El conflicto está servido: Battlefield 3

Videojuego
Una excelente experiencia multijugador, capaz de ofrecer una cantidad de horas de entretenimiento que tiende a infinito. Eso es Battlefield 3. Eso y una tecnología que deja en el sitio a cualquiera, capaz de casi justificar la compra del producto sólo por esto. ¡Pasen si quieren conocer más sobre el gran rival de Modern Warfare 3!
Una excelente experiencia multijugador, capaz de ofrecer una cantidad de horas de entretenimiento que tiende a infinito. Eso es Battlefield 3. Eso y una tecnología que deja en el sitio a cualquiera, capaz de casi justificar la compra del producto sólo por esto. ¡Pasad si queréis conocer más sobre el gran rival de Modern Warfare 3!

Por eso mismo, EA decidió poner toda la carne en el asador, y a través del increíble motor gráfico Frostbite 2.0 comenzó a mostrar capturas que parecían estar a años luz de lo visto hasta entonces. Además, por primera vez habría una campaña seria y con historia, no como en las anteriores entregas numéricas, pues la campaña no era más que una sucesión de mapas con bots. Junto a esta campaña estaría el cooperativo de rigor actual en este género, sin olvidarnos de la joya de la corona, el multijugador.

La búsqueda del realismo es increíble, incluso fotorrealista: motas de polvo en la cámara, estelas de rayos de sol entrando por rendijas, luces que nos ciegan al incidir en nuestros ojos, etc. Además, las animaciones también poseen una gran fluidez y no resultan nada ortopédicas al saltar estructuras o vallas. La campaña principal está llena de los tópicos y clichés del género bélico, pero es tan espectacular y posee tanta variedad (pilotaremos cazas, tanques, habrá misiones a campo abierto y otras en escenarios en las que prima el sigilo) que disfrutaremos como enanos durante las siete-ocho horas que dura la historia del teniente Blackburn y su epopeya en búsqueda de unas armas de destrucción masiva en territorio iraní que se están moviendo por el globo.

Battlefield 3 es un título totalmente opuesto a shooters mucho más frenéticos y con componente arcade, como Serious Sam o Duke Nukem, por ejemplo. Aquí cada arma cuenta. La gran variedad existente hará que aprendamos a usarlas con cuidado o seremos acribillados a balazos sin remisión, cosa no muy difícil debido a la avanzada IA de los enemigos.

Por último, el apartado multijugador es toda una joya. Numerosos modos de juego, mapas y opciones de personalización y mejora para nuestros soldados y tanques ponen el broche de oro a un título que no defraudará a los viciados del multijugador y que poco a poco se irá expandiendo con jugosas actualizaciones. Ah, y todo ello en perfecto castellano, voces y textos.