Alemania enfría las expectativas sobre un posible acuerdo a 48 horas de la cumbre
Alemania, AFP
Berlín es cada vez más pesimista respecto a las probabilidades de un acuerdo que resuelva la crisis de deuda de la zona euro en la cumbre de la Unión Europea de esta semana, porque algunos gobiernos no parecen captar la gravedad de la situación, dijo el miércoles un responsable del Gobierno alemán a Reuters. Mientras, la agencia AFP señala que Alemania parece querer rebajar las expectativas de la decisiva cumbre europea de este jueves y viernes, en la que se esperan acordar una serie de medidas a corto plazo para calmar la tensión de los mercados y otras a largo para sellar la disciplina presupuestaria y abrir paso a emisiones de deuda común.
Alemania también ha filtrado que no está dispuesta a aceptar que funcionen de forma simultánea el actual fondo de rescate dotado con 440.000 millones de euros con el entrará en vigor en 2012, tal y como han reclamado algunos Estados miembros. El resultado es que el euro ha perdido las ganancias que acumulaba esta mañana contra el dólar y ahora cede un 0,2% hasta los 1,3373 frente al billete verde.
Por su parte, las bolsas pierden gas respecto a los máximos del día. El Ibex, que subió más de un 1% en el arranque de la sesión, ahora pierde todas las ganancias acumuladas en la jornada y cotiza en negativo. El EuroStoxx y el resto de índices europeos acumulan ganancias que no superan el 0,5%. En los mercados de deuda, lo más destacado es la subida del diferencial español, que salta hasta los 312 puntos básicos. La deuda española es la más atacada de esta mañana. El resto de las primas de riesgo se mantienen tranquilas, a la espera de noticias.
Una fuente cercana al Gobierno alemán ha confesado que es "más pesimista que la semana pasada" sobre el resultado de la reunión. "Sólo puedo concluir que soy más pesimista que la semana pasada sobre la posibilidad de un acuerdo completo", dijo la fuente, que añadió que la negociación ha mostrado que "algunos socios parecen no entender la gravedad de la situación". El Ejecutivo germano ha afirmado también que "es absolutamente necesario encontrar un nuevo Tratado para Europa".
Francia promete un acuerdo "potente"
Los líderes de Francia y Alemania no abandonarán la mesa de negociaciones en la cumbre europea de esta semana hasta alcanzar un acuerdo "potente" sobre la crisis de la deuda soberana de la zona euro, indicó el Gobierno francés, coincidiendo con la visita del secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, quien ha urgido a Europa a adoptar medidas de peso.
El responsable de la Hacienda estadounidense ha viajado a Europa para encontrarse con varios líderes europeos a los que ha pedido que adopten medidas decisivas, a la vez que ha expresado su confianza en el plan franco-alemán para reformar el Tratado de la UE. "Tengo mucha confianza en lo que el presidente de Francia y el ministro están haciendo, junto con Alemania, para construir una Europa más fuerte", dijo Geithner tras mantener una reunión con el ministro francés de Finanzas, Francois Baroin.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, presentarán este viernes a sus socios los detalles de su plan para reformar el Tratado de la UE, incluyendo la imposición de sanciones automáticas para los países que incumplan los objetivos de déficit con el objetivo de restaurar la confianza de los mercados. "Ni Nicolas Sarkozy ni Angela Merkel abandonarán la mesa de negociación de esta cumbre sin un acuerdo potente", afirmó Baroin en declaraciones al canal de televisión francés Canal+, donde admitió que gran parte del futuro de la 'triple A' de Francia dependerá de lo que ocurra el viernes y de cómo sea acogida la respuesta de los líderes europeos.
La lista de Van Rompuy
Los Veintisiete continúan hoy estudiando el documento que les envió ayer el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, con una larga lista de ideas, que incluyen dotar al fondo permanente de rescate con nuevas capacidades y más recursos financieros. El dirigente comunitario ha sugerido también que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), cuya entrada en vigor se adelantará a 2012, pueda participar directamente en la recapitalización de entidades bancarias y tenga además las características de una institución de crédito. Esto último le permitiría un acceso ilimitado al Banco Central Europeo (BCE) y actuar como verdadero cortafuegos en la crisis de la deuda, una exigencia que había planteado Francia pero que siempre había sido rechazada por Alemania.
Otra de las medidas a corto plazo que propone Van Rompuy es aumentar los recursos del FMI a través de préstamos bilaterales para que pueda ayudar a países del euro con problemas. En otros aspectos, Van Rompuy ha propuesto a los Veintisiete blindar la disciplina fiscal de los países del euro a través de diversas modalidades de cambio de los tratados (unas a corto plazo y de fácil aprobación y otras a largo plazo y de larga ratificación). El objetivo es que el compromiso de los países del euro con la disciplina fiscal abra la puerta "a largo plazo" a la creación de una "deuda común" (los eurobonos, llamados de otra forma). Sin embargo, a este paso solo se llegaría tras un procedimiento por fases y sobre la base de unos criterios estrictos de disciplina presupuestaria y competitividad económica, según han explicado diversas fuentes comunitarias y diplomáticas.
Los jefes de Estado y Gobierno de los Veintisiete iniciarán sus discusiones con una cena informal de trabajo mañana, jueves, a partir de las 18.30 GMT. La cumbre comenzará formalmente en la mañana del viernes, y se desarrollará durante toda la jornada. A pesar de la trascendencia de la reunión, fuentes comunitarias avanzaron que esperan que la reunión acabe sin grandes retrasos debido a que los contactos previos de Van Rompuy han permitido acercar posturas en muchos de los puntos.
El primer ministro británico, David Cameron, llegará a Bruselas tras haber advertido ayer de que no aceptará cambios en los tratados sin salvaguardas que protejan los intereses de su país, especialmente la City, el centro financiero de Londres y uno de los motores económicos del Reino Unido.