Al menos 22 muertos por disparos de las fuerzas del orden en Siria
El Cairo, EFE
Al menos 22 personas murieron hoy por disparos de las fuerzas de seguridad y del ejército en Siria, la mayoría en la provincia de Homs, en el centro del país, informaron los opositores Comités de Coordinación Local.
Veintiuno de los fallecimientos se registraron en Homs y uno en la provincia septentrional de Idleb, en una jornada en la que vence el enésimo ultimátum de la Liga Árabe para que el régimen de Bachar al Asad acepte el envío de observadores árabes y evite las sanciones impuestas por esa organización.
En Homs, cinco personas perdieron la vida después de que el ejército lanzara misiles contra la mezquita de Ahmad al Rifai, que se incendió.
Además, un hombre y sus tres hijos menores de edad perdieron la vida en el barrio de Al Uar por los disparos efectuados por matones del régimen desde dos vehículos, mientras que en la zona de Mobarakiya un recluta del ejército murió tras negarse a disparar contra los manifestantes.
En Idleb, el conductor de un minibús fue asesinado en un puesto de control en el norte de la localidad de Maarat al Nuaman, agregaron los Comités en un comunicado.
En Damasco, los servicios de inteligencia aérea se hicieron con el cuerpo de un hombre que había sido asesinado en un puesto de control y arrestaron a algunos de sus familiares que se disponían a participar en una manifestación.
La violencia continúa en Siria, a pesar de los intentos de la Liga Árabe por propiciar una solución al conflicto.
Anoche, la organización panárabe volvió a dar otro ultimátum al régimen de Damasco hasta hoy para que acepte el envío de observadores y evitar las sanciones económicas que aprobó el pasado 27 de noviembre.
Esas medidas incluyen reducir a la mitad el número de vuelos comerciales que unen a los demás países árabes con Siria o prohibir viajar a 19 altos cargos de ese país.
Por otro lado, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indicó hoy que 3.789 sirios se han inscritos como refugiados en sus oficinas en el Líbano y advirtió de que las minas colocadas en la frontera pueden limitar el número de personas que huyen de Siria.
La cifra de víctimas por la represión de las manifestaciones antigubernamentales en Siria desde marzo pasado supera con amplitud las 4.000, dijo el jueves pasado la alta comisionada de la ONU de Derechos Humanos, Navi Pillay, quien agregó que el país se dirige hacia una guerra civil.
Al menos 22 personas murieron hoy por disparos de las fuerzas de seguridad y del ejército en Siria, la mayoría en la provincia de Homs, en el centro del país, informaron los opositores Comités de Coordinación Local.
Veintiuno de los fallecimientos se registraron en Homs y uno en la provincia septentrional de Idleb, en una jornada en la que vence el enésimo ultimátum de la Liga Árabe para que el régimen de Bachar al Asad acepte el envío de observadores árabes y evite las sanciones impuestas por esa organización.
En Homs, cinco personas perdieron la vida después de que el ejército lanzara misiles contra la mezquita de Ahmad al Rifai, que se incendió.
Además, un hombre y sus tres hijos menores de edad perdieron la vida en el barrio de Al Uar por los disparos efectuados por matones del régimen desde dos vehículos, mientras que en la zona de Mobarakiya un recluta del ejército murió tras negarse a disparar contra los manifestantes.
En Idleb, el conductor de un minibús fue asesinado en un puesto de control en el norte de la localidad de Maarat al Nuaman, agregaron los Comités en un comunicado.
En Damasco, los servicios de inteligencia aérea se hicieron con el cuerpo de un hombre que había sido asesinado en un puesto de control y arrestaron a algunos de sus familiares que se disponían a participar en una manifestación.
La violencia continúa en Siria, a pesar de los intentos de la Liga Árabe por propiciar una solución al conflicto.
Anoche, la organización panárabe volvió a dar otro ultimátum al régimen de Damasco hasta hoy para que acepte el envío de observadores y evitar las sanciones económicas que aprobó el pasado 27 de noviembre.
Esas medidas incluyen reducir a la mitad el número de vuelos comerciales que unen a los demás países árabes con Siria o prohibir viajar a 19 altos cargos de ese país.
Por otro lado, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indicó hoy que 3.789 sirios se han inscritos como refugiados en sus oficinas en el Líbano y advirtió de que las minas colocadas en la frontera pueden limitar el número de personas que huyen de Siria.
La cifra de víctimas por la represión de las manifestaciones antigubernamentales en Siria desde marzo pasado supera con amplitud las 4.000, dijo el jueves pasado la alta comisionada de la ONU de Derechos Humanos, Navi Pillay, quien agregó que el país se dirige hacia una guerra civil.