le agradezco (a Humala) enormemente la oferta que nos ha hecho, pero no, gracias", indicó, al señalar que recibió el ofrecimiento para que algunos de sus militantes asuman cargos ministeriales.
Tras jurar al cargo, Valdés salió al paso de estas afirmaciones y remarcó que su gabinete será "técnico y de gestión", para dejar que el manejo político del país recaiga en el presidente Humala.
Valdés lamentó la "percepción equivocada y mala lectura" que, en su opinión, ha tenido Toledo y le recordó que el gabinete saliente tenía a exmilitares en los despachos de Defensa y de Interior, que ahora han pasado a manos de civiles.
El primer ministro también dijo que "el diálogo va a ser el arma principal que va a tener este Gobierno" y ratificó que éste "no es de izquierda ni de derecha, es de abajo hacia arriba, un gobierno que está viendo a las clases populares".