Sarkozy a Obama: “Nethanyahu es un mentiroso, no lo puedo ver”
El presidente francés, Nicolás Sarkozy, dijo en una conversación informal que el primer ministro israelí, Benjamín Nethanyahu es “un mentiroso” y que no lo soporta. Sarkozy hizo este comentario al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante una conversación informal captada accidentalmente por algunos periodistas en la última cumbre del G-20 en Cannes el pasado jueves 3 de noviembre.
“No puedo verlo, es un mentiroso”, dijo Sarkozy en referencia a Nethanyahu. “Tú estarás harto, pero yo tengo que tratar con él todos los días”, respondió el presidente estadounidense. A continuación, Obama pidió a Sarkozy que ayude a que los palestinos bajen el ritmo en su demanda de integración en la ONU.
La conversación se ha mantenido en secreto hasta ahora por un pacto entre los periodistas que la oyeron. El domingo, la web francesa Arrêt sur Images recogió la conversación. Posteriormente, la ha reproducido BBC, que afirma que las palabras de Sarkozy y Obama tal como aparecen reproducidas han sido corroboradas por otros medios. El diari israelí Haaretz reproduce hoy la conversación y afirma tener confirmación de un periodista de Reuters que la oyó.
Según relata Arrêt sur Images, los periodistas estaban esperando a unas declaraciones conjuntas de ambos mandatarios, descubrieron que los micrófonos estaban abiertos mientras se preparaba el montaje de sonido y traducción. Media docena de periodistas enchufaron sus propios auriculares al sistema de sonido para escuchar. Cuando los servicios técnicos del Elíseo se dieron cuenta, ya habían pasado dos o tres minutos. La web asegura que la historia ha sido confirmada por “varios” de los periodistas presentes y que se insinúa en el blog del redactor de Le Monde Arnaud Leparmentier, en un post que relata la escena.
Posteriormente, tras debatir qué hacer con esas declaraciones, se pusieron de acuerdo para no difundir la conversación, en parte para que no hubiera represalias contra los técnicos por el fallo. Según el corresponsal de BBC en París, Christian Fraser, no se hizo pública para no avergonzar al presidente francés.