El BCE insinúa que será contundente si la UE logra un pacto fiscal estricto
Draghi abre la puerta a mayores compras de deuda para combatir la crisis
Bruselas, El País
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, insinuó ayer que la entidad está dispuesta a asumir un mayor protagonismo para afrontar la crisis en el futuro si los Gobiernos europeos acuerdan "un nuevo pacto fiscal" que endurezca las reglas que limitan el déficit y la deuda pública. En su comparecencia ante el Parlamento Europeo, Draghi fue muy explícito al recordar que "el BCE solo puede actuar dentro de los límites del Tratado" y que la compra de bonos soberanos que ha efectuado hasta ahora "no es para subvencionar a Gobiernos", sino "para reparar los canales de transmisión de la política monetaria".
La máxima autoridad monetaria de la UE abogó por un pacto fiscal, que "es el elemento más importante para empezar a restaurar la credibilidad". Y añadió que después "otros elementos pueden seguir", palabras que se interpretaron como la posibilidad de que el BCE intensifique la compra de bonos si los dirigentes europeos acuerdan previamente un nuevo marco fiscal más estricto en la cumbre del próximo 9 de diciembre. De todas formas el banquero mayor dejó claro que el programa de compra de bonos es "temporal y limitado y no puede ser eterno".
La zona euro vive una situación de creciente deterioro desde principios del 2010 que ha puesto al descubierto la debilidad de sus bancos. Un reflejo de la creciente falta de confianza es que los bancos prefieren depositar sus fondos en el BCE a bajísima remuneración que prestarlo a otras entidades con mayores rendimientos pero sin seguridad alguna. Los bancos comerciales de la zona euro depositaron ayer 304.418 millones en el BCE, la cifra más alta en lo que va de año, mientras que solo pidieron 4.306 millones para operaciones urgentes. El BCE paga por estos depósitos solo el 0,50%, muy debajo del 1,25% del precio oficial. Al mismo tiempo la demanda de liquidez se disparó hasta 265.000 millones de euros, el máximo de los últimos dos años.
Para la articulación del pacto fiscal, Draghi precisó que "no hay que descartar cambios en el Tratado de amplio alcance", pero señaló que "también se pueden concebir procesos más rápidos". Recordó de todas formas que "la acción del banco está permanentemente guiada por el objetivo de la estabilidad de los precios", que implica mantener la inflación cerca pero debajo del 2%. En su opinión, no hay riesgos inflacionistas a la vista lo que abre la posibilidad de que aplique una nueva rebaja del tipo de interés principal hasta el 1%. A principios de noviembre, el BCE ya aplicó un recorte al tipo de interés desde el 1,5% al 1,25%. También se espera que el BCE adopte pronto nuevas medidas extraordinarias como préstamos a la banca a largo plazo que faciliten que la banca dé más crédito.
En la misma jornada, el pleno del Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que se elogia la "acción decidida y anticipatoria que ha adoptado el BCE a lo largo de la crisis" y se subraya que ante la falta de regulación adecuada se ha "visto obligado a asumir riesgos que no forman parte de sus competencias". Los diputados piden en el texto la creación de un Tesoro Europeo, para aliviar al BCE en su función cuasi fiscal, el establecimiento de un Fondo Monetario Europeo, y el nombramiento de un ministro de Finanzas Europeo, tal como ya había sugerido el anterior presidente del BCE, Jean- Claude Trichet.
El informe señala el distinto comportamiento de la deuda pública y de la deuda privada en los años previos a la crisis. Así, destaca que la deuda pública en relación con el PIB en la zona euro había experimentado un descenso desde el 72% en 1990 al 67% en 2007. Sin embargo, en el mismo periodo, las deudas de las familias experimentaron un aumento del 52% al 70% del PIB, mientras que la deuda de las instituciones financieras aumentó desde el 200% al 250%.
Ramón Tremosa, eurodiputado de CiU, adscrito al grupo liberal (ALDE), celebró "las intervenciones en los mercados por parte del BCE". Y añadió que en el supuesto de que fuera necesario le animaba "a continuarlas durante las próximas semanas". "Estas intervenciones", añadió, "han salvado el euro y sin ellas la situación ahora sería peor".
En su intervención final en el pleno, Tremosa agradeció a Draghi sus palabras y señaló que "salvando la zona euro, el BCE ha salvado también a muchos europeos de vivir nuevamente una masiva fuga de capitales". El eurodiputado pidió que el BCE publique las actas de las reuniones del Consejo, de la misma manera que lo vienen haciendo la Reserva Federal de Estados Unidos y los bancos centrales de Inglaterra, Japón y Suecia.
Bruselas, El País
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, insinuó ayer que la entidad está dispuesta a asumir un mayor protagonismo para afrontar la crisis en el futuro si los Gobiernos europeos acuerdan "un nuevo pacto fiscal" que endurezca las reglas que limitan el déficit y la deuda pública. En su comparecencia ante el Parlamento Europeo, Draghi fue muy explícito al recordar que "el BCE solo puede actuar dentro de los límites del Tratado" y que la compra de bonos soberanos que ha efectuado hasta ahora "no es para subvencionar a Gobiernos", sino "para reparar los canales de transmisión de la política monetaria".
La máxima autoridad monetaria de la UE abogó por un pacto fiscal, que "es el elemento más importante para empezar a restaurar la credibilidad". Y añadió que después "otros elementos pueden seguir", palabras que se interpretaron como la posibilidad de que el BCE intensifique la compra de bonos si los dirigentes europeos acuerdan previamente un nuevo marco fiscal más estricto en la cumbre del próximo 9 de diciembre. De todas formas el banquero mayor dejó claro que el programa de compra de bonos es "temporal y limitado y no puede ser eterno".
La zona euro vive una situación de creciente deterioro desde principios del 2010 que ha puesto al descubierto la debilidad de sus bancos. Un reflejo de la creciente falta de confianza es que los bancos prefieren depositar sus fondos en el BCE a bajísima remuneración que prestarlo a otras entidades con mayores rendimientos pero sin seguridad alguna. Los bancos comerciales de la zona euro depositaron ayer 304.418 millones en el BCE, la cifra más alta en lo que va de año, mientras que solo pidieron 4.306 millones para operaciones urgentes. El BCE paga por estos depósitos solo el 0,50%, muy debajo del 1,25% del precio oficial. Al mismo tiempo la demanda de liquidez se disparó hasta 265.000 millones de euros, el máximo de los últimos dos años.
Para la articulación del pacto fiscal, Draghi precisó que "no hay que descartar cambios en el Tratado de amplio alcance", pero señaló que "también se pueden concebir procesos más rápidos". Recordó de todas formas que "la acción del banco está permanentemente guiada por el objetivo de la estabilidad de los precios", que implica mantener la inflación cerca pero debajo del 2%. En su opinión, no hay riesgos inflacionistas a la vista lo que abre la posibilidad de que aplique una nueva rebaja del tipo de interés principal hasta el 1%. A principios de noviembre, el BCE ya aplicó un recorte al tipo de interés desde el 1,5% al 1,25%. También se espera que el BCE adopte pronto nuevas medidas extraordinarias como préstamos a la banca a largo plazo que faciliten que la banca dé más crédito.
En la misma jornada, el pleno del Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que se elogia la "acción decidida y anticipatoria que ha adoptado el BCE a lo largo de la crisis" y se subraya que ante la falta de regulación adecuada se ha "visto obligado a asumir riesgos que no forman parte de sus competencias". Los diputados piden en el texto la creación de un Tesoro Europeo, para aliviar al BCE en su función cuasi fiscal, el establecimiento de un Fondo Monetario Europeo, y el nombramiento de un ministro de Finanzas Europeo, tal como ya había sugerido el anterior presidente del BCE, Jean- Claude Trichet.
El informe señala el distinto comportamiento de la deuda pública y de la deuda privada en los años previos a la crisis. Así, destaca que la deuda pública en relación con el PIB en la zona euro había experimentado un descenso desde el 72% en 1990 al 67% en 2007. Sin embargo, en el mismo periodo, las deudas de las familias experimentaron un aumento del 52% al 70% del PIB, mientras que la deuda de las instituciones financieras aumentó desde el 200% al 250%.
Ramón Tremosa, eurodiputado de CiU, adscrito al grupo liberal (ALDE), celebró "las intervenciones en los mercados por parte del BCE". Y añadió que en el supuesto de que fuera necesario le animaba "a continuarlas durante las próximas semanas". "Estas intervenciones", añadió, "han salvado el euro y sin ellas la situación ahora sería peor".
En su intervención final en el pleno, Tremosa agradeció a Draghi sus palabras y señaló que "salvando la zona euro, el BCE ha salvado también a muchos europeos de vivir nuevamente una masiva fuga de capitales". El eurodiputado pidió que el BCE publique las actas de las reuniones del Consejo, de la misma manera que lo vienen haciendo la Reserva Federal de Estados Unidos y los bancos centrales de Inglaterra, Japón y Suecia.