Godoy Cruz rescató un punto frente a Belgrano
Córdoba, DyNPese a jugar durante más de 65 minutos con un jugador menos, Godoy Cruz de Mendoza sumó un punto de apoyo para su objetivo de clasificar a la Copa Libertadores 2012, al igualar 1 a 1 con Belgrano en el Gigante de Alberdi.
Los cordobeses, en tanto, estiraron la racha sin triunfos en casa, pero llegaron a los 25 puntos y cumplieron con el objetivo que se habían propuesto para la primera mitad de la temporada.
César Mansanelli abrió el marcador, de tiro libre, a los ocho minutos del segundo tiempo, pero Rubén Ramírez, el goleador del campeonato, igualó sólo tres minutos más tarde para Godoy Cruz.
El partido se inició con el equipo mendocino manejando mejor la pelota, pero Belgrano no tardaría en asumir la iniciativa.
De a poco, el local se fue animando. A los 17, Mansanelli ejecutó un tiro libre que se estrelló justo en el vértice del ángulo superior derecho del arco defendido por Sebastián Torrico. Fue un aviso.
Cuando el Pirata acorralaba a su rival, Nicolás Olmedo vio la tarjeta roja por doble amonestación y Godoy Cruz se quedó con uno menos. Iban 24 minutos.
A los 28, se lo perdió de nuevo el local, cuando un cabezazo de Luciano Lollo se fue al lado del palo.
El juego se hizo intenso porque, de contragolpe, el Tomba también lastimaba. Así fue como Diego Villar, a los 28, definió mal ante la salida de Olave y dilapidó la chance más clara que tuvo la visita en la etapa inicial.
En el inicio del complemento, Godoy Cruz ratificó su decisión de esperar y salir de contra. Así, a los cuatro minutos Gonzalo Cabrera sacó un remate bajo y esquinado que se fue muy cerca del arco defendido por Olave.
Sin embargo, la presión de Belgrano tendría sus frutos. A los ocho minutos, Mansanelli, que ya había avisado, volvió a ejecutar con maestría un tiro libre, pero esta vez fue adentro.
Sólo tres minutos después de la apertura del marcador, Ramírez recibió un pelotazo frontal, ante el quedo de todo el fondo pirata, y definió por encima de Olave para poner el 1 a 1.
El resto del partido se consumió entre la impotencia de Belgrano y el conformismo de Godoy Cruz por un punto por el que peleó con uñas y dientes, pero sin perder el orden.
