Cinco líderes latinoamericanos han padecido cáncer en los últimos dos años
Madrid, EP
La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, quien deberá ser operada la próxima semana de un carcinoma papilar en la glándula tiroides, se ha convertido en la quinta líder de Latinoamérica en padecer cáncer, una enfermedad que si bien ha sido considerada el "enemigo" de los mandatarios de la región, ha podido ser superada con éxito por todos aquellos a los que se les ha diagnosticado.
Fernández de Kirchner se suma a la lista que comenzó en 2009 la ahora presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, cuando le fue detectado un cáncer linfático mientras cumplía funciones en el gabinete de Gobierno del entonces mandatario Luiz Inácio Lula da Silva.
Rousseff, de 64 años, se sometió con éxito a varios ciclos de quimioterapia y, poco después de que los médicos confirmaran que estaba curada, pudo encabezar sin dificultad la campaña para los comicios presidenciales de 2010 que finalmente ganó por amplia ventaja.
La enfermedad de Rousseff no tuvo tanto impacto en la región como el anuncio en agosto de 2010 de que el mandatario paraguayo, Fernando Lugo, padecía un cáncer linfático no hodgkin después de que los médicos le extirparan un ganglio inguinal.
El cáncer que afectó al mandatario paraguayo fue de grado cuatro, el más grave, y se extendió hasta los ganglios y los huesos, con concentración en la zona inguinal, el mediastino (caja torácica) y la tercera vértebra de la zona lumbar.
A pesar de su delicado estado de salud, el exobispo católico de 60 años no se apartó del poder y continuó ejerciendo sus funciones como jefe de Estado mientras viajaba a Brasil para cumplir con el tratamiento. En total, se sometió a seis sesiones de quimioterapia y en diciembre de ese mismo año los médicos celebraron que había superado con éxito la enfermedad.
Pero el gran revuelo en los medios internacionales se produjo el pasado junio cuando el presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció desde Cuba que le habían extirpado un tumor con células cancerígenas en la zona pélvica.
La enfermedad de Chávez, de 57 años, levantó una ola de especulaciones ante el hermetismo que mantuvo el gobierno en torno a su estado de salud, sin que hasta la fecha se conozca con exactitud el tipo de cáncer que padecía ni la zona donde fue detectado.
Finalmente, el mandatario socialista --que en febrero cumplirá trece años en el poder-- se sometió a cuatro quimioterapias --tres de ellas en La Habana-- que hicieron que el tumor remitiera en su totalidad, según los últimos informes médicos oficiales.
Pese a su delicada situación, Chávez no accedió a las peticiones de sus opositores de abandonar la Presidencia y delegó apenas una parte de sus funciones a dos ministros. Durante el tratamiento, encabezó reuniones de gabinete pero su participación en actos público se redujo significativamente.
En las últimas semanas se ha podido ver al mandatario de izquierda mucho más activo y decidido a arrasar en los comicios presidenciales del 7 de octubre de 2012, en los que aspira a ganar una segunda reelección para un período de seis años.
La lista de los líderes enfermos la continúa Lula, quien el pasado octubre confirmó que padecía de un cáncer de laringe, pero sólo le bastaron tres sesiones de quimioterapia para que el tumor remitiera en un 75 por ciento, según aseguraron sus médicos a mediados de diciembre.
Al conocer la noticia sobre la enfermedad del exmandatario brasileño, Chávez sugirió realizar a comienzos de 2012 una cumbre de líderes latinoamericanos que habían superado esta enfermedad. "No habrá cáncer ni fuerza que nos detenga (...). América Latina está en renacimiento", expresó en ese momento.
La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, quien deberá ser operada la próxima semana de un carcinoma papilar en la glándula tiroides, se ha convertido en la quinta líder de Latinoamérica en padecer cáncer, una enfermedad que si bien ha sido considerada el "enemigo" de los mandatarios de la región, ha podido ser superada con éxito por todos aquellos a los que se les ha diagnosticado.
Fernández de Kirchner se suma a la lista que comenzó en 2009 la ahora presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, cuando le fue detectado un cáncer linfático mientras cumplía funciones en el gabinete de Gobierno del entonces mandatario Luiz Inácio Lula da Silva.
Rousseff, de 64 años, se sometió con éxito a varios ciclos de quimioterapia y, poco después de que los médicos confirmaran que estaba curada, pudo encabezar sin dificultad la campaña para los comicios presidenciales de 2010 que finalmente ganó por amplia ventaja.
La enfermedad de Rousseff no tuvo tanto impacto en la región como el anuncio en agosto de 2010 de que el mandatario paraguayo, Fernando Lugo, padecía un cáncer linfático no hodgkin después de que los médicos le extirparan un ganglio inguinal.
El cáncer que afectó al mandatario paraguayo fue de grado cuatro, el más grave, y se extendió hasta los ganglios y los huesos, con concentración en la zona inguinal, el mediastino (caja torácica) y la tercera vértebra de la zona lumbar.
A pesar de su delicado estado de salud, el exobispo católico de 60 años no se apartó del poder y continuó ejerciendo sus funciones como jefe de Estado mientras viajaba a Brasil para cumplir con el tratamiento. En total, se sometió a seis sesiones de quimioterapia y en diciembre de ese mismo año los médicos celebraron que había superado con éxito la enfermedad.
Pero el gran revuelo en los medios internacionales se produjo el pasado junio cuando el presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció desde Cuba que le habían extirpado un tumor con células cancerígenas en la zona pélvica.
La enfermedad de Chávez, de 57 años, levantó una ola de especulaciones ante el hermetismo que mantuvo el gobierno en torno a su estado de salud, sin que hasta la fecha se conozca con exactitud el tipo de cáncer que padecía ni la zona donde fue detectado.
Finalmente, el mandatario socialista --que en febrero cumplirá trece años en el poder-- se sometió a cuatro quimioterapias --tres de ellas en La Habana-- que hicieron que el tumor remitiera en su totalidad, según los últimos informes médicos oficiales.
Pese a su delicada situación, Chávez no accedió a las peticiones de sus opositores de abandonar la Presidencia y delegó apenas una parte de sus funciones a dos ministros. Durante el tratamiento, encabezó reuniones de gabinete pero su participación en actos público se redujo significativamente.
En las últimas semanas se ha podido ver al mandatario de izquierda mucho más activo y decidido a arrasar en los comicios presidenciales del 7 de octubre de 2012, en los que aspira a ganar una segunda reelección para un período de seis años.
La lista de los líderes enfermos la continúa Lula, quien el pasado octubre confirmó que padecía de un cáncer de laringe, pero sólo le bastaron tres sesiones de quimioterapia para que el tumor remitiera en un 75 por ciento, según aseguraron sus médicos a mediados de diciembre.
Al conocer la noticia sobre la enfermedad del exmandatario brasileño, Chávez sugirió realizar a comienzos de 2012 una cumbre de líderes latinoamericanos que habían superado esta enfermedad. "No habrá cáncer ni fuerza que nos detenga (...). América Latina está en renacimiento", expresó en ese momento.