Dos gobernadores piden a la DEA reclasificar la marihuana para permitir su uso médico
Washington, EFE
Los gobernadores de los estados de Washington y Rhode Island pidieron a la DEA, la agencia antidrogas estadounidense, que reclasifique la marihuana para permitir su uso con fines médicos.
"Encuesta tras encuesta se demuestra que una abrumadora mayoría de los estadounidenses ve legítimo la marihuana medicinal", dijo la gobernadora de Washington, Christine Gregoire, en un comunicado publicado en su página web.
Por ello, ella y el gobernador de Rhode Island, Lincoln Chafee, le han pedido a la DEA la reclasificación de la droga, lo que requerirá que la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA, por su sigla en inglés) "haga una nueva revisión y análisis científico de los últimos avances en la investigación del cannabis".
"La actitud de los estadounidenses hacia el uso de la marihuana por prescripción médica está cambiando y organizaciones médicas en todo el país han reconocido sus beneficios", sostuvo Chafee en el mismo comunicado.
Actualmente, la DEA clasifica a la marihuana como una droga de categoría 1, lo que significa que su uso médico no es legal a nivel federal.
Sin embargo, en 16 estados del país, entre ellos Washington y Rhode Island, la marihuana sí es legal para uso médico, lo que entra en conflicto con la clasificación de las autoridades federales.
En esos estados es posible adquirir marihuana de forma regulada para paliar dolencias que van desde el cáncer hasta la esclerosis, aunque su abanico de usos, que incluye el estrés o problemas para dormir, ha terminado por convertirla en un producto más.
Según una encuesta de la firma Gallup divulgada el pasado octubre, la mitad de los estadounidenses está a favor de legalizar la marihuana.
Pese a que el apoyo a la despenalización de su uso ha ido en aumento desde el año 2000, las iniciativas para tratar de legalizar su venta más allá de los fines médicos no han prosperado.
El fracaso más sonado fue el de la llamada Propuesta 19 de California, que pretendía despenalizar el cultivo, venta, tenencia y consumo de cannabis para mayores de 21 años en ese estado, y que fue rechazada en un referéndum en noviembre de 2010 por un 56 % de los electores.
Los gobernadores de los estados de Washington y Rhode Island pidieron a la DEA, la agencia antidrogas estadounidense, que reclasifique la marihuana para permitir su uso con fines médicos.
"Encuesta tras encuesta se demuestra que una abrumadora mayoría de los estadounidenses ve legítimo la marihuana medicinal", dijo la gobernadora de Washington, Christine Gregoire, en un comunicado publicado en su página web.
Por ello, ella y el gobernador de Rhode Island, Lincoln Chafee, le han pedido a la DEA la reclasificación de la droga, lo que requerirá que la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA, por su sigla en inglés) "haga una nueva revisión y análisis científico de los últimos avances en la investigación del cannabis".
"La actitud de los estadounidenses hacia el uso de la marihuana por prescripción médica está cambiando y organizaciones médicas en todo el país han reconocido sus beneficios", sostuvo Chafee en el mismo comunicado.
Actualmente, la DEA clasifica a la marihuana como una droga de categoría 1, lo que significa que su uso médico no es legal a nivel federal.
Sin embargo, en 16 estados del país, entre ellos Washington y Rhode Island, la marihuana sí es legal para uso médico, lo que entra en conflicto con la clasificación de las autoridades federales.
En esos estados es posible adquirir marihuana de forma regulada para paliar dolencias que van desde el cáncer hasta la esclerosis, aunque su abanico de usos, que incluye el estrés o problemas para dormir, ha terminado por convertirla en un producto más.
Según una encuesta de la firma Gallup divulgada el pasado octubre, la mitad de los estadounidenses está a favor de legalizar la marihuana.
Pese a que el apoyo a la despenalización de su uso ha ido en aumento desde el año 2000, las iniciativas para tratar de legalizar su venta más allá de los fines médicos no han prosperado.
El fracaso más sonado fue el de la llamada Propuesta 19 de California, que pretendía despenalizar el cultivo, venta, tenencia y consumo de cannabis para mayores de 21 años en ese estado, y que fue rechazada en un referéndum en noviembre de 2010 por un 56 % de los electores.