Un nuevo examen avala el experimento con neutrinos más rápidos que la luz
Ginebra, EFE
Una segunda prueba mejorada de los responsables del experimento OPERA ha confirmado la existencia de neutrinos, un tipo de partículas subatómicas, que viajan más rápido que la luz, algo que la física considera imposible hasta la fecha.
Los resultados de esta segunda prueba de los especialistas del Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN), con sede en Ginebra, fueron publicados en los archivos de la estadounidense Cornell University, donde se explica la variante introducida.
Los científicos introdujeron en el túnel de 730 kilómetros que une el CERN con el laboratorio de Gran Sasso (Italia) haces con neutrinos menos duraderos que en pruebas anteriores, ya que la duración de los haces empleados en pruebas anteriores era considerada como la razón de un posible error de medición.
En concreto, los haces que planteaban duda tenían una vida de 10 millonésimas de segundo -160 veces más que la diferencia entre la velocidad de los neutrinos y la velocidad de la luz-, y algunos expertos señalaron que ahí podía estar la discrepancia.
Para hacerle frente, en el CERN se ajustó la manera de producir los haces de estas subpartículas, lo que resultó en haces de una duración de solo tres millonésimas de segundo.
El resultado, suscrito por dos centenares de expertos, fue el mismo: hubo neutrinos que llegaron a Gran Sasso 0,00000006 segundos antes que la luz, que viaja a 299.792.458 metros por segundo.
Los resultados dados a conocer en septiembre "fueron confirmados en un test que se llevó a cabo utilizando un haz con una estructura de tiempo a partir de neutrinos menos duraderos, lo que permitió medir el tiempo de vuelo del neutrino en una sola interacción", se destaca en las conclusiones de esta revisión.
Se afirma también que "las mejoras del sistema de medición de tiempo del CNGS (siglas del envío de neutrinos desde el CERN a Gran Sasso) y del detector de OPERA, así como la campaña de precisión de medición geodésica en la base de los neutrinos, permitieron alcanzar precisiones sistemáticas y estadísticas comparables".
Estas nuevas conclusiones han sido remitidas al "Journal of High Energy Physics" y están pendientes de una nueva revisión científica, por lo que el debate acerca de si Albert Einstein se equivocó cuando dijo que nada es más veloz que la luz sigue apuntando para largo.
El pasado mes de septiembre, y en medio de una gran expectación, Dario Auterio, miembro del Instituto de Física de Lyon (Francia) e integrante de OPERA, dio a conocer al mundo la que ha sido una de las noticias científicas más impactantes de los últimos años.
Ante un seminario reunido en el CERN, Auterio aseguró que las conclusiones eran el resultado de "una larga acumulación de estadísticas en OPERA, en el entorno de 16.000 operaciones", y evitó hacer interpretaciones más avanzadas, manifestando únicamente que el resultado ofrecía una serie de "mediciones intrigantes".
El CERN señaló por su parte en un comunicado que dado el impacto del experimento eran necesarias nuevas mediciones independientes, teniendo en cuenta que lo descubierto "no concuerda con las leyes de la naturaleza que son consideradas actualmente como ciertas.
"Las fuertes limitaciones que emergen de estas observaciones hacen que sea improbable interpretar las medidas del (experimento) OPERA como una modificación de la teoría de Einstein", recalcó el CERN, que insistió en la necesidad de "buscar nuevas medidas".
En eso siguen trabajando físicos de todo el mundo.
Está previsto que en 2012 se lleven a cabo otros dos experimentos para contrastar los resultados de OPERA, que también son objeto de escrutinio científico en laboratorios similares en EEUU y Japón.
Una segunda prueba mejorada de los responsables del experimento OPERA ha confirmado la existencia de neutrinos, un tipo de partículas subatómicas, que viajan más rápido que la luz, algo que la física considera imposible hasta la fecha.
Los resultados de esta segunda prueba de los especialistas del Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN), con sede en Ginebra, fueron publicados en los archivos de la estadounidense Cornell University, donde se explica la variante introducida.
Los científicos introdujeron en el túnel de 730 kilómetros que une el CERN con el laboratorio de Gran Sasso (Italia) haces con neutrinos menos duraderos que en pruebas anteriores, ya que la duración de los haces empleados en pruebas anteriores era considerada como la razón de un posible error de medición.
En concreto, los haces que planteaban duda tenían una vida de 10 millonésimas de segundo -160 veces más que la diferencia entre la velocidad de los neutrinos y la velocidad de la luz-, y algunos expertos señalaron que ahí podía estar la discrepancia.
Para hacerle frente, en el CERN se ajustó la manera de producir los haces de estas subpartículas, lo que resultó en haces de una duración de solo tres millonésimas de segundo.
El resultado, suscrito por dos centenares de expertos, fue el mismo: hubo neutrinos que llegaron a Gran Sasso 0,00000006 segundos antes que la luz, que viaja a 299.792.458 metros por segundo.
Los resultados dados a conocer en septiembre "fueron confirmados en un test que se llevó a cabo utilizando un haz con una estructura de tiempo a partir de neutrinos menos duraderos, lo que permitió medir el tiempo de vuelo del neutrino en una sola interacción", se destaca en las conclusiones de esta revisión.
Se afirma también que "las mejoras del sistema de medición de tiempo del CNGS (siglas del envío de neutrinos desde el CERN a Gran Sasso) y del detector de OPERA, así como la campaña de precisión de medición geodésica en la base de los neutrinos, permitieron alcanzar precisiones sistemáticas y estadísticas comparables".
Estas nuevas conclusiones han sido remitidas al "Journal of High Energy Physics" y están pendientes de una nueva revisión científica, por lo que el debate acerca de si Albert Einstein se equivocó cuando dijo que nada es más veloz que la luz sigue apuntando para largo.
El pasado mes de septiembre, y en medio de una gran expectación, Dario Auterio, miembro del Instituto de Física de Lyon (Francia) e integrante de OPERA, dio a conocer al mundo la que ha sido una de las noticias científicas más impactantes de los últimos años.
Ante un seminario reunido en el CERN, Auterio aseguró que las conclusiones eran el resultado de "una larga acumulación de estadísticas en OPERA, en el entorno de 16.000 operaciones", y evitó hacer interpretaciones más avanzadas, manifestando únicamente que el resultado ofrecía una serie de "mediciones intrigantes".
El CERN señaló por su parte en un comunicado que dado el impacto del experimento eran necesarias nuevas mediciones independientes, teniendo en cuenta que lo descubierto "no concuerda con las leyes de la naturaleza que son consideradas actualmente como ciertas.
"Las fuertes limitaciones que emergen de estas observaciones hacen que sea improbable interpretar las medidas del (experimento) OPERA como una modificación de la teoría de Einstein", recalcó el CERN, que insistió en la necesidad de "buscar nuevas medidas".
En eso siguen trabajando físicos de todo el mundo.
Está previsto que en 2012 se lleven a cabo otros dos experimentos para contrastar los resultados de OPERA, que también son objeto de escrutinio científico en laboratorios similares en EEUU y Japón.