Final de Copa Davis: Mónaco claudica ante Nadal

Sevilla, EFE
Juan Mónaco fue incapaz de cuestionar la condición de número uno del mundo sobre tierra batida de Rafael Nadal y sucumbió sin excusas (6-1, 6-1 y 6-2), desbordado ante un adversario superior, que puso cuesta arriba el éxito en la Copa Davis para Argentina.

El equipo albiceleste ya nada contracorriente en su sueño de conquistar la primera Ensaladera de su historia. Juan Martín del Potro, que disputará el segundo punto frente a David Ferrer, es el argumento al que se aferra el cuadro de Modesto 'Tito' Vázquez.

El tenista de Tandil, elegido por méritos propios para disputar el punto de individuales en detrimento de David Nalbandián, en el banquillo argentino, donde buscó aliento para su compañero, no encontró el camino para hacer frente a Nadal. Apenas resistió dos horas y 27 minutos sobre la pista de La Cartuja.

El español manejó el partido a su antojo. Movido por una gran motivación, en su superficie predilecta y ante un público entregado. 'Pico' tampoco estaba solo. Cerca de 2.000 seguidores argentinos apoyaron cada acción suya, a pesar de que desde el inicio el choque tomó un claro color local.

No estuvo bien el tenista de Tandil, superado al principio por la responsabilidad y la fortaleza del número dos del mundo. Solo se apuntó cuatro juegos en todo el partido. Mónaco tardó en alcanzar el cara a cara. Para mantener el tipo ante su rival. Para ese momento, ya tenía dos sets en contra, que había cedido por la vía rápida.

Juan Mónaco sufrió para intentar conservar cada uno de sus servicios. De hecho, en el juego inicial, que se prolongó durante cerca de diez minutos, el argentino tuvo ya tres amenazas para perderlo. Al final lo conservó. Pero fue el único que mantuvo en el primer set.

No reaccionó 'Pico' Mónaco en el segundo, que transitó por derroteros similares. Ganó el juego de inicio. Pero perdió el resto.

No encontró nunca Mónaco la fórmula para hacer daño al español, que destapó la variedad de su repertorio para desarbolar al argentino. Adoleció de fuerza. De alternativas. Casi nunca mantuvo el tipo en los peloteos.

El tenista de Tandil pareció rehacerse en el tercer parcial. Con todo perdido ofreció una cierta mejora, que coincidió con momentos de respiro que se tomó el español. Falló demasiado Mónaco. Y eso supuso su adiós. Entregó el saque en el sexto juego y Nadal, que nunca perdió el suyo, asumió una ventaja definitiva.

Mónaco estaba entregado. Nunca dio sensación de lo contrario en su primera aventura en una final de la Copa Davis. Ni siquiera fue capaz de desgastar al español, que afrontará pletórico de fuerza el resto de la serie.

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