Francia condena a su segunda cadena perpetua al terrorista 'El Chacal'
París, EP
Un tribunal francés ha condenado este jueves a su segunda cadena perpetua a Ilich Ramírez Sánchez, el terrorista venezolano conocido como Carlos 'El Chacal', por una serie de atentados cometidos entre 1982 y 1983 que se cobraron la vida de once personas e hirieron a unas 200.
Los siete magistrados que integran el tribunal han decidido que 'El Chacal' cumpla un mínimo de 18 años en prisión, que se suman al mínimo de 20 que está cumpliendo en la cárcel parisina de La Santé por la primera cadena perpetua a la que fue condenado en 1997 por el asesinato de dos agentes del servicio secreto francés y de un informador.
Así, el tribunal ha accedido por completo a la petición de la Fiscalía, cuyos representantes han argumentado que debido a su "extrema peligrosidad", debía ser condenado a cadena perpetua. "Es notable la clara intención de Ilich Ramírez Sánchez de deshacerse de cualquier persona que se interponga en su camino y por cualquier medio que sea necesario", dijo el fiscal Jean-François Ricard.
En esta ocasión, ha sido condenado por cometer cuatro atentados con bomba contra un tren que circulaba desde Toulouse a París, en el que murieron cinco personas; un tren de la Línea de Alta Velocidad (TGV), en el que murieron tres personas; la estación de tren de Marsella, en el que murieron dos personas; y la sede de la revista 'Al Watan Al Arabi' en París, en el que murió una persona.
En línea con lo manifestado por los responsables policiales de la investigación, la Fiscalía ha argumentado que el terrorista venezolano planeó esta ola de atentados en represalia por la detención de dos integrantes de su organización, entre ellos su amante, Magdalena Kopp.
Por su parte, la defensa ha pedido su absolución al considerar que el juicio contra su cliente es de carácter "político" y que las pruebas presentadas en su contra son testimonios variables y documentos facilitados por los servicios de Inteligencia de los países del Este de Europa.
En este sentido, 'El Chacal' se ha definido como un "chivo expiatorio" y se ha cuestionado por qué nadie ha sido detenido en Francia por estos atentados. "Estoy en prisión por un caso que ya ha sido prejuzgado. No hay nada que me conecte con esos atentados", ha dicho 'El Chacal' al tribunal.
Durante un monólogo de cinco horas, el terrorista venezolano se ha definido como un "mártir viviente", asumiendo que iba a ser condenado por estos atentados. "La muerte en prisión es el destino de un revolucionario", ha sentenciado.
Al término de su intervención ha leído una carta que, según ha explicado, contenía la última voluntad del depuesto líder libio Muamar Gadafi. "Continuaré con la lucha", ha dicho, arrancando los aplausos de una decena de seguidores que han levantado el puño. "'Salam Alaikum (la paz sea con vosotros)", ha terminado, levantando también el puño.
En sesiones anteriores, ha contado historias de la lucha armada, en las que ha manifestado cierta nostalgia por la pérdida de algunos "camaradas". Los temas han sido muy variados, entre ellos destacan la "estrategia sionista", los pasaportes soviéticos, las drogas y la pena de muerte.
Desde su arresto en Jartum (Sudán) en 1994, el único delito que ha reconocido es el que le lanzó a la fama internacional el 21 de diciembre de 1975, cuando asaltó la sede de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en Viena, tomando consigo a 60 rehenes "en nombre de la causa palestina". El secuestro se saldó con tres fallecidos.
Un tribunal francés ha condenado este jueves a su segunda cadena perpetua a Ilich Ramírez Sánchez, el terrorista venezolano conocido como Carlos 'El Chacal', por una serie de atentados cometidos entre 1982 y 1983 que se cobraron la vida de once personas e hirieron a unas 200.
Los siete magistrados que integran el tribunal han decidido que 'El Chacal' cumpla un mínimo de 18 años en prisión, que se suman al mínimo de 20 que está cumpliendo en la cárcel parisina de La Santé por la primera cadena perpetua a la que fue condenado en 1997 por el asesinato de dos agentes del servicio secreto francés y de un informador.
Así, el tribunal ha accedido por completo a la petición de la Fiscalía, cuyos representantes han argumentado que debido a su "extrema peligrosidad", debía ser condenado a cadena perpetua. "Es notable la clara intención de Ilich Ramírez Sánchez de deshacerse de cualquier persona que se interponga en su camino y por cualquier medio que sea necesario", dijo el fiscal Jean-François Ricard.
En esta ocasión, ha sido condenado por cometer cuatro atentados con bomba contra un tren que circulaba desde Toulouse a París, en el que murieron cinco personas; un tren de la Línea de Alta Velocidad (TGV), en el que murieron tres personas; la estación de tren de Marsella, en el que murieron dos personas; y la sede de la revista 'Al Watan Al Arabi' en París, en el que murió una persona.
En línea con lo manifestado por los responsables policiales de la investigación, la Fiscalía ha argumentado que el terrorista venezolano planeó esta ola de atentados en represalia por la detención de dos integrantes de su organización, entre ellos su amante, Magdalena Kopp.
Por su parte, la defensa ha pedido su absolución al considerar que el juicio contra su cliente es de carácter "político" y que las pruebas presentadas en su contra son testimonios variables y documentos facilitados por los servicios de Inteligencia de los países del Este de Europa.
En este sentido, 'El Chacal' se ha definido como un "chivo expiatorio" y se ha cuestionado por qué nadie ha sido detenido en Francia por estos atentados. "Estoy en prisión por un caso que ya ha sido prejuzgado. No hay nada que me conecte con esos atentados", ha dicho 'El Chacal' al tribunal.
Durante un monólogo de cinco horas, el terrorista venezolano se ha definido como un "mártir viviente", asumiendo que iba a ser condenado por estos atentados. "La muerte en prisión es el destino de un revolucionario", ha sentenciado.
Al término de su intervención ha leído una carta que, según ha explicado, contenía la última voluntad del depuesto líder libio Muamar Gadafi. "Continuaré con la lucha", ha dicho, arrancando los aplausos de una decena de seguidores que han levantado el puño. "'Salam Alaikum (la paz sea con vosotros)", ha terminado, levantando también el puño.
En sesiones anteriores, ha contado historias de la lucha armada, en las que ha manifestado cierta nostalgia por la pérdida de algunos "camaradas". Los temas han sido muy variados, entre ellos destacan la "estrategia sionista", los pasaportes soviéticos, las drogas y la pena de muerte.
Desde su arresto en Jartum (Sudán) en 1994, el único delito que ha reconocido es el que le lanzó a la fama internacional el 21 de diciembre de 1975, cuando asaltó la sede de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en Viena, tomando consigo a 60 rehenes "en nombre de la causa palestina". El secuestro se saldó con tres fallecidos.